Viernes 19 de abril de 2024
Estuve en Radio Euzkadi cuando le tocó la primera entrevista de campaña a Imanol Pradales. Y he estado hoy, quince días después. Este viernes tenía siete más el mitin de cierre. El cambio ha sido notable. Y no porque estuviera mal hace quince días sino porque, lógicamente, no tenía la práctica de una campaña centrada en su persona. Por eso digo, y se lo he dicho, que ha estado francamente bien. Ha contestado a todo, con mesura y datos, ha estado humano y contundente en relación con la violencia, ha hecho suya la historia de un partido de 129 años, ha puesto sobre la mesa la clave de esta campaña que es elegir entre dos modelos, ha dado datos contundentes sobre las críticas a Osakidetza que desmienten la terrible ofensiva y las huelgas por la huelga que ha habido recordando que fue el PNV quien logró la transferencia del Insalud (lo conté la semana pasada tras hablar con Juan Ramón Gevara y Freire), y ha resumido su oferta de manera comprensible. Como decía Belmonte parar, templar y mandar.
El sociólogo Braulio Gómez ha comentado, tras escucharle, que su discurso era el de un Lehendakari, papel que ha ido asumiendo en la campaña. Posteriormente una persona me ha parado y dicho ”nunca he votado al PNV y pensaba que nunca le iba a votar, pero no os voy a votar a vosotros, sino a Pradales. Me da seguridad”. Se lo he agradecido porque grano no hace granero, pero ayuda al compañero. He salido contento de la radio. Y confirmado lo que dije hace quince días. A Bildu le han sobrado quince días de campaña y al PNV le faltan siete, pero a pesar de todo, constatar que se le ha dado la vuelta a una situación negativa.
El increíble discurso de la izquierda desunida y desnortada.
Conté ayer como una dirigente de Bildu tras un debate en radio se extrañaba de la virulencia de los dirigentes de Sumar y Podemos contra el PNV no siendo su inmediato competidor sino Bildu que les va a chupar casi toda la sangre. A esto se le añade una Yolanda Díaz que si sigue así va a acabar como Rosa Diez y que le falta ese mínimo tacto político de respetar a quien con su voto le permite ser vicepresidenta del gobierno español. Y no solo ella. Pasó por aquí la ministra de Juventud e Infancia del gobierno de Pedro Sánchez, Sara Rego y en un mitin de Sumar dijo esa boutade de “que el PSE sirva de muleta al PNV significa más de lo mismo”.
También debe significar más de lo mismo que el PNV sirva de muleta al gobierno donde ella es ministra. ¿O no?. Ojalá el grupo Vasco en el Congreso haya tomado nota de todos estos ataques gratuitos a un PNV que mantiene en el gobierno a este tipo de gente a los que mínimamente se les debería pedir respeto o pedir en el hemiciclo su dimisión inmediata.