Obcecación con el juego propio

 mate

De entre los múltiples factores psicológicos que inciden sobre el desarrollo de una partida de Ajedrez, además de la natural impaciencia del principiante, el prepotente exceso de confianza ante jugadores inferiores en el ranking, su correspondiente inverso, el miedo a contrarios de Elo superior…uno de los más habituales es el consistente en obcecarse en el propio juego sin atender que el adversario también tiene sus propios planes. Para muestra un botón comentado pedagógicamente desde el punto de vista del bando Blanco:
Kiss – Barcza,G
Debrecen, 1934
1.e4 Cc6 2.d4 d5 3.exd5 Dxd5 4.Cf3 Ag4 5.Cc3 Axf3 Mi quinto movimiento era de celada; de sobra sabía que me ibas a tomar en f3. Ahora veras que sorpresa te vas a llevar cuando te amenace doblete en c7…
6.Cxd5 Axd1 7.Cxc7+ Rd7 8.Cxa8 Axc2 ¡Toma! Ya tengo calidad de más. Ahora debo poner todo mi esfuerzo en sacar el Caballo de a8 para que no se vuelvan las tornas.
9.Af4 e5 Vaya, mi amenaza de escapar por c7 apoyado por el Alfil da resultados antes de tiempo, obliga a entregar algo de material a las negras…
10.dxe5 Ab4+ ¡Qué importa el jaque y perder el enroque. El Rey contrario está en igual circunstancia…
11.Re2 Cge7 ¡Perfecto! El tiempo que se necesitaba.
12.e6+ fxe6 ahora se devuelve el peón con jaque y sacamos de una vez el Caballo por c7.
13.Cc7 Cd4+ ¿Cómo?
14.Re3 Cef5++ ¿Por qué?

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