NO SE PUEDE DETENER UN TORRENTE CON UNA ESPADA.

Domingo 24 de septiembre de 2017

Niceto Alcalá Zamora, quien fuera presidente de la segunda República española le emplazó a Francesc Cambó a elegir. ”Usted tiene que optar-le dijo-, entre ser el Bismarck de España o el Bolívar de Catalunya”. Cambó acabó apoyando a Franco pero Mas y Puigdemont han decidido ser los Bolívar de Catalunya. Pero Bolívar consiguió la independencia de seis repúblicas americanas a punta de espada, como se conseguían antes las independencias, que no es el caso. Lo novedoso del actual contencioso es que es un Parlamento ha sido quien se ha convertido en la locomotora del pulso de legitimidad con las Cortes españolas.

Conocemos de sobra quienes son aquí los culpables de esta situación. Fundamentalmente un rancio chauvinismo castellano, con capitalidad en Madrid, donde se resume toda la incomprensión española. Por eso, en su día, y ante las demandas catalanas, Manuel Azaña fue clarividente y dijo: ”No se puede detener un torrente con una espada”. Y, en el caso actual, la espada es una justicia al servicio del poder central, como lo ha estado siempre. El torrente es el independentismo catalán que ha crecido como la espuma gracias a los errores de un Madrid político que jamás admitió un estado plurinacional y que para desvirtuarlo, se inventó el Frankestein de las 17 Comunidades  y el café para todos. Quien siembra vientos, cosecha huracanes y tsunamis.

De ahí la importancia que ante estos hechos, el pequeño haya de ser inteligente. Calvo Sotelo, tras un mitin del PNV en el Frontón Urumea de Donosti, dijo aquella frase redonda de “más prefiero una España roja que rota”. Pues sí. Pero lo que vino fue una guerra y una dictadura de cuarenta años. Tendrás toda la razón del mundo, pero no te la darán, ni España, ni Europa, una Europa que si de verdad estuviera unida, encajaría bien sus realidades naturales.

Por otra parte no recuerdo haberle visto a Arnaldo Otegi en la manifestación de protesta en Barcelona tras el asesinato por parte de ETA de Ernest Lluch, un catalán sensible con el tema vasco y que sin embargo acabó con dos tiros en la cabeza disparados en el estacionamiento de su casa. No lo recuerdo tampoco en aquella grandiosa manifestación. Quizás estaría en la playa de Zarautz como cuando mataron a Miguel Ángel Blanco. Tampoco en el homenaje a las víctimas de Hipercor que se celebró recientemente. Si le he visto, con los suyos, más solo que la una, llevando una ofrenda floral al Conseller en Cap Rafael de Casanova. Y sí le veo darnos clase sobre lo que tenemos que hacer con Catalunya y con el PP.Y lo entiendo. En Madrid pesan menos que un gramo de arroz y su obsesión es que el PNV siga el mismo camino y quedemos anulamos para servir a nuestro pueblo ahora y el día 2 y en relación a Catalunya solo tienen un pasado demasiado negro para que sus críticas hagan mella. Para colmo su interlocución catalana es la CUP, partido antisistema bolivariano. Menudas credenciales.

Tampoco le he visto inquietarse ante la denuncia catalana sobre las tarifas eléctricas. Y quizás era muy joven para hacerlo, cuando nos excluyeron de la ponencia constitucional y sin embargo los catalanes sí estuvieron. No dejaron de participar por solidaridad con el PNV. No. Tampoco cuando los catalanes en el Congreso votaron a favor de la ley de partidos de Mayor Oreja. Tampoco cuando, en uso de su libre decisión, decidieron meter el pacto Galeuscat en el frigorífico. Lástima, aquello tenía recorrido. Ni votar los presupuestos de Zapatero a pesar del NO a Ibarretxe.

¿Clases al PNV cuando los diputados jelkides se retiraron del Congreso en 1935 a raíz de que el gobierno de la República aprobara la ley de cultivos?. Nuestros diputados se retiraron del Congreso en “solidaridad con Catalunya”. Como también Manuel de Irujo dimitió como ministro del gobierno Negrín en “solidaridad “con el ministro catalán Jaume Ayguadé y ¿saben que pasó?. Que le faltó tiempo al miembro de la entonces Izquierda Abertzale para sentarse en el sillón de Irujo. A eso se le llama “solidaridad con Catalunya”.

Solidaridad es lo que hizo el Lehendakari Aguirre bajando de Paris a la frontera entre Francia y Catalunya para estar junto al President Companys cuando salió al exilio y tras ser fusilado ocuparse de su familia. Y solidaridad fue aguantarle a Tarradellas todo el exilio y cuando llegó la hora cero de reivindicar un proceso, se fue a la Moncloa, pactó un cargo que solo era una cáscara vacía, no consultándolo con nadie. Leizaola y su gobierno solo volvieron tres años después en 1979 cuando se había aprobado un estatuto, el de Gernika, superior al del 36. Tarradellas llevaba tres años pedaleando en el aire y frenándolo todo. Es más, nos llamó el cáncer de España. ”Los hombres y los rocines, cada uno va por sus fines” repetía Irujo. Por cierto Montoro interviene las cuentas de la Generalitá. Eso sería imposible hacerlo con Euzkadi gracias al Concierto. ¿Saben por qué?. Porque en 1978 el PNV defendió y logró la devolución del Concierto mientras HB jaleaba a los pistolero y los catalanes la tildaban de antigualla.

Mi familia, tras la caída de Bilbao, se refugió en Centelles (Catalunya) y a mí me tocó conocer en el exilio a todas las grandes figuras catalanas de la República en el Centre Catalá de Caracas y, posteriormente, en el Congreso y Senado mantener una estrecha colaboración con ellos, no exenta de situaciones incomprensibles para un nacionalista vasco. No quiero pues que las gentes de Bildu nos den, y me den, clases de nada.

Carles Puigdemont estuvo en la toma de posesión del Lehendakari en Gernika así como el PNV ha acompañado a la Audiencia a los políticos catalanes inhabilitados, ha estado en la Diada y en Zarautz estuvo el portavoz del gobierno catalán, en la manifestación en Bilbao el sábado 16 y en el Parlamento europeo, apoyando siempre sus iniciativas, como hoy en el Alderdi Eguna porque el PNV siempre ha reivindicado el derecho a decidir, a darle a Catalunya lo que ésta demanda. Y espero no se equivoquen ahora. Por eso reivindico las declaraciones del Lehendakari que siempre ha respetado la opción catalana, aunque se haya lamentado de que Madrid no hiciera como Cameron y diera seguridad al Proces y también ha lamentado que Artur Mas no tratara de plantear una reivindicación conjunta. Urkullu ha puesto el ejemplo de Quebec y de Escocia, por solidaridad y porque es un nacionalista seguidor de Sabino Arana que fue quien lo planteó en 1895 y no anteayer por la tarde en el caso de Otegi y su peña. Y le han caído encima. No creo esto le perturbe pues su obligación es la solidaridad pero también no caer en el infantilismo político y no romper la cohesión de la sociedad vasca sino irla fortaleciendo aprovechando cualquier coyuntura, mucho más si no ha participado en el actual diseño de enfrentamiento, que siendo respetable y deseando mayoritariamente en Euzkadi que triunfe, el lehendakari parte de la base que España no se quedará quieta. Y sabe también que España, la España del Mío Cid, la de Calvo Sotelo, la de Franco, y Fraga, existe y desgraciadamente va a actuar. Y veremos cuál es el resultado final si tras un referéndum no permitido por la fuerza, la Europa unida se inhibe y dice que es un asunto interno español. Y lo dirán pues a ellos también se les hacen los dedos huéspedes.

Urkullu por otra parte sabe mejor que nadie los motivos por los que se ha llegado a esta situación. La achicoria para todos, Madrid ombligo del mundo, el nulo respeto a las lenguas cooficiales, un autogobierno no bilateral ni blindado, una reforma estatutaria recurrida en la calle y en su Tribunal Constitucional, un Zapatero que promete una cosa y hace otra, un Guerra que se alegra del cepillado, por no querer reconocer que Catalunya es una Nación porque Murcia también quiere serlo, así como una sacralización de lo que ellos llaman la ley, cuando la ley solo les conviene a ellos, y si no, no la cumplen y no pasa nada. Todo eso lo sabemos. Como conocimos también el protagonismo de una CIU, hoy desgraciadamente desaparecida, que con sus votos condicionada la gobernabilidad y barría muy eficientemente para la Masía catalana. Todo eso, ya lo sabemos.

No ha sido limpio ni solidario, aunque sí ilustrativo, el recurso catalán en relación con la tarifa eléctrica. Un golpe bajo y sucio. Pero eso no impedirá que el 2 de octubre se acreciente el papel del PNV para tratar de que las aguas no se desborden en contra de Catalunya y que las reivindicaciones catalanas sean escuchadas, atendidas y puestas en marcha. Para eso hace falta que la interlocución del PNV en Madrid no se quiebre, que es precisamente lo que quiere la Izquierda Abertzale que ha pasado del Internacionalismo proletario a descubrir que Catalunya existe y nos quieren bajo la ruta que ellos diseñan .Pero esa brújula está imantada y solo te lleva a la miseria.

COMO Y POR QUE NACIÓ EL ALDERDI EGUNA.

Sábado 23 de septiembre de 2017

No le hubiera costado mucho a Ainhoa Agirregoikoa, periodista que narra en Deia este sábado como fue el primer Alderdi Eguna de Aralar en 1977, como no le costó nada a la periodista del Diario Vasco, llamarme y preguntarme como fue aquel nacimiento cual la chispa que dio paso al primer Alderdi Eguna de la historia. El Aberri Eguna es de 1932 propuesto por el BBB presidido por D. Luis Arana y Goiri, pero el Alderdi Eguna es de aquel año 1977 cargado de explosiones democráticas de todo tipo.

En enero fue la ikurriña, en marzo la Asamblea del PNV en Iruña, en abril el registro del PNV en Madrid y las conversaciones de Chiberta, en junio las primeras elecciones democráticas, en octubre la ley de Amnistía….Hitos que jalonaron un año innovador y muy movido donde el tema de los presos estaba todavía más al pil pil que ahora.

El PNV iba a todas las manifestaciones habidas y por haber, que eran por todo. Por la Amnistía, por actos de brutalidad de la policía, por reivindicaciones de todo tipo. Generalmente nosotros poníamos la gente y los demás partidos, ponían la sigla y la cara para las fotos amén de ir siempre acompañados por gritos que no nos gustaban. Para colmo nos decían que éramos un partido del pasado.

Yo había sido elegido miembro del Euzkadi Buru Batzar y del Bizkai Buru Batzar. Para ser burukide del máximo órgano, había que serlo del regional, como entonces se le llamaba. Carlos Garaikoetxea era el presidente y tras las elecciones de junio de 1977, Juan de Ajuriaguerra, Xabier Arzalluz, Iñigo Aguirre, Kepa Sodupe que habían sido elegidos en marzo de 1977 burukides del BBB, al ser elegidos diputados y por incompatibilidad tuvieron que presentar la dimisión y entraron cuatro burukides nuevos en un Bizkai presidido por Antón Ormaza.

Dirigía la revista Euzkadi y me encargaba de actos públicos, dar y organizar mítines, proyectar la película “Los Hijos de Gernika” y hacer las mil cosas de una organización incipiente. Por tal motivo capté que la gente, en la inauguración de los batzokis se sentía feliz estando con los suyos por lo que propuse en el BBB y en el EBB algo que había visto funcionar con éxito en Venezuela. Se trataba de las fiestas de los partidos AD y Copei en el parque de los Caobos de Caracas. Allí se pasaba el día en una jornada donde cada estado tenía su caseta donde vendían comida típica, se cantaba y tocaba el arpa, se asaban terneras, se rifaban coches y al final había un acto político que tomaba el pulso del partido y del país y que era reflejado en todos los medios de comunicación al día siguiente. Y eso cada año en un día señalado.

En 1975, cuando vine de Venezuela al pasar por Paris se celebraba la fiesta del periódico L´ Humanité, del partido comunista, y en Roma del PCI con características similares. Y las almacené en la memoria. Con aquellas fotografías propuse celebrar en el BBB un acto propio, del EAJ-PNV del mismo estilo. Para ello contábamos con un hombre clave a la hora de organizarlo todo como Txomin Saratxaga, minucioso organizador de actos de mil características. La idea se aprobó en el Bizkai y en el Euzkadi Buru Batzar y nos tocó ir al despacho de D. Juan de Ajuriaguerra, que tenía una pequeña oficina tapadera, de venta de ventanas en la calle Dr. Areilza. Cuando le contamos la iniciativa, secamente nos dijo que no se podía hacer porque rompía la unidad de los partidos en temas importantes como era reivindicar la amnistía, protestar contra ETA, solicitar el estatuto, y demás. Recuerdo haberle dicho respetuosamente que no se rompía nada pues seguiríamos haciendo lo mismo pero que lo que queríamos era organizar una fiesta propia, familiar, lúdica y política. Siguió sin gustarle y oponiéndose a ella. Fue entonces cuando, no sé de donde saqué la fortaleza suficiente para hacerlo, pero lo hice:

-Don Juan. Usted siempre nos ha dicho que en el partido manda la base y que ésta elige a sus burukides y nosotros somos burukides y usted es diputado, por lo que hemos venido a notificarle que la vamos a hacer.

Fueron treinta segundos angustiosos de silencio, para al final decirnos: ”hacer lo que queráis”.

Y lo hicimos.

Nos equivocamos en el lugar. Aralar, por su simbolismo, no tenía los accesos adecuados y todavía a las seis de la tarde seguía llegando gente. Y nos desbordaron todas las previsiones. Aquello se llenó de antiguos gudaris que llevaban décadas sin verse, de amigos de toda la vida, de periodistas, de gente curiosa, de gente joven…Fue terrible.

El mitin fue lo de menos pues la megafonía no era buena y aunque hablaron Irujo y Garaikoetxea, los asistentes no estuvieron muy atentos a aquel escenario de tubos bastante cutre y alejado que casi se nos cae, tras el desfile que fue entonces cuando se inauguró por batallones, por organizaciones municipales, por extraterritoriales, por cargos públicos.

Al bajar, me tropecé con D. Juan. Me dijo: “Teníais razón”. Fue todo un gesto. Desgraciadamente no vio el siguiente pues en agosto de 1978 falleció. Hará el año que viene cuarenta años.

Pero aquel éxito fue la gasolina de todos los demás Alderdi Eguna

Se quiso hacer rotatorio en Itziar, en Aixerrota, en Aiegi, pero nada como Araba, pues nos dimos cuenta que Euzkadi es un país arrugado sin campas llanas y amplias adecuadas aunque las de Olarizu y Salburua llenaban los requisitos. Al final se compraron los terrenos de Foronda y ahí mañana se repetirá un rito que nació de esta manera y no como sin mala intención pero sin datos se da cuenta en el periódico de Deia de este sábado.

Y colorín colorado, este cuento se ha acabado.

MIENTRAS CASANOVA SACA EL PUÑO, URKULLU PROPONE SOLUCIONES.

Viernes 22 de septiembre de 2017

Se celebró este pasado jueves el pleno de Política General del Parlamento Vasco. Urkullu dio cuenta de lo hecho por el gobierno de coalición el último año y puso sobre la mesa sus planes para el siguiente. Como era de esperar  la oposición que ve la vida en blanco y negro, consideró que todo, absolutamente todo era negro. No se dan cuenta que cuando se exagera tanto se pierde toda credibilidad.

Lo llamativo fue la postura de Sortu en relación con la situación catalana. Al final de la misma sacaron una bandera estelada y el parlamentario Iker Casanova, con esa rabia que atesora de sus años de jefe de Jarrai por lo que fue encarcelado, levantó desafiante el puño cerrado, símbolo de una ideología que fue nefasta en el siglo XX y cuyos coletazos seguimos viendo en Cuba y Venezuela y en sus amigos de la Cup

El brazo levantado del fascismo, solo se ve en las concentraciones ultras pero esto del puño cerrado les sigue pareciendo  a este sector de la izquierda abertzale un saludo de lucha y confrontación aceptable. A mí no. Representa  el símbolo y la  escoria de un régimen totalitario que asoló Europa y el mundo, sobre todo en China, Cuba y la antigua Unión Soviética.

Otra cuestión llamativa fue ver el ardor con el que Sortu defiende el derecho a decidir en Catalunya. Dan ganas de decirles: «Bienvenidos a casa». Y lo digo porque hasta ayer por la tarde eran partidarios de conseguir lo mismo que ahora plantea Puigdemont matando a Lluch, poniendo una bomba en Hipercor y cosas así.

¿Qué es mejor esto que lo anterior?. Por supuesto, pero la credibilidad que tienen a la hora de sulfurarse  es para mí nula y mucho menos haciéndolo con el puño en alto.

El Lehendakari sacó a la palestra una palabra que  ha sido noticia por haberla esgrimido  y propuesto en el debate  como posible salida a una situación bloqueada en relación con Catalunya. La palabra mágica es Confederación. Y, efectivamente, puede ser la panacea siempre y cuando ese profundo y agresivo  nacionalismo español  la acepte. No lo hizo en 1978 cuando a solo las dos demandas existentes, la catalana y la vasca, le añadió otras quince en aquel café para todos, que se convirtió en achicoria para todos y al final en agua para todos. No se resolvieron dos demandas y se crearon  17. La gente en la calle en Catalunya lo demuestra.

Pero es la única solución. Que la Galeuzka de tiempos de la República vuelva a la palestra y que ese hórrido Madrid que se cree el tarro de las esencia españolas, y que además es una autonomía con el privilegio de la capitalidad del estado, se dé cuenta que si España es una Nación, también lo son Euzkadi, Galicia y Catalunya, y que si quiere convivir en democracia las tiene que reconocer con todas sus consecuencias.

Los acuerdos del 78, muy precarios a pesar del incienso que se arroja sobre ellos, ya no dan más de sí. El niño ha crecido y no puede andar con pantalones cortos.

Yo le encargaría a dos, de los tres ponentes constitucionales que siguen vivos y preocupados por lo que está pasando y que ya lo advirtieron en 1978, como son Miguel Herrero y Rodríguez de Miñón y Miquel Roca, que a través del Consejo de Estado preparen un borrador de modificación constitucional y que con ese texto se aborde lo que este jueves, el Lehendakari puso encima de la mesa, sin levantar el puño y sin crispar el ambiente, para ahormar una convivencia en una plena  libertad libremente asumida.