La política vasca debería ser como el queso de Idiazabal

Ahora que  estos  días el queso de Idiazábal es noticia he recordado un comentario que nos hizo en su día Álvarez  Cascos. “No sé cómo lo hacéis -nos decía- pero vosotros que no os ponéis como vascos de acuerdo en casi nada, habéis  logrado poneros de acuerdo en la denominación de origen del queso de Idiazábal, que es magnífico, y sin embargo nosotros, menos cerrados a los acuerdos, no hay manera de lograr una buena unión con el queso de Cabrales en Asturias».

No sé si el tiempo ha arreglado esto pero lo recordé cuando el mes pasado estuve en TV3, en una entrevista con José Cuní y me dijo que siempre que venía a Euzkadi lo hacía por Idiazábal, porque le encanta el queso y lo compra siempre en el mismo sitio. Un año, el alcalde nos envió un ejemplar a cuenta de una ayuda que conseguimos en los presupuestos. Otros tiempos. Ojalá en política pudiéramos hacer como con el queso de Idiazábal pues en él estamos todos los vascos, navarros incluidos, aunque no los municipios del valle de Ronkal, y que está declarado el queso patrimonio gastronómico europeo.

Y es que el día 1 de octubre de 1987 el Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación ratificó la Denominación de Origen Idiazábal. Están acogidas a la Denominación de Origen unas 500 ganaderías y más de 100 queserías, la mayoría de las cuales elaboran el queso con leche de su propia explotación exclusivamente. Tanto la producción de la leche como la elaboración del queso se desarrolla siempre dentro de Euzkadi (Navarra incluida).

Y la noticia es que el queso Idiazábal ha comenzado a traspasar fronteras. Lo ha hecho de forma espectacular en el prestigioso World Cheese Awards, algo así como el mundial de los quesos, que se celebró el pasado mes de noviembre en la ciudad británica de Birmingham. Una treintena de productores del queso Idiazábal con Denominación de Origen se ha traído para Euzkadi nada menos que 41 medallas. Y no lo tuvo fácil. El queso elaborado con la leche de oveja latxa y cuajo natural tuvo que competir con otras 2.629 variedades de 29 países. Gracias a estas medallas, el queso Idiazábal se ha hecho mundial. Ha comenzado a ser conocido y reconocido en los foros gastronómicos internacionales.

A los responsables de la Denominación de Origen Queso Idiazábal no les ha pillado por sorpresa este éxito. No era el primer año que sus queserías acudían a este certamen mundial y volvían premiadas. En 2007, el primer año que estuvieron presentes en la cita, obtuvieron 12 medallas. Aquel exitoso bautismo internacional, que tuvo lugar en Londres, les animó a continuar compitiendo en posteriores ediciones. Así, al año siguiente consiguieron 28 medallas en Dublín,

Con este motivo he leído que uno de los triunfadores del World Cheese Awards, Xabier Aizpeolea, se mostraba satisfecho por haber conseguido tres medallas, dos de oro y una de bronce. Este joven pero experimentado quesero de la localidad alavesa de Zigoitia desvelaba el secreto para elaborar un buen Idiazábal: «Esmero, esfuerzo y poner los cinco sentidos». ¡Todo un lema para la política vasca!.