En Bilbao se puede hablar de todo abiertamente y sin herir la sensibilidad de nadie. Llamamos a las cosas por su nombre. Al desayuno «piscolabis», al beber «potear» y al Athletic «religion». En cambio las sensibilidades de los americanos, para depende que cosa, es muy «susceptible». Así que para evitar problemas, usan Eufemismos, que no es lo mismo que Eufemio, que era un amigo mío de la EGB y del Madrid, claro con ese nombre. Si se hubiese llamado Iñaki sería del Athletic, seguro.