El nieto del Gudari

Viernes 9 de febrero de 2018

De pie y de izquierda a derecha: 1.- Francisco de Maidagan; 2.- xx; 3.- José María Barrenetxea; 4.- José María Anzola; 5.- Juan José Basterra: 6.- Esteban Urkiaga; 7.- Ramón Muguruza; 8.- Lucio Aretxabaleta; 9.- xx; 10.- Luis Izagirre; 11.- Pascual Olaskoaga.

Delante, de cuclillas Jesús María Zuaznabar y De Biciosa

Ramón Muguruza aparece en esta foto como abanderado de Juventud Vasca de Bilbao. Como decía Irujo de esta Institución, Juventud Vasca era el horno del nacionalismo. De ahí salieron pelotazales, bertsolaris, excursionistas, matrimonios, estudiantes de euskera, charlistas, emakumes y gudaris. Aquello era la punta de lanza del jelkidismo bilbaíno en tiempos de la República. Bueno, pues en esta foto aparece Ramón Muguruza que fue gudari, perdedor de la guerra, encarcelado en Santoña y preso en Burgos. Una historia más de las muchas de aquellos años de hierro. Estando en la cárcel dibujó a plumilla este rostro de Schubert a plumilla que está muy bien y que mis tíos siempre tuvieron colgado en su casa de Huertas de la Villa.

Ramón Muguruza tenía una hermana, Beatriz, que se casó con mi tío José Mari, gudari, encarcelado, jugador del Arenas y amigo de Ramón. Y Ramón, casado con Aure Berrostigieta de Mungia no lo tenía nada bien con semejante expediente al salir de la cárcel bajo la feroz dictadura franquista. Y mi aita le arregló los papeles para que pudieran viajar a Venezuela e instalarse en Cumaná, donde residíamos. Cumaná está en el Oriente venezolano. Colón la llamó Tierra de Gracia porque creyó encontrar allí el Paraiso en su tercer viaje, cuando tocó tierra firme.

El matrimonio Muguruza Berrostigieta, llevaba contabilidades y regentaba el hotel Miranda y tuvieron un hijo al que llamaron Javier y con él iba yo al Instituto Santa Inés en Cumaná. Unas veces nos llevaba mi aita y otro el suyo. La relación era muy estrecha. Y un lujo. Dos gudaris ocupados de sus dos perlas….

Javi, acabó su bachillerato y quería estudiar ingeniería y con harto dolor sus padres pensando siempre en lo mejor para su hijo le enviaron a la Universidad de Ohio. Y allí terminó brillantemente su carrera y consiguió su título y también a una ohaionese y allí se casó. Tuvieron dos hijos.

Javi padre, mi amigo, murió el año pasado. Era una magnífica persona. No he visto nadie más educada y, esta semana nos ha venido a Bilbao su hijo Michael, el nieto del gudari, el hijo de Javi que trabaja en el aeropuerto de Ohio. El sabe que es vasco por los cuatro costados, menos por el de Ohio, pero ¿saben ustedes cuál es su referencia?. El Athletic de Bilbao.

Este viernes le he prestado mi carnet para que en San Mamés pudiera ver el partido Athletic Las Palmas. Le encantó el ambientazo. Cargó sus pilas. Vuelve a Ohio el lunes.

Destaco esta historia del nieto del gudari pues he comprobado la fuerza identitaria de un equipo como el Athletic que aunque ya lo sabía la he comprobado una vez más. Y, aunque sea por un equipo de fútbol, que el nieto del gudari se sienta vinculado a esta tierra, es algo importante que no se debe perder.

Michael tiene una hija de quince años. Ojalá le meta en vena su afición por nuestro equipo de fútbol y sobre todo, que la cadena no se rompa.

Aquella foto en sepia de Juventud Vasca de Bilbao con Lauaxeta, Jose Mari Anzola y otros patriotas, sigue teniendo su magia. Por lo menos para mí.

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