Sortu en Miribilla como hace treinta años. Están atascados – Darpón se olvida de Espinosa.

Lunes 21 de mayo de 2018

Se lo curraron, trajeron gentes varias de todos los sitios de la rosa de los vientos que en Euzkadi han pasado desapercibidos salvo la secretaria general del Sinn Feinn, acudieron a todas las tertulias la semana anterior anunciándonos la buena nueva, masajearon a su personal y todo ésto para organizar un acto en Miribilla de afirmación, de decir que siguen siendo los mismos aunque sin ETA y de que la lucha revolucionaria, puño en alto seguirá y seguirá, aunque no saben bien ni cómo ni con quien. La prueba está en que tanta expectativa no ha causado el menor impacto. La montaña parió un ratoncito. Están atascados. Apagadas las luces, no ha quedado nada.

Lo único que ha cambiado es que no han quemado una bandera española ni que ningún encapuchado subió al escenario para gritar y ser coreado ante el “ ETA, jarraitu borroka armatua!!. Igual porque no estaban en el Velódromo de Anoeta. Mejor, aunque no anunciaron la menor refundación ,que buena falta les hace al perder la brújula que era seguir y justificar lo que hacía ETA ni comentar, aunque sea a nivel de pedagogía democrática que el fraude de Maduro en Venezuela ese día no es lo que ellos habían pensado y que así solo se va a la destrucción de un país y que ese no es su modelo. Algo.

Pues no.

Lo que pasa es que comienzan a creerse sus propias mentiras, y eso es inquietante. El director de Gara, Iñaki Soto que dejó las tertulias de Radio Euskadi para no contaminarse con el debate con otros, escribió al día siguiente que todo había sido estupendo. Y utilizó un adjetivo curioso, ”espectacular”. No conozco al director de ningún periódico que se moje tanto. Mantienen una cierta distancia. Pero Soto no. Bueno él de hecho publicaba todos los comunicados de ETA y eso le hacía ser un socio preferente, y quizás por eso lleva la linterna del Sendero Luminoso que es Gara para el mundo de Miribilla que se comportó de forma tan espectacular.

“La combinación de experiencia y juventud es uno de los grandes valores de la izquierda abertzale y ayer se volvió a ver”, escribió Soto. Pues bien, pero eso se ve en todos los partidos, hasta en el PP. ”Lo de Miribilla fue, sin duda, un acto comunitario, una ceremonia y por momentos hasta un llanto”. ¿Por quién?. Y terminaba. ”Cada cual tienes sus debilidades. Confieso que, para mí, un movimiento político que tiene a Grazi Etchebehere en sus filas, a gente comprometida tanto en “la guerra” como en “la paz”, no solo no puede rendirse. Es que no puede perder”. ¿Ah si?. Pues yo creo que con ese mensaje de guerra y paz, de ETA y Sortu como dos caras de una misma moneda es un invento perdedor, a la larga, como lo ha sido con ETA.

Pero en fin, que con su pan se lo coman El espectacular acto del sábado en Miribilla fue uno más de los millones que han hecho todos los fines de semana en cuarenta años y que no ha aportado nada, absolutamente nada. Están más atascados que el sifón de Galindo. Han querido decirles a los suyos que la orfandad en la que viven no es más que el principio de la conquista del poder. Que Dios nos coja confesados. Muy poca tortilla para tan necesario bocadillo .

Darpón se olvida de Espinosa.

Este lunes Dani Álvarez le ha entrevistado al Consejero del Departamento de Sanidad, Jon Darpón. Ha sido una excelente entrevista donde Darpon, además de contestar a todo, lo ha hecho con conocimiento, autoridad y credibilidad. Su descripción de lo que ha sido Osakidetza estos 35 años, ha sido notable.

Pero, permítanme una puntualización, que no es menor. Hizo bien en bautizar al nuevo hospital que se estaba construyendo en Urduliz con el nombre de Alfredo Espinosa, un médico republicano que fue el primer consejero de Sanidad de la historia vasca en el gobierno de José Antonio Aguirre y que encontrándose en Bayona, decidió volver a Bilbao para reunirse con el resto del gobierno. En junio de 1937 fue traicionado por el aviador Yanguas cuando éste aterrizó el avión en la playa de Zarautz, lo que hizo que Espinosa fuera detenido y fusilado y, antes de morir, le mandó al lehendakari una hermosa y emocionante carta pidiéndole que ,si en el caso de que estuviera en manos del gobierno vasco condenar a muerte a alguien él era partidario siempre del indulto.

Pues bien. Darpón hizo lo mayor (nombrarle Espinosa) pero olvida lo menor, nombrarle como consejero que es a un ex consejero fusilado. Le bautizó al hospital como Espinosa, pero en toda la entrevista todo era nombrar a este hospital como el de Urduliz, cuando Urduliz es la localidad donde está el hospital, pero no su nombre.

Y es una pena porque estos ejemplos quedan sepultados por una costumbre que se está imponiendo y ya nadie le llama el Hospital Espinosa, que sería casi homenajear a aquel gran hombre cada día, sino Urduliz. Si el Consejero Darpón no respeta el nombre que le puso al hospital es normal que nadie lo haga. Nos sigue faltando sentido de la historia. Y es una pena, pues la entrevista ha sido relevante.