El material de ‘Herenegun’ no ofrece «duda sobre la deslegitimación de ETA»

Viernes 19 de octubre de 2018

Afirma que sería «poco honesto» hacer una historia de los últimos 60 años y «olvidar que ha existido el GAL»

El secretario general de Derechos Humanos, Convivencia y Cooperación del Gobierno Vasco, Jonan Fernández, ha afirmado que el material del programa ‘Herenegun’ para el estudio de la historia reciente de Euskadi «no mezcla ni equipara» y no deja «duda ninguna sobre la deslegitimación del terrorismo de ETA» o sobre la solidaridad y el reconocimiento que merecen «todas las víctimas».

En una entrevista a Onda Vasca, recogida por Europa Press, se ha referido, de esta manera, a los materiales didácticos del programa educativo ‘Herenegun!’ del Gobierno Vasco sobre la memoria reciente de Euskadi, que abarca el periodo 1960-2018, para la asignatura de Historia.

Fernández ha afirmado que la «mirada al pasado reciente» no concita un «consenso en la sociedad y en la política vasca» y ha resaltado que en la actualidad no hay un acuerdo en la ponencia de memoria y convivencia.

Por ello, ha señalado que han intentado abordar en el ámbito educativo un trabajo que «no tiene consenso en el ámbito político». Fernández reconoce que es una «dificultad», pero «no por ello debe dejar de abordarse».

También ha explicado que se trata de introducir en la asignatura de historia una parte que «hasta ahora no estaba abordada» y es la de los últimos 60 años. «No estamos hablando solo de la historia de ETA, estamos hablando de la historia de Euskadi en los últimos 60 años, que no se puede contar sin contar la historia de ETA», ha señalado.

El secretario general de Derechos Humanos del Gobierno Vasco ha señalado que se trata de «un material abierto, mejorable, transparente y accesible a todo el mundo». En este sentido, ha recordado que hay un plazo de seis semanas para que «quien quiera haga aportaciones».

«El material no oculta nada de lo ocurrido en los últimos años que sea importante porque no lo debe ocultar a la hora de hacer una explicación histórica de lo que ha ocurrido, pero tampoco deja de decir nada importante», ha agregado.

Deslegitimación del terrorismo de ETA

Jonan Fernández ha afirmado que, si se analiza el material que se va a trabajar con el alumnado, tanto el escrito como los documentales, se podrá ver que «no hay duda ninguna sobre la deslegitimación del terrorismo de ETA» o sobre la solidaridad y el reconocimiento que merecen «todas las víctimas».

«Pero tampoco oculta nada de lo ocurrido porque sería poco honesto hacer una historia de los últimos 60 años y olvidarnos, por ejemplo, de que ha existido el GAL. El GAL, a la hora de contar la historia de los últimos 60 años debe mencionarse y se hace. O debe mencionarse lo que ocurrió en la década de los 60 en la que estábamos en una dictadura y eso no es mezclar, eso no es equiparar, es contar década a década lo que ha ido ocurriendo en este país sin dejar de señalar en todo momento que hay un hilo conductor en estos 60 años que ha sido ETA, que ha sido el principal vulnerador del derecho a la vida», ha añadido.

Fernández ha afirmado que eso se dice «con toda claridad y expresividad» y, además, con datos. Ha recordado que los cinco documentales de veinte minutos explican lo ocurrido en esos años década a década y, por tanto, «no hay mezcla». «Contar lo que ha ocurrido no es mezclar y equiparar, es simplemente contar lo que ha ocurrido», ha manifestado.

Asimismo, ha indicado que «no se trata de imponer un relato», sino de «contar cosas que ocurrieron en aquel momento para que susciten una reflexión crítica desde el punto de vista del desarrollo de la historia en el alumnado joven». «Y sabiendo, además, que existe un programa complementario, Adi-adian, que trata exclusivamente de la perspectiva de las víctimas», ha agregado.

El secretario general de Derechos Humanos, Convivencia y Cooperación ha insistido en que el recorrido del Gobierno Vasco en los últimos años ha sido el de ser «consciente» de que debe «enfrentarse a resistencias muy fuertes, de distinto signo y, a veces, de signo opuesto, que vienen a afirmar al mismo tiempo una cosa y a veces la contraria».

«Nos parece que este camino, a pesar del esfuerzo y las resistencias que genera, del desgaste que representa, es una manera de ir abriendo camino a una convivencia normalizada, integradora, que tenga en cuenta todos los sufrimientos, todas las vulneraciones de derechos humanos, a todas las víctimas, y que sepa analizar por separado, de forma autónoma, a cada uno de los causantes de esas violaciones sin que esto suponga equiparar ni mezclar», ha dicho.

En su opinión, se trata de tener «conciencia crítica» para decir, al hablar de ETA, «qué ha supuesto ETA, qué ha representado, y decirlo con toda claridad, sin mezclarlo con nada ni compararlo con nada». «Y cuando tengamos que hablar del GAL o el batallón Vasco-español, que podamos hacer lo mismo, o cuando hablamos de abusos policiales tengamos la capacidad de decir que eso no puede ocurrir nunca más», ha manifestado.

Fernández ha asegurado que tiene «clarísimo» el principio de «deslegitimación ética y política del terrorismo de ETA y de cualquier otra expresión de terrorismo que se haya producido en los últimos años». «La línea de desarrollo de trabajo es inequívoca por parte de nuestro Gobierno», ha concluido.

Que nos devuelvan de una vez lo que es nuestro

Miércoles 17 de octubre de 2018

Me he llevado una alegría viendo esta foto de Ortuzar frente al edificio de la Delegación Vasca en París. Hace un par de meses escribí en Deia lo siguiente:

Luis García Montero, granadino, poeta, profesor universitario, marido de la escritora Almudena Grandes, es el nuevo Director del Instituto Cervantes. Es hombre de izquierdas hasta el punto que fue candidato a la presidencia de la Comunidad de Madrid por IU en el 2015.¿Sabrá García Montero que fueron los comunistas en 1944 quienes irrumpieron en la sede de la Delegación Vasca de la Av. Marceau en 1944 tras la liberación de París por la división Leclerc, se hicieron con ella y se la entregaron al delegado vasco Javier de Landaburu?. El nuevo Director debería hacer lo mismo con el actual Instituto Cervantes que ocupa la sede vasca de París en virtud del primer robo de la Gestapo en 1940 y del segundo robo, esta vez de Franco, en 1951. ¿Lo hará?. No padre. ¿Lo debería hacer?. Sí. Y algo más, esta vez para Sánchez: reconocer que Gernika fue bombardeada por el fascismo, permitir la exhibición del cuadro de Picasso en Euzkadi y, devolvernos la sede de la Av Marceau que no es del estado español sino del PNV como incluso estuvo dispuesto en 1996 hacerlo Aznar. Todo ésto no les costaría ni la ruptura de España ni un euro. Pero no lo harán. Lo dijo Plá. Lo más parecido a un español de derechas es un español de izquierda.

Hoy, en un medio local ha aparecido la siguiente reseña:

El presidente del PNV reitera la devolución del palacete situado en el número 11 de Av. Marceau que el PNV compró en 1936 y del que fue desalojado por la Gestapo, primero, y por la República francesa, después

Los nacionalistas han exigido la devolución del inmueble en negociaciones con Aznar y con Zapatero que asumió en el Senado el «origen» del palacete

El presidente del PNV Andoni Ortuzar ha reclamado esta tarde al «Estado español» la devolución del palacete que actualmente ocupa el Instituto Cervantes en la avenida de Marceu y que fue adquirida por el PNV en 1936. «Su legítimo dueño sigue siendo el PNV», ha recordado Ortuzar en un breve comunicado hecho público durante una «visita relámpago» a la capital francesa que se produce en vísperas de la negociación presupuestaria con el presidente Pedro Sánchez. Fuentes del PNV han descartado que esta reclamación se incorpore a esta negociación para aprobar las cuentas de 2019 aunque los nacionalistas negociaron tanto con el Gobierno de Aznar como con el de Zapatero la restitución de un inmueble que durante dos periodos diferentes fue sede del Gobierno vasco en el exilio.

Ortuzar no ha querido que pasara desapercibida su «visita ritual» a un edificio emblemático para el PNV no sólo por el significado histórico del lugar que acogió al Gobierno de Agirre sino porque mantiene vivo un contencioso jurídico y político sobre la titularidad de un palacete situado en pleno corazón de la capital francesa. Ortuzar ha posado unos breves segundos frente a la sede actual del Instituto Cervantes como también lo hizo en julio de 2016 el lehendakari Iñigo Urkullu que llegó a depositar en el buzón del inmueble una carta escrita a mano recordando el origen de este edificio que fue propiedad del PNV desde 1936 hasta 1940 cuando fue incautado por las tropas nazis durante la ocupación alemana y, tras la II Guerra Mundial, desde 1944 hasta 1951 cuando el Gobierno de la República ordenó su desalojo y entrega el Gobierno de Franco.

El Gobierno español ha sostenido la legalidad tanto de dos sentencias de tribunales franceses de 1951 y 1955 como del Tribunal Supremo de 2003 y, hasta ahora, ha rechazado la devolución que de forma reiterada ha exigido el PNV tanto en las Cortes Generales como en negociaciones mantenidas con el Gobierno de Aznar y el de José Luis Rodríguez Zapatero. El ex senador Iñaki Anasagasti participó tanto en las negociaciones como en intensos debates parlamentarios sobre esta cuestión como el que mantuvo con el ex ministros de Exteriores García Margallo en abril de 2005.

Anasagasti ha insistido no sólo en la reivindicación de la propiedad sino también en el velado compromiso de Zapatero para su restitución durante un debate parlamentario que se produjo meses después de una reunión discreta en Madrid con el entonces presidente del PNV Josu Jon Imaz. El ex senador nacionalista llegó a calificar de «chulo maleducado» a Felipe VI por anunciar una visita al Instituto Cervantes en 2015 que finalmente tuvo que ser cancelada por el accidente aéreo de un avión de Germanwings el 24 de marzo de 2015,pero que se produjo muy poco después tras haber hecho Anasagasti en el ínterin una pregunta oral en pleno a Margallo pidiendo que Felipe VI no visitara la casa en reclamación.Y sin embargo, para bochorno democrático, el rey lo hizo al mes siguiente afrentando gratuitamente al PNV.

 

Me quedo con el gran Josu Zabaleta

Martes 16 de octubre de 2018

Llevan un tiempo tratando de meternos a Jesús Egiguren hasta en la sopa a cuenta de sus mediaciones para que ETA concluyera. No le niego algún tipo de iniciativa, pero no las determinantes para acabar con el fenómeno que pasaron por una suma de influencias, como la acción policial, las infiltraciones, el inmensos cansancio de la sociedad, la estupidez de su lucha, aquellos comunicados infumables en nombre del pueblo vasco, la presión internacional, la aparición del yihadismo como verdadero problema de terrorismo en toda Europa, el sinsentido de una lucha que solo era una máquina de muerte y el convencimiento, no por un rasco ético, sino por puro pragmatismo de ese mundo violento y comenzar a participar en unas denostadas instituciones con las que se identificaba la mayoría del pueblo vasco.

Que ahora nos presenten a Egiguren como el factor determinante además de falso es un insulto a todo ese cúmulo de circunstancias que hicieron posible que en 2011,ETA se quitara la capucha y lo que quedaba de sus comandos acabaran con el terror y la Kale Borroka, así como con la socialización del sufrimiento, aunque una película, un libro y ahora un santuario, Txillarte, junto con la anuencia de Otegi como actor secundario que bendice esta operación, hay ingenuos que terminan creyéndose la historia del taumaturgo Egiguren, conocido como Txusito.

Y digo ésto porque este lunes falleció un hombre excepcional que hizo mil veces más que Egiguren por lograr la paz en Euzkadi. Me refiero a Josu Zabaleta, claretiano, un verdadero santo que haría bien el Vaticano en promoverlo como ejemplo de bondad, entrega y hechos en favor de la sociedad. Y haría bien toda la sociedad en reconocerle, una vez fallecido, algo que se le hizo en vida.

En DEIA, Humberto Unzueta, trabajó en su biografía que es ésta:

El fraile claretiano Josu Zabaleta Telleria falleció en la madrugada de del domingo en el hospital de San Juan de Dios de Iruñea a consecuencia de un cáncer contra el que luchó durante los últimos años. Zabaleta se significó por su labor docente en el colegio Askartza, de Leioa, centró en el que fue director durante 18 años. Asimismo, tuvo una labor muy importante en el desarrollo de la vía Nanclares, a la que se adhirieron una treintena de presos disidentes de ETA que se desvincularon de la banda y su violencia y reconocieron el daño causado a sus víctimas.

Zabaleta (Legazpi, 1948) realizó estudios de Teología e Historia en Roma y París y posteriormente se dedicó a la docencia en centros escolares claretianos. Desde finales del siglo pasado y hasta mediados de esta década fue el director del reconocido colegio Askartza. Anteriormente, dio clases en el Corazón de María, en Donostia, donde entre sus muchos alumnos conoció a Joseba Urrusolo Sistiaga..

El destino quiso que tres décadas después volvieran a verse las caras en unas circunstancias muy diferentes. En 2004 Zabaleta se puso en contacto por carta con su exalumno para entrevistarse con él en prisión. Tras casi dos décadas como miembro de ETA, Urrosolo llevaba unos años en la cárcel y ya había abandonado la banda e iniciado un camino de disidencia y autocrítica sobre la utilización de la violencia y su militancia en la banda.

Meses después de enviarle la carta, el preso le contestó y mantuvieron un encuentro, en lo que se puede considerar el germen de la disidencia en ETA. Otros presos de la banda también habían emprendido un camino similar. Los más destacados fueron Kepa Pikabea, Carmen Gisasola y José Luis Álvarez Santa Cristina, alias Txelis.

Cuando el Gobierno de José Luis Rodríguez Zapatero activó la vía Nanclares una treintena de presos desvinculados de la ortodoxia de ETA se acogieron a esa iniciativa. La labor de Josu Zabaleta fue decisiva para comunicar a los reclusos disidentes que estaban diseminados en las cárceles de todo el Estado español. Desde la discreción y el sigilo pero con una convicción inquebrantable de ayuda a las víctimas, pero también a los victimarios que dan el paso, el fraile claretiano se pateó en autobús peregrinando durante años a diferentes prisiones, ofreciendo su apoyo a estos presos y a su entorno para que llevaran a buen puerto su decisión de romper con ETA y la violencia.

Pese a sus grandes conocimientos y su amplia preparación académica, Zabaleta fue sobre todo un activista, un hombre de acción, un emprendedor imparable, un euskaltzale convencido y un mediador incansable para desbaratar situaciones injustas.

En los últimos meses ha permanecido ingresado en un hospital de la capital navarra donde ha recibido numerosas visitas de personalidades institucionales y políticas, del mundo de la cultura, y de antiguos alumnos. También algunos miembros de la vía Nanclares.

El funeral por Josu Zabaleta tendrá lugar, hoy miércoles, en su memoria en la parroquia San Juan Bautista, en Leioa, a las 19 horas.