El domingo en Sukarrieta y el que celebramos hace 34 años

Hace 34 años no teníamos Diputaciones Forales ni instituciones comunes ni por tanto EITB. Tampoco estaban los restos de Sabino Arana en el pequeño cementerio de Sukarrieta. Es la diferencia sustancial de lo que hemos celebrado el domingo 27 en la antigua Pedernales.

Un tiempo magnífico, una buena asistencia, la iglesia llena, la ofrenda floral abundante. La lápida estaba  con los machones que le puso Antón Ormaza, pero a Sabino eso no le hubiera gustado. Quería que su tumba fuera pisada por la gente. El aurresku y el responso. Y tras lo religioso, lo político. Una intervención del presidente del EBB bajo la gran caseta con el toldo blanco, el magnífico sistema de sonido, una buena decoración con las fechas del nacimiento y fallecimiento del fundador del PNV y del nacionalismo vasco, su silueta, y gente joven tras el orador. Pero poca  chavalería ante el público al que se dirigía.

En la campaña hablé de Euzko Gaztedi con Aitor Esteban. Coincidimos en que habría que hacer algo parecido a lo que fue Juventud Vasca de Bilbao. Nada parecido a que los jóvenes repitan lo que hacen los mayores. Baile, euskera, excursiones, presencia, conferencias, formación y mucha vida. Como decía Don Manuel de Irujo: ”Juventud Vasca era un horno”. Lo de ahora está muy languideciente salvo en la Universidad que hacen un trabajo meritorio. Y se podrán poner jóvenes en el escenario como atrezzo. Pero así no se llega a su mundo. Solo es una foto refrescante y necesaria. Pero no todo es marketing, aunque no lo critico porque se da una mejor imagen. La fiel infantería del partido, la mayorcita, aguanta todo lo que le echan  pero me da pena se vaya a desaprovechar esta Asamblea General para conectar mejor con este mundo  joven que existe, está ahí, pero se encuentra muy desmovilizado. Una pena.

Palabras de Urkullu ajustadas al acto y fecha, subida del EBB al escenario, entonación del himno vasco, y a casa. Ya digo, buena asistencia política, aunque alguien me ha dicho que menos gente de afiliados y simpatizantes que el año pasado. No se. Pero ha estado bien. Los medios reseñarán ampliamente la celebración. El acto ha tenido mesura y dignidad. Misión cumplida.

Urkullu ha descrito el acto como un homenaje a Sabino Arana ausente de la nostalgia porque Arana creo el PNV hace 116 años y este partido no solo sigue sino se proyecta al futuro. Por eso voy a recordar lo que hicimos  cuando, tras la dictadura, nos dejaron  hacerlo.

El mismo día, exactamente el mismo día, hace 34 años formaba yo parte del EBB y habíamos superado las elecciones de junio de aquel año. Era la primera vez, que ante una tumba vacía, y comenzando a poner rumbo institucional al país homenajeábamos a nuestro Fundador. Me tocó hablar junto a Pujana y Marcos Vizcaya. El mitin fue más arriba, en la plaza. Me han dicho han construido un edificio y ahora no se puede. Lo hacíamos desde el balcón de la casa del presidente de la Junta Municipal en una placita. Al año siguiente,  ya hubo un pequeño tenderete.

El domingo 27 de noviembre de 1977, como este domingo pasado, hizo buen tiem­po. El buen tiempo necesario pa­ra dar mayor brillantez a los ac­tos organizados en Sukarrieta en honor del fundador del naciona­lismo vasco Sabino de Arana y Goiri.

Fue una lástima que toneladas de tierra taponaran la víspera el túnel del tren Bilbao-Bermeo. El servicio quedó paralizado a la altura del alto Autzagane y el tren alquilado por la Junta de Begoña para llevar a cientos de entusiastas jelkides se quedó esperando una mejor oportunidad. A pesar del incidente  los abertzales del PNV  fue a los actos en coches y autobuses, llenando ya hora y media antes todos los estacionamientos organizados por la ertzaina del partido con sus kaikus azules, que estuvo en todo momento presente haciendo posible que los actos discurrieran en el más perfecto orden y en la más cordial armonía.

Cientos de montañeros en los que se destacaba su juventud. Juntas Municipales con sus enseñas, antiguos gudaris, hom­bres, mujeres y niños en los que se evidenciaba el fervor patriótico que les suscitaba aquella jor­nada se agolparon en el estrecho camino que conducía a la placita de la Iglesia. En ésta y en la propia Iglesia. A las 11:30 con las presencia del Bizkai Buru Batzar en pleno dieron comienzo los actos religiosos. Terminada la misa y ante una plaza totalmente abarrotada dio comienzo el mitin que fue abierto por Antón Ormaza quien en euskera glosó ampliamente la personalidad de Sabino. Desde el balcón de la casa del Presidente de la Junta.

Previamente Ramón Sota había leído un comunicado de la encerrada Junta Municipal de Lemoa en la que se solidarizaban con los actos organizados en homenaje a Sabino Arana. Me tocó tomar la palabra a mi para destacar el hecho de Sabino como figura nacional de todos los vascos. Juan José Pujana cerró las intervenciones recordando a Sabino y a su hermano Luis como forjadores de la conciencia nacional.

Fue un momento de gran emoción cuando el Presidente de la Junta Municipal de Sukarrieta, Jon Bilbao y el juntero Peli Goiri, enseñaron al público congregado, la primera y original ikurriña mandada a hacer por los hermanos Arana y Goiri. Esta ikurriña, que está firmada, ha permanecido guardada por espacio de cuarenta años. Sus actuales depositarios  pensaban donarla al futuro museo vasco por ser parte del patrimonio histórico de Euzkadi. No se si hoy está en la fundación Sabino Arana.

Seguidamente y con la ikurriña, original presidiéndolo todo el Bizkai Buru Batzar y las Juntas Municipales acudieron al cementerio donde estuvo enterrado hasta 1937, Sabino de Arana. La lápida tenía puestas los machones con las cadenas  y estaba adornada por las ofrendas florales de las Juntas. Algo que Sabino no hubiera aprobado.

Jon Bilbao, Presidente de la Junta Municipal de Sukarrieta explicó como dos días antes de la entrada de las tropas recibió una orden del Bizkai en el sentido de sacar los restos de Sabino para evitar su profanación. Lo hizo, ignorando donde se  encontraban en 1977.No estaban en Iparralde sino en Zalla. Segui­damente invitó a los presentes a rezar el Aita Gurea.

A continuación  los asistentes, con la vistosa pegatina de Sabino en la ropa, nos dirigimos a la casa donde murió el fundador del Partido. Fue un acto breve, sencillo y emotivo. Allí en la fachada donde había estado la original placa puesta en 1922 y retirada en el 37 volvía a colocarse. Jon Bilbao tiró de la cuerda y allí volvió a aparecer el recuerdo sabiniano. Los que la retiraron creyeron que el nacionalismo  vasco era  cosa de placas. Quitándola se acababa todo. No se dieron cuenta de la visión revolucionaria de aquel hombre y de que la idea que anunciaba al final triunfaría.  La placa ha vuelto a su sitio y Euzkadi camina  nuevamente  hacia su libertad.

Mucha juventud, mucho entu­siasmo, mucho fervor patriótico, una asistencia masiva difícil de calcular de todos los puntos de Euzkadi y una total adhesión al postulado máximo de Sabino: «Euzkadi es la Patria de los Vascos» marcaron una jornada  de afirmación nacionalista tras el primer Alderdi Eguna difícil de olvi­dar.

«Hemos venido aquí a descubrir una lápida, mas yo no sé si debiéramos hacerlo sin borrar antes algo de lo que en esa lápida se ha escrito».

«Porque cuando todo un pue­blo como hoy aquí nuestro gran pueblo vasco -se congrega arrebatado de emoción en derredor de una casa, en cuyos muros aparece una lápida que dice: aquí murió… la lápida miente.

Porque ese pueblo está procla­mando con elocuencia soberana, que aquél de quien se ha escrito aquí murió, no ha muerto, ¡es inmortal!

Manuel de Egileor 1922

Bien pues en estas dos jornadas he estado. Me quedo con la primera había novedad, ilusión, desapego. Hoy todo ha estado perfecto pero ha faltado el fluido mágico de la complicidad con amistad, la necesaria gasolina para que un proyecto camine.

Un discurso potente

He estado en Sabin Etxea hoy domingo celebrando el 116 aniversario de la Fundación del PNV, día de San Ignacio. Doble motivo para mí. Mis aitas se conocieron en Donibane Lohitzun (San Juan de Luz) estando refugiados y como el PNV, desde siempre, ha celebrado Iñaki Deuna, allí se conocieron en una romería en julio de 1939. A este dato y al hermano de mi ama fallecido, debo yo el nombre que me lo cambiaron bajo el franquismo a Ignacio.

Primero ha habido una ofrenda floral ante la estatua del fundador del PNV. Breve y sencilla, con aurresku incorporado. El alcalde, a mi lado, reñía a los que pisaban la hierba. Y de allí al interior de Sabin Etxea donde el presidente del EBB, Iñigo Urkullu, ha tenido el discurso de la jornada con el EBB detrás. Yo estaba al lado de una de las inmensas columnas al lado de Erkoreka. El hall de Sabin Etxea lleno a rebosar.

El discurso ha sido potente. Ha empezado reivindicando el «Euskotarren Aberria Euzkadi da» de Sabino Arana pasando por la historia de un partido lleno de gente decente, pidiendo a ETA su desaparición y a Bildu ser un agente activo en cumplir esta asignatura pendiente. Por una parte ha recordado la famosa frase de San Ignacio de que «en tiempos de desolación, no hacer mudanza», pero al Lehendakari López le ha pedido lo contrario, es decir, hacer mudanza.

Ha reivindicado lo hecho en esta legislatura por el Grupo Vasco en su empeño de lograr desarrollar todo el estatuto, apuntando un nuevo estatuto para esta nueva legislatura, y recordando que también la renovación debe ser interna aprovechando la Asamblea General.

El público allí presente se ha sentido identificado con las palabras de Urkullu y le ha dedicado un sonoro y largo aplauso. Y de allí,  han ido abajo a tomarse el piscolabis y saludar a los amigos y otros al sol, ya que el día era radiante. ¡Zorionak EAJ-PNV!

Éxito en la cena de Larrazabal

El jueves 2 por la noche, en el Batzoki de Larrazabal, recordamos el 118 aniversario de lo que luego se llamó «El Juramento de Larrazabal». En aquel año de 1893 Sabino Arana había editado cuatro trabajos sobre cuatro batallas (Munguia, Padura, Gordexola y Otxandiano) en un libro al que tituló “Bizkaia por su Independencia”. Aquello llamó la atención del Bilbao “bienpensante” y le pidieron que explicara lo que proponía. Sabino aceptó la invitación para una cena en el txakolí Larrazabal en Begoña (el franquismo lo derribó) y se fue con su hermano Koldobika a leer su propuesta que básicamente decía que en Bizkaia había ocho partidos y ninguno se preocupaba de los intereses de los bizkainos. Y de ahí surgió todo lo demás.

Para recordar este hecho «Betiko Lagunak», grupo movido por Txomin Saratxaga organizó en el Batzoki de Larrazabal ésta cena llamando a gentes de «todas las sensibilidades del nacionalismo» como dijo en su presentación. Recordó asimismo como durante este año habían fallecido Antón Ormaza, Lurdes Munitxa y Sabin Intxaurraga y dio la palabra a Juan José Pujana, quien fue el primer presidente del Parlamento vasco, que con entonación leyó aquel manifiesto de Sabino Arana. La idea era haberlo hecho entre unas veinte personas, pero para agilizar el acto se pensó en sola una, que en el caso de Pujana, lo hizo muy bien.

Tras la cena Txomin volvió a agradecer la presencia de todos los convocados leyendo las adhesiones de otros muchos y lamentando que el local no hubiera sido más grande, ya que las peticiones para estar presentes fueron muchas, y, habida cuenta que se encontraba presente Ramón Sota con dos de sus hijos y que su tatarabuelo había estado en aquella cena germinal, le preguntó sobre el nacionalismo vasco actual tanto a él como a sus hijos. Y para las diez y media y tras entonar todos el Euzko Abendaren Ereserkia, nos despedimos con el buen sabor de un encuentro entre abertzales.

El alcalde Azkuna no pudo acudir pero envió en su representación a Ibón Areso pero sí estuvo presente el Diputado General de Araba, Xabier Aguirre y el presidente del B.B.B. Andoni Ortuzar. Josu Erkoreka excusó su asistencia habida cuenta que había llegado de un viaje desde Egipto con trastornos de salud. La lista de los presentes fue ésta: