¡Quiero un entrada para la final!

Esta es la frase del mes. No porque la diga yo, que también la digo a todo el que me quiera oír, sino porque la dice todo el mundo. Aunque yo matizo… quiero una entrada para la final SIN REVENTA. Si ya lo primero es difícil de conseguir… lo segundo es poco menos que un milagro. Estos días se están recogiendo en San Mamés las entradas que tocaron tras el sorteo. Sólo de pensar que algunas de ellas serán utilizadas para revenderlas se me abren las carnes. Ya sé que ha pasado toda la vida. Ya sé que siempre hay mucho listo que quiere hacer el agosto. Ya sé todo lo que estáis pensando, pero… qué le voy a hacer, se me revuelven las tripas.

El objeto de deseo

Ayer me ofrecieron desde Madrid dos entradas a 250 euros cada una pero eran de palco. Supuestamente sin recargo. Cuando dije que sí… tras un tiempo de pensar el que las ofrecía me envió un mensaje diciendo «que se había confundido» , que las de palco eran a 700 euros, que las de 250 eran otras… No especificó cuáles, aunque supongo que serán en los váteres o así… No hijo, no. No las quiero, gracias. El que la ofrecía era un seguidor del Atlético de Madrid, que mira qué suerte él sí tiene entradas, porque se las ha dado Gil Marín, decía. !!Qué te aprovechen!!

Así mismo, que les aprovechen a todos los enchufados, conocidos de la Federación, o Federaciones, árbitros,  conocidos del Atlético de Madrid,… a los que el Barça y el Athletic les trae sin cuidado, pero que han visto una mina de oro al pensar que los súper aficionados del Athletic son capaces de pagar una barbaridad por ver a su equipo.  Aunque en el descargo de éstos diré que por lo menos no son del Athletic…

Pero que el aficionado del Athletic se lo revenda a otro… me parece de todo… menos bonito. Y aprovecho para denunciarlo desde aquí. No deberíamos comprarlas (otro milagro), y así que se las tuvieran que comer.

Conclusión: Me iré a Madrid sin entrada, esperando que algún alma súper caritativa, si después de ofrecérsela a todos sus amigos no ha encontrado a algún comprador (otro milagro más…), se acuerde de mí. 

Siempre he creído en los milagros… Así que… ¡MUCHÍSIMAS GRACIAS!