Felipe González, Blair y Clinton no saben que les pasa

Será en Madrid el lugar en el que se van a reunir líderes de centro izquierda mundiales siguiendo la iniciativa titulada “Progreso Global”. Lo acaban de hacer en Nueva York por espacio de dos días y lo rematarán en Madrid a principios de abril dirigiéndose a los jóvenes en la conferencia “Generación Futura”, orientada a formar una nueva hornada de líderes progresistas.

En Nueva York estuvo Felipe González en diciembre  junto a Carme Chacón, Bill Clinton y Tony Blair.

Bill Clinton, Tony Blair y Felipe González coinciden al analizar la situación que vive el movimiento progresista en Estados Unidos y Europa: “tenemos que transmitir mejor el mensaje para aplacar la retórica conservadora”. Dijo esto  con las Naciones Unidas como escenario, donde  los tres líderes mantuvieron un coloquio organizado por el Center for American Progress y la Fundación Ideas en el marco de la iniciativa Progreso Global. Entre todos buscaron fórmulas para combatir la «política del miedo» que, según ellos, rentabiliza la derecha en tiempos de crisis.

Felipe González después de sus declaraciones impresentables y culpables sobre la voladura a ETA cree que para marcar bien el camino hace falta también elaborar un “diagnóstico de la crisis, de sus repercusiones y de la respuesta”.

Llama la atención que González dijera esto cuando el diagnóstico está hecho: ser coherentes y no mantener un doble lenguaje. La gente  joven llega a  tolerar que los líderes se equivoquen pero no que les engañen. Y González no ha hecho otra cosa en su vida que engañar al personal.

A principios de noviembre y tocado en su vanidad dijo una de las mayores barbaridades que cualquier dirigente democrático podría decir, sin que haya habido sanción social alguna.

Tras confesar que, durante su estancia en La Moncloa, tuvo “una sola oportunidad de dar una orden para liquidar a toda la cúpula de ETA”. Es decir, de “volarlos a todos juntos” durante una reunión que iban a mantener en el sur de Francia. Y no sólo eso, sino que, a pesar de decidir no dar esa orden, aún hoy tiene dudas sobre si hizo lo correcto.

Lo malo fue la cobertura que le dieron sus compañeros que podían haber elegido estar callados con el silencio de los corderos pero nunca salir en su injustificable defensa. A Zapatero le preguntaron en El País el 21 de noviembre por aquellas declaraciones y contestó lo siguiente:

“P. ¿Qué le pareció la entrevista de Felipe González en El País?.

R. Le envié un SMS

P. ¿Qué decía ese SMS?.

R. Un fuerte abrazo. Camino de Seúl. La entrevista yo la vi desde una perspectiva distinta. Incluso he tenido alguna duda sobre si alguna de las cosas que decía en esa entrevista no las había dicho ya antes. Claro, yo he tenido conversaciones con él y algunas de sus declaraciones no me sorprendieron.

P. Muchas no las había hecho en público nunca.

R. No lo sé. Tengo alguna duda, pero lo que sí me pareció excesivo fue la polémica de los días siguientes, las cosas que se dijeron… En fin, en caso de duda, yo no dudo de Felipe”.

“Yo no dudo de Felipe”. Y se acabó. Seguramente sí duda de Felipe, pero dice lo contrario. Y eso es lo que le quita credibilidad. Lo mismo ocurre con Ramón Jáuregui, quien fuera Delegado del Gobierno en tiempos del Gal y no se enteró de nada, aparentemente. Le preguntaba Esther Esteban el 22 de noviembre en El Mundo y contestaba así:

“P. ¿Se ha quedado de piedra al escuchar a Felipe González que tuvo en su mano volar a la cúpula de ETA, admitiendo ser la X de los GAL?.

R. Creo que lo más importante de lo que ha dicho es que, si tuvo que elegir, optó por la ley. Me parece un desatino que se exagere lo que ha dicho Felipe.

P. Sobre todo porque vuelve a poner en primer plano otra vez el tema de los GAL; y para el PSOE eso es un retroceso, ¿no?.

R. A mí me produce enorme pereza intelectual y no poca tristeza que esto vuelva a replantearse. Han pasado casi 30 años y los hechos han sido juzgados, judicial y políticamente”.

A las víctimas del Gal y a sus familiares también les debe dar pereza intelectual hablar de estas cosas. Como a Bono.

El presidente del Congreso, José Bono, lo hizo apelando a la trayectoria de González, afirmando que ha sido el “mejor” jefe de Gobierno que ha tenido el Estado español “de la A hasta la X”, excluyendo así la última letra del abecedario, que es la que corresponde al apellido del actual presidente, José Luís Rodríguez Zapatero.

El estratega de campaña británico, que cerró la reunión de alto nivel de la que hablamos y que Catalunya, es una de las figuras emergentes en la izquierda.

Browne está convencido de que la experiencia de Clinton, Blair y González, ayudará a que emerjan las nuevas generaciones de líderes. No cree que el problema de la izquierda en Estados Unidos y Europa sea de ideas. “Creemos que los principios políticos progresistas son los adecuados Pero lo crucial es contar bien la historia, organizarnos mejor, para que el electorado escuche nuestro mensaje.

Se le olvidó al estratega una alusión a la necesidad de respetar los principios. Retóricamente son siempre enunciados, prácticamente nunca son cumplidos. Y esa es la tragedia de la llamada progresía y lo que podría diferenciarles de la derecha, pero ya se ve que es mucho pedir. Felipe González siempre será el gran gurú del PSOE y del PSE. El nuevo Consejero de Gas Natural que todavía sigue dudando si en un país sin pena de muerte consagrada en la Constitución hizo bien o no en volar, con una orden suya, la cúpula de ETA. El hombre que se dedica a dar consejos, a pulir piedras para joyería, a tener una mansión en Marruecos, a decir no a cualquier compromiso de gestión europeo, en definitiva a ser el Faro del PSOE. ¡Que Dios nos coja confesados!.

Fin de año de traca

Lo de esta semana ha sido de traca. El domingo, con todos los miembros de la Comisión Mixta de la Unión Europea, nos desplazamos a Ceuta, el día en el que Goiko lograba la victoria de su nuevo equipo contra el Melilla como nuevo entrenador. Estuvimos allí el lunes, porque el martes en Madrid, había de todo. Desde la aprobación de la ley antitabaco a partir del dos de enero, a tumbar la ley Sinde. Ante la primera, hemos tenido nuestros correos llenos de llamamientos de activistas antitabaco que nos alertaban sobre los peligros de la nicotina y de la no nicotina de las empresas cigarreras. Pero se han quedado contentos. Sobre la segunda ahí está Alejandro Sanz, que nadie sabe donde paga sus impuestos, llamándonos cobardes e hipócritas a cuenta de la bajada de películas y músicas en algo a lo que todavía no se ha encontrado un adecuado término medio. Si las grabas de la radio y televisión, no pasa nada, pero si lo haces de internet, se arma la de Dios es Cristo. Pero me hacen gracia todos estos músicos y cantautores algunos tan progres y  tan beligerantes contra el capitalismo y tan  supercríticos contra la sociedad de consumo pero cuando les tocan el bolsillo, eliminan la poesía y actúan con la agresividad del capitalista más radical. No digo que en algún aspecto no tengan razón pero  el atajo encontrado por el gobierno con una disposición en esta ley de Economía Sostenible y rechazada  ayer, era una solución insólita que no hemos apoyado. Este follón   debe dar paso a una negociación sensata que de satisfacción a todos.

Y hemos tenido en todos los medios la sobreactuación del super ministro Pérez  Rubalcaba presente  hasta en la sopa, haciendo incluso  de presidente y viajando a Afganistán. Es curioso como las apuestas primigenias  de Zapatero con Bibiana Aido, Corredor, Leire Pajín y con una nueva generación hayan quedado en ésto. En Ministras reconvertidas en Secretarias de Estado y en un ministro de Felipe González como  rey del mambo con lo que se demuestra como a veces el marketing  intrascendente  impuestos bombo y platillo sobre la sustancia, la experiencia y la trayectoria al final no tienen el menor recorrido. Mucho más después del impresentable comentario del presidente que ha dicho que solo sabe su esposa Sonsoles y uno más si seguirá o no, o si se presentará o no. Poca seriedad y autoridad en un líder político que suma a los suyos en el desconcierto, aunque lo que les debería sumir en la perplejidad y en el abucheo hubiera sido responder las impresentables declaraciones de Felipe González justificando el asesinato de miembros de ETA. ¡Menudo líder democrático anda suelto por ahí, ahora en la Consejería de Gas Natural a dietas supermillonarias!. No me digan que el discurso y la práctica ética de la democracia española no es de bajísima calidad. Parece el patio de monipodio.

Por esta razón  ha pasado desapercibida la aprobación de los presupuestos generales del estado y la ley de economía sostenible, donde hemos logrado que Petronor consolide su vida y dé trabajo a mil familias por otros cuarenta años. Que se dice pronto. En fin. Que terminamos el año mejor que el PSOE en Andalucía que lo tiene claro. Parece ser que acaba su ciclo en aquella autonomía que es además el gran caladero de votos del PSOE. Sin Andalucia y sin Catalunya, no hay Moncloa. Todo termina.

Lo que parece no terminar es ETA. A mí todas estas ruedas de prensa y manifestaciones y cadenetas de la Izquierda Abertzale los fines de semana, las veo y oigo como quien oye llover. Mientras ETA no decida parar y disolverse, no hay nada que hacer y el robo en Toulouse de material informático nos ilustra que siguen ahí pensando en acciones criminales. Extraña manera de escribir comunicados. También robar y estar activo es una manera de comunicar. Y ante esto, los Otegis y los Rufis Etxeberría algo deberían decir. No lo dirán, por lo que seguiré sin hacerles el mínimo caso.

Y, lo mejor, el empate del Athletic ante el Barcelona. La primera vez en 25 años que no nos meten un gol. Bueno, pues parece que no todo está perdido. De momento David hasta puede ganarle a Goliat. ¡Sería la monda!.

Lealtad a cambio de impunidad

Ha pasado por Bilbao Terry Gould, periodista de investigación quien ha recogido un premio por su valentía.

Su abuelo pasó gran parte de su vida entrando y saliendo de cárceles y ambulancias hasta que al final le dieron un balazo y lo arrojaron desde un tejado de Brooklyn. “Las mafias y el crimen organizado fueron parte de mi infancia. Llegué a aprender cómo piensan los criminales”. Pero consiguió escapar de sus redes. En “Matar a un periodista”, Terry Gould, que recibió en Bilbao el Premio Portell a la libertad de expresión, descubre las repugnantes prácticas de caciques, funcionarios, militares, presidentes o policías que costaron la vida a siete periodistas en cinco países donde callar al mensajero sigue saliendo gratis.

Le preguntaron si aquella vida le sirvió para aprender cómo piensan los criminales y contestó:

“Aprendí muy rápido y de muy pequeño cuáles son los mecanismos que rigen las sociedades construidas sobre el crimen organizado. Supe muy pronto que en algunos países la persona de mayor relevancia política actúa como un jefe de la mafia. Él nombra a sus “ministros” y lo hace en función de un único principio: lealtad a cambio de impunidad sobre cualquier crimen o delito. Y si alguien investiga al jefe tienen autorización para matar. Hay países enteros cuya organización funciona igual que la de las mafias”.

No sé porque todo esto de los ministros, la lealtad y la impunidad, me ha recordado a Felipe González que le dijo a Juan José Millás que seguía teniendo la duda moral de si volar la cúpula de ETA hubiera sido o no lo procedente. En España que sepamos, como en Francia, no existe la pena de muerte.

En España, se ha protestado poco por esto y por Nueva York anda este señor pavoneándose con Clinton, Blair y Carme Chacón. Pero en las Juntas Generales de Gipuzkoa, con la sospechosa reprobación del muy moral PSE, han pedido se le investigue. Hay que recordar que en Álava, Txarli Prieto le criticó duramente sus abyectas declaraciones, declaraciones que le parecieron muy oportunas a Zapatero y no digamos a Ramón Jáuregui.

Por eso ha estado bien y valiente que las Juntas de Gipuzkoa le hayan pedido a la Fiscalía del Estado que investigue si el ex presidente del Gobierno Felipe González incurrió en un delito de “ensalzamiento del terrorismo” en la entrevista en la que desveló que pudo “volar” a toda la cúpula de ETA a finales de los años 80. En esta entrevista, González también definió como “un gran tipo” al general de la Guardia Civil Enrique Rodríguez Galindo, condenado como inductor del secuestro, torturas y asesinato de los etarras Lasa y Zabala.

La Cámara “reprobó” estas manifestaciones en una moción presentada por Aralar, consensuada con el PNV, EB, Hamaikabat y Alternatiba, y que contó con el rechazo del PSE y la abstención del PP. No obstante, el representante socialista Julio Astudillo aclaró que “desaprueba” las declaraciones del ex presidente y que su partido “se siente cercano y solidario con todas las víctimas del terrorismo, las de ETA, las del GAL y las del Batallón Vasco Español”. Pero no lo reprobó.

El texto aprobado pide al Ministerio Público que investigue al antiguo dirigente del PSOE por si sus afirmaciones pueden constituir “un delito de ensalzamiento del terrorismo y de personas que han cometido terrorismo o delito contra la dignidad de las víctimas”.

Nada. No va a pasar nada. España es diferente.

En la revista Cambio 16 del 28 de noviembre su columnista Santiago López Castillo en un artículo de la “A” a la “X” justificaba los asesinatos del Gal con este comentario:

Felipe González ha vuelto queriendo o sin querer, a sacar a los Gal. ¿Tenía necesidad de hacerlo?. Porque tiene más entendederas que el Iluminado. Todos, si no jugamos a farisaicos, habríamos aplaudido el GAL pero no en plan chapuza. Juan José Laborda, a la sazón presidente del Senado, me confesó privadamente en su despacho del palacio de la Marina Española “Nosotros lo tenemos claro. Por cada uno de los nuestros, dos de los vuestros”. Era un secreto a voces.