Una vez más

Se llamaba Ghufran Hamed Warasneh, tenía 31 años, era periodista, acababa de empezar a trabajar en una emisora de radio, y ha sido asesinada por el ejército israelí en Cisjordania. Una vez más, abrimos la columna con una muerte violenta, arbitraria, atroz y que, por supuesto, intentarán justificar. Las fuerzas israelíes hablan de confusión, pero ya no cuela como un equívoco que, además, haya habido cargas durante el funeral de esta joven periodista palestina. ¿Qué más tenemos que ver? ¿Cuántos funerales tenemos que contar? ¿Cómo podemos aprovechar esta etapa de sensibilidad para parar a los más inhumanos?

Y otra

Un nuevo tiroteo en EE.UU., esta vez en Oklahoma, en un hospital al que el tirador fue a buscar un médico, según El Periódico de España, ha dejado otras cinco personas fallecidas. Cinco féretros y cinco funerales, y cinco excusas para que los republicanos sigan diciendo que esos asesinatos podían haberse evitado con más armas. ¿Tienen que ir con la pistola al cinto las y los médicos? ¿O mejor se lo encargamos al personal de enfermería? Yo creo que la mejor opción es que los representantes políticos estadounidenses que están a favor de las armas hagan guardia en lugares estratégicos para evitar la siguiente masacre.

La solución australiana

Hace poco leí en Twitter, no recuerdo a quién, que tenía que ser muy difícil ser una persona normal en EE.UU., y estoy completamente de acuerdo. ¿Qué tiene que pensar una persona normal que oye que la solución a los tiroteos es que haya más personas armadas? ¿Cómo tiene que desesperarse una persona normal en EE.UU. que lee este titular y ve que es despreciado por la mayoría de quienes toman las decisiones: “Australia confiscó las armas a sus ciudadanos. Desde entonces no ha tenido tiroteos masivos” (Magnet)? En solo tres meses, el gobierno insular legisló, requisó y destruyó un millón de armas, y solucionó un problema.

No todo es para consumo propio

La invasión Rusa sobre Ucrania ha servido para despertar cierta sensibilidad: hay muchísimo sufrimiento que cae sobre las personas como una lotería desgraciada, y casi todo es evitable, además. Lo vemos también en Israel. Y en EE.UU. cada semana. También ha servido para que conozcamos el armamento por el que pagamos vía impuestos, y sus novedades. Estamos más al día que nunca. Por eso también llegamos a enterarnos de que “las armas rusas capturadas están llenas de microchips estadounidenses” (Galaxia Militar). Chips que el gobierno ruso adquirió cuando Putin era solo un león dormido al que cebábamos sin parar.

El reverdecer de las alianzas

Pero el efecto más importante de la invasión rusa sobre Ucrania, porque va a afectar a millones de vidas en las próximas décadas, es el estado de ánimo que ha generado en los estados, más favorables que nunca a dar pasos hacia alianzas. No solo es la integración en la OTAN de países que se resistían a dar el paso, o las ganas de la propia Ucrania de ser admitida en la Unión Europea: “Abrumador respaldo en Dinamarca a entrar en la política de defensa de la UE. El país nórdico elige acabar con 30 años de excepción y se une así a la política de fortificación en defensa de Suecia y Finlandia”, leemos en República.com.

No es Rusia, es Israel

Si a las selecciones nacionales o los equipos profesionales de Rusia no se le permite competir en las competiciones europeas por su invasión a Ucrania, y este veto ha llegado hasta Eurovisión, no entiendo por qué los organismos supranacionales no toman una decisión similar respecto a Israel después de ver, como hemos visto todos, el asesinato de Shireen Abu Aqleh, y cómo el mismo brazo ejecutor ha atacado y golpeado a la ciudadanía durante el funeral de la periodista. Sí, tenemos que hacer que esta sensibilidad a flor de piel sirva para algo: para detener la inhumanidad se dé donde se dé. Euskadi, incluido, ya que estamos.

No son vehículos, son personas

A estas alturas todos conocemos que la comunicación en tiempos de guerra es muy importante para deshumanizar al enemigo. Y porque lo sé me niego a contribuir a esa mecánica: no me preocupan los “58 vehículos de guerra rusos que intentaba cruzar un río en el Donbás” (Infobae), sino las personas que iban en ellos y que ahora están muertas, heridas o detenidas (espero que con todas las garantías). Además del drama humano, resulta innegable que el ejército ruso sigue dando muestras de ser un gigante con pies de barro que destruye y genera un dolor innecesario pero avanza poco y mal.

Tampoco son los bitcoins, sino las personas

La batalla del relato que ha intentado librar el gobierno de El Salvador ayudado por todos los criptoentusiastas del mundo también tiene mucho de relato bélico. En este caso, además, la deshumanización del país marca quiénes eran los enemigos para los defensores del uso de bitcoins como moneda oficial: ni Nayib Bukele ni quienes le aplauden se han referido a la ciudadanía salvadoreña con la asiduidad que la situación requería. Su maniobra macroeconómica suponía un pulso a los mercados, una nueva economía, pero, ¿qué suponía a las personas? ¿Y ahora que su economía está a punto de colapsar?

No es fútbol, son negocios

El fútbol no es rentable. Y no me refiero al FC Barcelona. La burbuja del fútbol ya no puede hincharse más: vamos a los estadios a horas intempestivas para que puedan ver un Athletic – Celta en China, compramos las camisetas a 100 eurazos para que también las tengan disponibles en India, y a menos que encuentren vida futbolera en Marte, ya han impactado a todos los mercados con poder adquisitivo. Con todo, el fútbol no es rentable. Y pese a ello, compañías como Movistar insisten en ofrecerlo y en buscar en él la mejora de los números. No soy su consejero, consultor, ni gurú, pero, ¿cuánto van a tardar en verlo quienes sí lo son?

Es futbolista y es persona

Hoy cierra una etapa Erika Vázquez, “la futbolista con más partidos y goles en la historia del Athletic femenino”, como la han descrito en la cuenta en Twitter del Club. Una mujer que lo ha hecho todo con la camiseta rojiblanca. Una persona que ha mostrado lealtad, fuerza de voluntad, energía, valores y su sonrisa cuando ha hecho falta mostrar cada una de estas cosas. Hoy se va una grande no solo del Athletic, sino del fútbol mundial, que no tendrá tantos títulos (ni tanto dinero) como otras y otros, pero que seguramente haya aportado más a sus compañeras y lo que es lo mismo, al Athletic Club, que muchas estrellas.

El huevo de Iglesias

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En su conquista de todos los hitos históricos, Pablo Iglesias ya está preparado para que el suyo sea más famoso que el huevo de Colón. El huevo que le salpicó pero que, según Pablo Echenique, presto a todo lo que necesite su líder, no iba ni para él ni para el representante de los taxistas, al que impactó de pleno. El huevo iba para los antidisturbios, que ni siquiera salen en las imágenes, según Echenique, y no es un problema de puntería, sino de mala fe de quien no lo posee la clarividencia de los Pablos.

Los amigos de sus amigos

Porque Pablo Iglesias triunfó ayer entre los taxistas igual que triunfa como europarlamentario, portavoz en el Congreso, profesor de Universidad (de esto hablaremos mañana) y hasta macho alfa entre las políticas de izquierdas. También triunfa en la televisión y mantiene su programa en HispanTV, ese canal en castellano del régimen islamista iraní en el que Melisa Ruiz, líder de la organización neonazi Hogar Social Madrid, es requerida como “analista internacional”. Ese es el nivel.

Bien por quien se afilia

He criticado el apoyo de José Carlos Díez a Susana Díaz porque creo que un recién afiliado tiene que ser más prudente y porque un profesional de su altura tiene que estar por encima de las luchas internas. Pero le alabo que, en este tiempo de crítica a los partidos en los que han militado antes los de “la nueva política”, haya dado el paso de afiliarse y de defender sus ideas económicas con el carné de un partido en el bolsillo porque, sí, es perfectamente compatible, respetable y hasta admirable.

Sí, es en Kabul, pero también son privilegiados

Casi 100 muertos y 300 heridos en un atentado en Kabul. Una noticia atroz que, si abre algún medio digital o en papel, no se confundan, no es porque las víctimas sean afganas, sino por todo lo contrario: la masacre se ha producido en la “zona verde” o de máxima seguridad (y privilegios) de la ciudad. Y en ese dato está la noticia y el riesgo: como tuiteaba Mikel Ayestaran, es “impresionante” que los autores hayan sido capaces de meter un camión bomba en ese perímetro.

Máximo idiota

Sí, me voy a permitir hacer el juego tonto de palabras con el nombre de Maxime Hamou, el tenista francés que ha sido expulsado del Roland Garros después de haberse propasado con Maly Thomas, una periodista de Eurosport que fue a hacer su trabajo (unas preguntas) y se encontró con un baboso de 22 años que intentó besarla varias veces en pleno directo después de agarrarla y aproximarla sin opción de que Thomas se zafara. Una actuación deplorable que como tal hay que censurar con contundencia.

La foto del «no»

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La foto del “no” la sacó la agencia ‘France-Presse’, y la vimos en el ‘The Guardian’, el ‘Financial Times’, el estadounidense ‘The New York Times’, los franceses ‘Le Figaro’ y ‘Sud Ouest’, y el catalán ‘Ara’. No fue la única que se repitió, pero sí la más significativa porque expresaba una explosión de júbilo contenido y, lo que es más relevante, mostraba por fin alegría en las filas del “no”. Medios en papel y on-line han tenido que esperar a la madrugada siguiente a la gran jornada del 18 de septiembre de 2014 para mostrar la negación como algo positivo.

Con esa imagen o con otras, la mayoría de medios internacionales recogieron en sus portadas digitales el resultado del referéndum. El sistema de recuento escocés, sometido gustosamente a la burocracia y las formas, como explicaba Oier Llinás en ‘Onda Vasca’, impidió que viéramos cómo grafistas y diseñadores intentaban sorprendernos con las primeras en papel. Un ejercicio que, previendo esta circunstancia, abordaron en el Reino Unido el mismo jueves. La recopilación de portadas que difundió Juan Antonio Giner esa misma mañana por medio de Twitter fue, sencillamente, espectacular.

En el contenido, sin embargo, no hubo muchas diferencias. La mayor parte de la prensa mundial, no podía ser de otra manera, estaba con el imperio y la metrópoli londinense. Algunos no han cambiado demasiado desde que, en 1707, Escocia accediera a unirse al Reino Unido agobiada por sus problemas económicos. Ayer, en la “home” de ‘The Guardian’ no hicieron diferencias entre las ediciones escocesa y “no escocesa”. Con algunos mensajes sibilinos hacia Cameron, el módulo principal mostraba el éxito unionista. Para ‘The Scotsman’, lo importante era que los propios escoceses habían apostado por el “no”. ‘The Times’ ponía el foco en lo mismo: que el resultado de la votación lo habían decidido los propios escoceses, y que esa era su voluntad frente al “sueño” de Salmond. ‘Financial Times’ era el único que llevaba a portada las reacciones de las redes sociales digitales, pero su preocupación central eran los cambios que afrontará el Prime Minister en cumplimiento de su promesa, y sus consecuencias. Finalmente, entre los grandes medios británicos, la portada de la ‘BBC’, muy criticada por su clara posición unionista, reflejaba fielmente el alivio que generaba el resultado: la foto de una mujer entre el llanto y la alegría incontenibles, junto a otras personas con los brazos en alto, resultaba de una honestidad atronadora. Al mismo tiempo, la web de la radiotelevisión pública británica parecía deseosa de pasar esta angustiosa página: noticias ajenas al referéndum iban ocupando los espacios de privilegio.

Por su parte, el ‘Herald Scotland’, uno de los pocos que se mostraron abiertamente favorables al “sí”, anuncio que ha generado un incremento en sus ventas, recogía en primer lugar el dato de participación (un 84%), y después el resultado del referéndum. En este medio, los dardos apuntaban al ministro principal de Escocia: “¿Hemos visto lo último de Salmond?”, se preguntaban con evidente intención.

El principal medio de los vecinos de Irlanda del Norte, el unionista ‘Belfast Telegraph’, daba carpetazo al asunto, y la única noticia destacada añadida al “no” escocés era la promesa de Cameron. Las cuestiones de transferencias y reformas, en el norte de Irlanda, siempre generan cierto interés por la parte que les puede tocar. Si atravesamos el “peace line” vemos que el ‘Irish News’, que no destaca por su capacidad de reacción, seguía centrado en la controvertida figura de Ian Paesley junto a sucesos locales.

Pese a la diferencia horaria, al otro lado del charco, sobre todo en EE.UU., el asunto no pasó de largo. La ‘CNN’ hacía un juego de palabras con “un reino unido”, ‘The New York Times’ hablaba de “jornada histórica”, y ‘USA Today’ era, posiblemente, el que más jugaba con la emoción. En concreto, con la de Cameron y su “corazón roto” si Escocia se hubiera independizado. Sin embargo, en el ‘Washington Post’ hablaban del corazón roto del nacionalismo escocés. En una ciudad habitada por descendientes de emigrantes irlandeses y escoceses, ‘The Boston Globe’ también celebraba el unionismo. En estos medios, por un lado, era posible leer con naturalidad la palabra “rechazo” para referirse a la independencia, y por otro lado, en todos ellos el análisis y la contextualización estaban presentes: el nacionalismo como palanca de la independencia es un fenómeno que, por incomprendido, les fascina.

La noticia también llegó al primer puesto del principal agregador de noticias en inglés, ‘Reddit’, y a la portada de la versión inglesa de ‘Al Jazeera’, que incluía dos despieces: uno sobre el voto joven (independentista), y otro sobre lo que ellos llamaban el “efecto Québec”. Precisamente en ‘Le Journal de Québec’ eran muy escuetos: “Victoria del ‘no’ en Escocia”. Junto a esta información, otra que versaba sobre la presencia de Pierre Karl Péladeau, hombre del negocio informativo y miembro del partido “québécois” que afirmaba que se había trasladado hasta Escocia para aprender.

En la América castellanoparlante, ‘Clarín’ ubicaba la noticia por detrás del déficit fiscal y la victoria de Boca Juniors, con un tono muy aséptico, y destacaban más las ausencias (como la de ‘Venezolana de Televisión’) que las presencias. Y en el resto de Europa, ‘Le Figaro’ conjugaba el rechazo escocés con la mano tendida de Cameron, cuestión que ‘Libération’ llevaba como tema principal. Para ‘Le Monde’ la noticia era que Escocia “no será un país independiente”, con un enfoque similar al del ‘Sud Ouest’. También, el catalán ‘Ara’ y el italiano ‘Corriere della Sera’ llevaban ese “no” en portada, pero en el diario romano el tema quedaba relegado después de uno más local. En cualquier caso, ninguno de estos medios hacía mención a una posible salida de los escoceses de la Unión Europea.