El Ajedrez Gigante

Mi amigo Jose Antonio Pordomingo me hizo esta foto con un Ajedrez en el que no tengo excusa de no ver bien las piezas...
Mi amigo Jose Antonio Pordomingo me hizo esta foto con un Ajedrez en el que no tengo excusa de no ver bien las piezas…

De cuando en cuando, conviene tener programada la irrupción en clase, de algún elemento didáctico que ponga en ¡Jaque! a la monotonía. A tal fin, contamos con innumerables recursos entre los que indudablemente se encuentra para edades prebenjamines, es decir Renacuajos, el Ajedrez Gigante.
El Ajedrez Gigante, por su tamaño inusual, provoca ya una irresistible atracción en los más pequeños y aún en cuantos creen haber dejado de serlo. Un provechoso uso del mismo puede consistir en emplearlo únicamente en ocasiones especiales como fiestas del colegio, última clase antes de Navidad, etc, en enfrentamientos por equipos entre cursos y aulas donde el alumnado de uno y otro bando deben consultar entre si, antes de ejecutar el movimiento en el tablero.
Evidentemente, la efectividad de este tipo de materiales de apoyo reside en su novedad y empleo esporádico por parte del docente, pues a nada que se use dos o tres veces seguidas, pierde toda su gracia.

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