Los Reyes del Tablero. Oferta Pre-edición

Título: Los Reyes del Tablero: Breve Historia del Ajedrez
Autor: Nicola Lococo
Editorial: Peón Espía
Tamaño: 21 cm x 29,7 cm
Páginas: 180 aprox.
PvP: 22 Euros
OFERTA PREEDICIÓN: Las solicitudes del ejemplar anteriores a su entrada en imprenta se beneficiarán de un descuento de 4 euros quedando el ejemplar en 18 euros. Esta oferta es válida desde hoy hasta el 1 de abril de 2018.
PEDIDOS: lalogicadelajedrez@gmail.com

No hace tanto, el ajedrecista medio que no mediocre, nada había de envidiar al aficionado de cualquier otro deporte, arte o disciplina, fuera fútbol, pintura o matemáticas, en lo concerniente al nivel de información de cuanto se supone es algo que le importa lo suficiente como para dedicarle buena parte de su tiempo. Y así, como aquellos estaban en disposición de enumerar por orden los Mundiales con sus finalistas y tanteadores; recitar en orden cronológico los distintos estilos con las obras emblemáticas que hicieron evolucionar los cánones estéticos; o sencillamente enumerar de Pitagóras a Hilbert los grandes genios de los números en disposición de contar alguna anécdota de cada uno de ellos, el ajedrecista medio, sin pretenderlo, hacia lo propio respecto a las distintas escuelas que hicieron progresar el juego asociadas a sus máximos exponentes, de hablar largo y tendido de los Campeones del Mundo y sus encuentros en la cumbre, representar de memoria las partidas más memorables y un largo etcétera que convertía a la más insignificante partida de café en una instructiva conversación para quienes, además de orejas, tuvieran la facultad de escuchar cuando el rival era el mejor maestro, si bien es cierto, no hacían falta clases, ni lecciones en su directo aprendizaje porque el mismo se mamaba desde las primaras partidas donde se asimilaban los mates básicos que más adelante serian aderezados con los nombres de los mejores jugadores conforme se visionaran sobre el tablero miniaturas, finales o celadas, torrente de datos almacenados en la memoria del jugador de modo natural, siendo la cantidad del mismo un indicador de su nivel y amor por el ajedrez. Era un tiempo en que los mayores enseñaban a los pequeños y estos veían el modo de ayudarse entre si; era un tiempo en que los mejores enseñaban a los peores y estos se abstenían de transmitir sus errores a los demás.
Hoy, empero, siento profunda tristeza al comprobar como la más supina despreocupación por estos asuntos campa a sus anchas, no ya entre los principiantes a quienes por definición se les puede disculpar, que también entre fuertes jugadores, deficiencia esta particular que sería igualmente disculpable, si no fuera porque, más que de excepciones, estamos hablando de la regla general y en consecuencia, el estado de cosas es tal que además de afectar a los individuos, podría repercutir en el propio juego en dos generaciones de seguir por esta senda del abandono de la tradición y la desmemoria de nuestro singular lúdico desarrollo, porque, es posible que la tecnología consiga acelerar los ritmos de entrenamiento, es posible que las bases de datos puedan preservar las partidas más significativas del momento, es posible que nunca como hasta ahora la prensa especializada haya tenido tantos medios…pero, dudo mucho que en tan breve plazo señalado, el salto tecnológico de la Inteligencia Artificial esté en disposición de articular el conjunto de elementos que concurren en torno a un tablero de ajedrez y lo transmitan de modo armonioso como sólo la sabiduría de la experiencia humana ha sido capaz de legar de modo presencial durante milenios desde que en torno al fuego en las frías noches invernales en las cavernas nuestros antepasados, con la irrupción de la Revolución de las Abuelas, descubrieron la mejor manera de comunicar el mayor de sus tesoros, sus conocimientos, por medio de elementos que ayuden a prestarles más atención, a fijarlos en la memoria y a excitar la curiosidad por el saber, que no es otra que la de contar historias.
Esta cualidad, la de contar historias, curiosamente ha sido cuidada por los Mejores Jugadores del Mundo en las obras que nos han legado; porque la docencia ajedrecística desde sus inicios, siempre ha sido responsabilidad de los más grandes jugadores de su ámbito: desde los Maestros persas hasta Kasparov, en la esfera internacional apenas hay Campeones Mundiales o jugadores de primera fila que no hayan contribuido a la enseñanza del juego extendiendo sus secretos y conocimientos a sus contemporáneos y la posteridad por medio de libros o artículos. Lo mismo puede decirse en el ámbito Nacional donde los Maestros, en la medida de sus posibilidades han buscado el modo de acrecentar el nivel de sus compatriotas creando escuelas nacionales que con mayor o menor fortuna han prologado sus propios logros, convirtiéndose ellos mismos en entrenadores de las jóvenes promesas cuando por edad debían pasar el testigo. E incluso, esto mismo es a lo que nos hemos dedicado los mejores jugadores de club en nuestros barrios y ciudades, con más o menos acierto. Sin embargo hoy, parece que basta con saberlas mover para dar clase de ajedrez, porque no se ha comprendido que el ajedrez es mucho más que jugar al ajedrez: es un juego, es arte, es ciencia, es historia…en definitiva, es cultura.
Mas como quiera que la Armada Invencible no pudiera luchar contra los elementos, así nosotros hemos de doblegarnos a la representación trágica de Los Intereses creados que guían el ajedrez de masas, para no sucumbir en el esfuerzo de reconducir el desastre que se avecina, ahora que la docencia ajedrecística, más que extenderse a las escuelas, parece reducida a ellas, cuyo primer efecto ha sido vaciar los clubes de quienes los deberían llenar. Así, la mayoría de los monitores actuales se ponen a enseñar ajedrez cuando todavía su formación en la materia deja mucho que desear comprendiéndose el abundante fenómeno que hasta los más entusiastas ajedrecistas escolares sean capaces antes de recitar al completo los integrantes del equipo local de fútbol con suplentes incluidos a nombrar los más destacados jugadores de la historia del ajedrez, no digamos ya en su orden cronológico correcto.

Sea entonces el propósito de esta obra – la primera de una trilogía dedicada a los temas relacionados con la historia ajedrecística – poner a disposición del jugador medio que desea dedicarse a la enseñanza del juego en las aulas, una breve historia del ajedrez que le permita impartir su contenido de modo claro y conciso, a fin de que su alumnado a lo largo de un curso esté en condiciones de conocer los nombres, torneos, escuelas y estilos más significativos de la evolución del juego en su contexto social e histórico.

La obra sigue un esquema sencillo: he dividido la historia del ajedrez en 15 partes identificadas por el territorio, imperio o nación predominante del periodo a exponer, estableciendo un paralelismo evidente entre la evolución sociopolítica del mundo y del tablero, paralelismo que será óptimo de cara a relacionar transversalmente el juego de ajedrez con la materia de Historia que el educando recibe en el colegio. Las partes a su vez están divididas desde la era Moderna en capítulos encabezados con los nombres de quienes en su tiempo fueron reconocidos como Mejor Jugador del Mundo, título que enfatizo para diferenciarlo del oficial Campeón del Mundo que aparece a finales del XIX, evitando con ello la confusión habitual en la que se regodean los manuales entre Campeón del Mundo oficial y oficioso.
Estos capítulos, a su vez, llevan incrustados en el texto principal semblanzas correspondientes a fuertes jugadores del periodo en que se proclamó Mejor Jugador del Mundo a quien da nombre el capítulo, con idea primero de completar la visión histórica de conjunto además de resaltar la fuerza y estilo de juego que se desplegaba en las fechas correspondientes, pues en verdad, la historia de un Campeón, nada es sin los rivales con los que midió sus fuerzas.
Pero, siendo como es esta obra un trabajo de vocación pedagógica y talante divulgativo, he huido de ser extenso en las biografías limitadas a los datos que me parecen relevantes como la edad a que se aprendió a jugar, de quién aprendió el juego, aportaciones intelectuales con las que facilitó el progreso del juego y por supuesto, sus logros deportivos en encuentros particulares y torneos.
Del conjunto del texto principal estructurado en torno a los mejores Jugadores del Mundo desde Ruy López de Segura hasta Carlsen, con la información extra aportada por los autores destacados en las incrustaciones, el lector al final de la obra, sin mayor esfuerzo que su lectura habrá asimilado un buen número de nombres propios de Campeones como Boi, Blackburne, Pilsbury, Mieses, Vidmar, Tarrasch, y de torneos relevantes como Londres, Hastings, Carlsbard, AVRO, Linares… que sin apuros podrá ubicar de modo ordenado en la secuencia temporal, además de quedarle nítida la diferencia de estilo entre Greco y Philidor, entre Philidor y Anderssen, entre Anderssen y Steinitz, entre Steinitz y Keres….conociendo, aunque sea de nombre, un buen puñado de encuentros y partidas célebres como el acontecido entre McDonell y La Bourdonais, o la Inmortal.

Aprende a hacer trampas al Ajedrez. Oferta Pre Edición

Portada Aprende a hacer trampas al ajedrez.indd

Título: Aprende a hacer trampas al ajedrez
Autor: Nicola Lococo
Editorial: Peón Espía
Tamaño: 21 cm x 29,7 cm
Páginas: 165 aprox.
PvP: 18 Euros

OFERTA PREEDICIÓN: Las solicitudes del ejemplar anteriores a su entrada en imprenta se beneficiarán de un descuento de 4 euros quedando el ejemplar en 14 euros. Esta oferta es válida desde el Miércoles 23 de Marzo de 2016 hasta el 4 de abril de 2016.

Tras varios años de trabajo agotador recopilando celadas, revisando combinaciones, consultando la extensa bibliografía, seleccionando ejemplos, cribando la casuística, elaborando un aparato conceptual apropiado para distinguir los casos, imprimiéndoles un orden adecuado para su pedagogía, etc, este próximo Abril sale al mercado el título APRENDE A HACER TRAMPAS AL AJEDREZ, el esperado libro de las celadas.

APRENDE A HACER TRAMPAS AL AJEDREZ ciertamente es un libro de celadas, pero con una metodología bien distinta a la acostumbrada por la bibliografía del ramo. Así, el ajedrecista cultivado en provechosas lecturas de la materia, no hallará entre estas páginas celada alguna desconocida, salvo tres o cuatro travesuras de autor. Lo que sí encontrará desde un inicio, es un modo muy distinto en su exposición y tratamiento que paso a explicar:

Primero, defiendo el juego de celada como el mejor vehículo pedagógico para introducir a los niños y principiantes en el juego.

Segundo, distingo entre celada, tema táctico y error de apertura, cosa que las más de las veces aparece en los textos en un tótum revolútum de cuidado.

Tercero, hago un esfuerzo clasificatorio, dividiendo las celadas en categorías, como celadas por cebo, celadas por cepo, celadas por glotonería del rival, celadas por juego rutinario, celadas estratégicas, contraceladas, reservándome un capítulo esclarecedor para los errores de apertura, asi como un imaginativo despliegue bautizador de conocidas celadas que hasta la fecha carecian de nombre así aparecerán la celada del Pardillo, Celada del Invitado, Celada Pegaso, Celada Pastoril, Muro de Adriano…junto a las ya consagradas como Arca de Noe, Siberiana, o Tarrasch.

Cuarto, en vez de presentar las celadas agrupadas por aperturas, primero las divido por capítulos en función de las clases de celada ya
referidas, sea por caso celadas por glotonería del rival, hecho lo cual, paso a agruparlas bajo epígrafes que aludan al motivo que introduce
la celada, verbigracia, “Entrega de peón central”, para, finalmente, encabezar cada caso particular en lugar de por nombres propios, fechas y localidades, por una ficha técnica donde de modo claro aparezca el nombre de la celada si lo hubiere, la apertura, el cebo o golosina, los temas tácticos que intervienen, la ganancia obtenida, el grado de posibilidad de su planteamiento, el nivel de éxito de la celada y comentario si lo precisa.

Quinto, dado que el número de las celadas no ha sido mi obsesión y que su cuantía, mucha o poca, nada sumaba o restaba a mi propósito,
sólo he perseguido compilar ejemplos útiles para retratar una determinada estructura de celada o alguna enseñanza clara, sin atender en ningún momento si su presencia o ausencia añadía alguna muesca en el conocido casillero del listado de aperturas.

Sexto, comoquiera que la mente infantil se conduce mejor tanto en su comportamiento personal como en su aprendizaje intelectual por la claridad en la adjudicación de premios y castigos, recompensas y perjuicios, de entre las miles de celadas que he repasado decenas
de veces para conformar estas páginas, me he quedado con aquéllas donde bien la ganancia es abundante, bien el beneficio es rápido y
evidente, desdeñando aquellas secuencias que pierden en el horizonte comprensivo la relación causa-efecto entre la celada y su resultado,
motivo por el cual he evitado toda celada que no acontezca en las diez primeras jugadas.

Y séptimo, mis pequeñas aportaciones explicativas sobre los movimientos tienen rango de iniciar la conversación, nunca de completarla, dejando al propio lector o en su caso al monitor, el deleite de descubrir por sí mismo toda la enjundia que encierra la partida, aunque no me habría resultado complicado salpicar las páginas con exhaustivos análisis del monstruo de silicio, que todo lo sabe.

La idea de esta exposición y tratamiento de la celada es facilitar la enseñanza ajedrecística, sobre todo la del juego romántico entre los más jóvenes, a fin de que el docente disponga de una guía donde apoyar sus amplios y dispersos conocimientos; porque al enseñar una celada podemos trabajar muchas más cosas que un vulgar y potencial modo de ganar un punto: podemos presentar y trabajar los temas tácticos de una forma más amena que sólo con problemas; podemos excitar las ganas de intervenir sin miedo a perder o equivocarse; puede valer para jugar rápidas temáticas donde cultivar los reflejos y estimular la imaginación; podemos ver aparecer uno a uno los mates enlatados de las fotocopias…

Sinceramente, les envidio. A mí siempre me habría gustado contar con un ejemplar como éste, que me enseñara a hacer trampas al ajedrez. Espero que disfruten de su lectura cuanto yo he gozado en su confección.

Los Pedidos pueden hacerse en la siguiente dirección:

https://lalogicadelajedrez.wordpress.com/2016/03/23/aprende-a-hacer-trampas-al-ajedrez-oferta-de-preedicion/

El libro de los mates: Mi nueva obra de ajedrez

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Tras el éxito alcanzado por mi primera obra de ajedrez “La lógica de las aperturas contada a los principiantes” tanto en crítica como en ventas, ahora, como estaba previsto en tiempo y plazo aparecerá durante el mes de Septiembre, un segundo título “El libro de los mates” donde recojo a modo de fichas una amplia tipología de mates – más de 60 – dando detalle de sus distintos nombres, número de piezas que intervienen, procedimientos, grado de dificultad, etc, acompañados de abundantes diagramas y ejemplos en partidas seleccionadas, dirigido a escolares y sus monitores.

ADVERTENCIA A LOS AMIGOS: Como ya comenté en su día los escritores tenemos dos clases de amigos, los que nos compran los libros en señal de amistad y aquellos que se empeñan en que se los regalemos. Después de toda una vida en el mundo del ajedrez, podría arruinarme con las solicitudes…asi que, en cada título nuevo iré satisfaciendo a estas amistades por turnos, de modo que con el tiempo nadie sienta defraudada su gran amistad, pero sin verla nunca redoblada.

Para más información, podeis pinchar en la siguiente dirección:
http://loslibrosdenicola.es/shop/catalog/browse?sessid=mr4yJ5IRS1elwlj7rcHMFBWh5pI92Sbjzfr8zO2mk7HPcxeveLakfC2tVnPMqDN2&shop_param=