Mi nombre no es XX

Miércoles 30 de enero de 2013

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

El cementerio  se llama de la Verbena y allí estuve yo el pasado lunes, junto con tres diputados y un senador (Dionisio García Carnero, Marisol Pérez, J.J. Nuet y Carles Campuzano) representantes de todos los partidos con objeto de visitar un cobertizo de aluminio donde en su centro había un profundo hoyo y  en el que en mesas separadas  chavales  jóvenes con pinceles e instrumental vario quitaban el barro a huesos y calaveras y  fichaban lo aparecido. Algo que en España es inconcebible en la lejana Guatemala, con todo el duro peso de su pasado, Io está siendo. Para que España se siga sintiendo  tan orgullosa de su raquítica Transición. Las fotos que acompañan este texto las saqué ese día. La visita la organizaron Sofía Duyos y Luis Nieto y nos recibió el subdirector del proyecto Jesús Suasnavar, a quien le mandé  el significado de  su apellido, así como una cooperante Noruega. Dirigen la Fundación de Antropología Forense de Guatemala.

Mi nombre NO es XX

«Con el apoyo de mi familia hoy tengo la esperanza de recuperar mi nombre, mi dignidad, y mi libertad…»

Durante el Conflicto Armado Interno ocurrido en Guatemala miles de personas inocentes murieron y más de 45.000 fueron víctimas de Desaparición Forzada, entre los años 1960 y 1996.

Muchas de estas víctimas fueron enterradas en cementerios públicos como XX, que es la denominación que se da en el país a las personas fallecidas que no han sido identificadas porque no portaban documentos personales.

Miles de familias guatemaltecas viven aún con dolor y tristeza por la ausencia de su familiar desaparecido, y siguen sin alcanzar la tranquilidad mental y espiritual.

Encontrar a estos familiares llena un vacío y completa la historia familiar. En las entrevistas que hacen las personas han declarado que «su familiar desaparecido no descansa en paz…» «que necesita un entierro digno, de acuerdo a sus creencias».

En otros casos la desaparición de la persona ha ocasionado problemas adicionales de carácter legal y/o administrativo en las familias.

Están creando dos bancos de datos de ADN

Todavía en Guatemala hay gente con miedo, pero también hay muchos que con una muestra de saliva, aportan el dato para que se vaya sabiendo quienes son esos XX y que estos datos además sirvan de pruebas en los juicios que se están desarrollando contra los responsables del genocidio, y que a diferencia de España, allí son delitos que no prescriben.

Están creando 2 bancos de datos de ADN:

Banco Genético de Desaparecidos (BGD) y Banco Genético de Familiares (BGF)

La FAFG contempla una serie de actividades e investigaciones antropológicas y arqueológicas en el área forense para establecer la Identidad de los restos encontrados. En el caso de las muestras de osamentas recuperadas de las fosas clandestinas no es posible compararlas con muestras directas debido a la falta o deterioro de artículos u objetos personales que permitan su identificación.

La falta de información y el mal estado de los restos óseos dio lugar a la implementación del Laboratorio de Genética Forense con el cual se harán comparaciones de ADN entre los restos óseos de las víctimas recuperadas y sus posibles familiares. Los análisis de ADN permitirán identificar si una persona pertenece a un grujo familiar determinado.

Todo muy macabro pero muy necesario en una sociedad democrática. Y lo vuelvo a recordar: En España no se hace.

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