No saber dónde estás

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Mariano Rajoy no sabía dónde estaba, o lo sabía y le daba igual porque piensa que él es un ser superior al que todo el mundo, literalmente, escuchará y dará la razón gracias a la fuerza de sus palabras. No sé sobre qué prefiero pensar que Rajoy es un ignorante, pero lo cierto es que se fue a Brujas, el corazón de Flandes, donde las últimas elecciones las ha ganado el partido nacionalista flamenco con 55.000 votos de diferencia, a decir: “Una Europa presa de los nacionalismos secesionistas y excluyentes correría el riesgo de verse diluida y debilitada”, según ‘Cambio 16’.

¿Y si…?

¿Y si hubiese por ahí otros como “el pequeño Nicolás”, imberbes y meritorios, haciendo de enlaces inocentes entre empresarios y políticos del PP, e incluso el Rey, y la de Nicolás Gómez solo fuese una cabeza de turco para desviar la atención? Podría ser, pero el nivel de quien nos ocupa parece que solo está al alcance de unos pocos: “Mantenía contactos constantes con algunos de los concejales del Ayuntamiento de Madrid a quienes ‘asesoraba’ y hacia ‘papeles’ aunque sus consejos generalmente no llegaban a ningún sitio (…) Alardeaba de tener una buena relación con Ana Botella e incluso varios policías le han visto en alguna ocasión viajar en el coche de escolta que seguía a la alcaldesa de Madrid” (‘Vozpópuli’).

Ven, que te espero

Gemma Ubasart, doctora en Ciencia Política y profesora, dice en Twitter que “la prensa se esta ganando ley d medios a pulso” (sic) por una portada de ‘El País’ en la que hay un titular sobre Podemos que no le gusta. Al parecer, no destaca lo que debería de destacar. Personalmente, solo puedo decir que espero seguir en esta columna cuando se aplique la ley de control sobre los medios de comunicación que propone Podemos, básicamente, para pasármela por el arco del triunfo. Ir contra lo establecido les está saliendo bien, pero cuando les toca proponer ya vemos lo que les sale.

El mapa del paro en España

En el mapa que publica ‘El Blog Salmón’ hay un error: Baleares tendría que estar coloreada en amarillo, pues su porcentaje de desempleo es superior al 16%. También podríamos considerar erróneo o, cuando menos, poco rigurosa, la elección de colores: las comunidades con menos paro (la CAV y Nafarroa) carecen de color, las que tienen más del 17 (Madrid, Castilla León, Catalunya, Galiza, etc.) están en amarillo; las que tienen más del 24 (Extremadura, Castilla La Mancha, Valencia y Murcia), en verde; y Andalucía y Canarias, con más del 30% de paro, en azul. Pero de lo que no nos cabe duda es de que este es el mapa de la vergüenza para España.

Así funcionan estas cosas

Es la versión de Ignacio Pato, periodista, en Twitter, donde tiene más de 2.000 seguidores. Pero es una versión absolutamente verosímil para quien conozca cómo funcionan algunos en el sector del “social media”, la red 2.0 y todos esos nombres rimbombantes: le han ofrecido 200 € por un trabajo de tres semanas que consiste en usar fotos y nombres que otras personas hayan subido a Internet y, con ellas, crear perfiles falsos en una web de encuentros para “animarla”.