Sí, es miedo

Sí, alguien está jugando con el miedo de la ciudadanía. Ya que no fue útil la coacción a los políticos catalanes, que veían a sus compañeros condenados a pagar varios millones de euros e incluso detenidos, ni fue útil impedir violentamente el derecho al voto y los recuentos, “alguien”, insisto,han decidido poner en marcha un efecto dominó perverso y varias empresas importantes ya han cambiado su sede social o han anunciado que se irán de Catalunya. Y esto ya ha hecho daño.

El “seny” vasco

Después de muchos días muy intensos creo que lo más sensato que he leído en todo este tiempo es este tuit de Miguel Ángel Puente: “No se puede declarar la independencia con un referéndum así, por favor. Es que nadie tiene un poco de sentido común aquí…”. Porque, sí, se puede estar completamente a favor de que un pueblo elija lo que quiere ser y, precisamente por eso, exigir que esa voluntad se tenga en cuenta con todas las garantías. Está mucho en juego.

Murcia está viva

El conflicto catalán está dando más aire a Mariano Rajoy de lo que parece a simple vista. Para empezar, va a ganar sentado sobre su paciencia, como ha ganado a todos sus enemigos interiores y exteriores. Para seguir, el vaciado de la hucha de las pensiones, las novedades en las investigaciones de los casos de corrupción y hasta otro fallecimiento de un testigo clave han pasado desapercibidos. Para terminar, hasta el caos en Murcia está siendo tapado entre esteladas.

Wismichu contra Dalas…

Tengo que hablarles también de la última guerra entre youtubers porque creo que es mi deber aunque me parezca una castaña. Así que en una columna de opinión sobre lo que considero relevante en Internet tienen que leer que Wismichu ha grabado un vídeo de media hora acusando a Dalas de mentir y manipular por fama y para acostarse con chicas, algunas de ellas menores de edad. Una batalla, se lo aseguro, por todo lo alto ya que ambos son estrellas de este medio.

…Que no va a ningún sitio

Invertí esa media hora en conocer la opinión que Wismichu tiene de Dalas (mala, como supondrán), y después del chorreo del primero (“más estrella”) el segundo vio cómo su canal fue cancelado por YouTube un día. Pero, ¿qué pasó? Pues todo y nada. Me refiero a que algunas acusaciones, como la de la violencia de género, no son un juego de niños. El resto son “movidas” de adolescentes que gestionan fama y dinero, y que sobre esa fama y dinero generan parte de sus temas.