Zapatero contento, Rajoy cabreado.

Este domingo ha estado Zapatero en Ponferrada con los suyos. Llenazo. Se le veía distendido y retador.

Hace quince días estaba hecho polvo. El acuerdo del viernes con el PNV le ha dado año y medio de tiempo político  para recuperarse. Y año y medio en política es una eternidad. Estoy seguro de que se puede recuperar si hace los deberes europeos, cumple lo que ha pactado con nosotros y coge dos o tres banderas de fuste. Nos ha agradecido a nosotros y a Coalición Canaria, nuestro “sentido de responsabilidad”. Bueno, eso es  relativo. Hace un año nos mandó a galeras  fuera de Ajuria Enea y del Gobierno Vasco y hemos tenido que hacer de la necesidad virtud. Entre un Zapatero débil y un Rajoy con mayoría, ningún nacionalista vasco sensato busca al PP en La Moncloa, de no ser que quiera la confrontación total bajo el grito de guerra “cuanto peor, mejor”.

Pero si Zapatero está relajado Rajoy está cabreado. Y Cospedal, su secretaria general dice que hay que ponernos encima luz y taquígrafos para saber que hemos firmado los del “sindicato de intereses PNV-PSOE”. Que diga misa esta señora  que siempre está  cabreada.

Nosotros a lo nuestro que es Euzkadi, Zapatero a sus zapatos, que son la economía y Rajoy a hacer una oposición sensata a la que hemos echado un jarro de agua fría por el acuerdo, entre otras cosas, por la prepotencia de un PP que hasta ayer casi no sabía que existíamos.

Pese a que el PP lo tenía más que descontado, el pacto estable alcanzado entre el PSOE, el PNV y Coalición Canaria ha irritado  mucho a los populares. Una de las claves de su estrategia es incidir en la soledad parlamentaria del Gobierno, y si este pacto se concreta, eso desaparecerá. A Rajoy le molesta eso, que trastoca en parte sus planes de oposición, pero lo que más le preocupa es el coste político de ese pacto con el PNV. En público y en privado, el entorno de Rajoy insiste en que el problema es que con este pacto se favorece la posibilidad de que el PNV regrese rápidamente al Gobierno Vasco y trunque así uno de los experimentos políticos más novedosos  y más injustos y sucios de los últimos años, el Gobierno del PSE  en  Euzkadi con apoyo del PP con un frentismo españolista disfrazado de normalidad. Falsa normalidad.

En el  mitin  del PP en  un hotel de lujo en San Bartolomé  tuvieron un gran ambiente de total entusiasmo, Rajoy comparó este pacto con el que Zapatero alcanzó sobre la reforma del Estatuto de Catalunya en 2006 con Artur Mas, líder de CiU, también en la oposición, como el PNV. Rajoy cree que Zapatero ha vendido a Patxi López como antes vendió a Pasqual Maragall. No se acuerda del suyo de 1996. Alli, sin ser necesarios, pactamos la Investidura de Aznar. Y lo hicieron porque nos querían cerca. El PSOE tiene munición para darles en el cocorote.

Erre que erre

“Los pensionistas, las pymes y España pierden en este pacto para que Zapatero siga un año más y el PNV deje en posición de enorme debilidad al Gobierno de Patxi López. Ya pasó con el Estatuto. Zapatero pactó con Mas y dejó de lado a Maragall y luego engañó a Mas. Ahora debilita a López y transmite el mensaje de que para los temas importantes lo que cuenta es el PNV. Al final engañará al PNV, y si no al tiempo. Esto es un sindicato de intereses particulares contra el interés general”, dijo el líder del PP. También criticó el “apoyo vergonzante” de Coalición Canaria , que le hace “corresponsable” de la situación económica.

Miren que argumento utiliza. Los que gobernamos somos nosotros. Nadie se lo cree. La semana que viene, se verán en el congreso las enmiendas a la totalidad de los presupuestos. No van a prosperar. Allí verá el PP su inmensa soledad. En democracia un solo voto es decisivo y de oro. Y ellos, por mucho que les digan las encuestas que tienen 14 puntos de diferencia con el PSOE, esa distancia, a partir de esta semana, comenzará a cambiar y a achicarse.

Al tiempo.