¿Qué va a decirnos Sánchez?

¿Qué va a decirnos Sánchez si, como parece, finalmente nos manda a elecciones? ¿Que hay que votarle a él para que no gobierne la derecha? Pues él le ha dado una segunda oportunidad. ¿Que derogará la reforma laboral cuando sea presidente? Un año lleva sin hacerlo. ¿Que él nunca quiso elecciones y la culpa la tienen todos menos él? Eso, directamente, no hay quien se lo crea. De hecho, según El Independiente, casi la mitad de los españoles opinan que Pedro Sánchez es el culpable de la repetición electoral, y en eso va a coincidir toda la oposición. A ver cómo lo levanta.

Los Primo de Rivera, encantados

En esta situación de transitoriedad en la que parece que a Pedro Sánchez le da igual lo que pueda pasar, salen beneficiados, cómo no, los de siempre: “El Gobierno en funciones ha renovado el ducado que el dictador Francisco Franco concedió a José Antonio Primo de Rivera a título póstumo. ‘La sucesión en el título de Duque de Primo de Rivera, con Grandeza de España, ha sido solicitada por don Fernando María Primo de Rivera y Oriol, por fallecimiento de su padre, don Miguel Primo de Rivera y Urquijo [sobrino del fundador de la Falange]’, reza la nota del Ministerio de Justicia publicada en el BOE” (Público).

Y todos buscan ya su hueco

Al modelo Sánchez de vivir en una precampaña constante le ha salido un imitador: Albert Rivera se ha puesto el traje de la batalla política y ha aparecido en medios digitales este fin de semana, antes de hacer una propuesta más electoralista que parlamentaria, asegurando que él quiere ganar y no ser bisagra. Y ahí patina. Porque Rivera, precisamente, fue el que vendió que con Ciudadanos se iba a acabar la dependencia con los partidos nacionalistas vascos y catalanes para formar mayorías… Y no es así. Es lo malo de venderlo todo: que no te acuerdas de lo que te compran y haces el ridículo durante las reclamaciones.

Tambores electorales también en Catalunya

Si algo le viene bien a Rivera (el de Ciudadanos) es que durante la campaña, seguramente, conozcamos la sentencia a los políticos catalanes presos por ser nacionalistas. En principio, esto tampoco le viene bien a Sánchez, por cierto, que deberá marcar perfil… Y puede alejar a socios de gobierno por el camino (PNV y ERC no han podido ser más posibilistas). Lo que seguro que genera, también, es movimiento electoral en Catalunya, donde empezarían con esta campaña y seguirían hasta los comicios autonómicos, tras los que podría gestarse un nuevo gobierno de concentración, según Pere Aragonès (El Nacional).

Se trata de intoxicar

Alfredo Perdiguero, subinspector de la Policía Nacional y tuitstar, mantiene el tuit en el que confunde el grito de los jugadores del Anaitasuna antes de empezar los partidos (“gora Anaita!”) con un “gora ETA!”. Sosteniendo esta confusión sostiene la posibilidad de seguir extendiendo el “todo es ETA” que, acabamos de verlo con un juicio anacrónico, todavía tiene adeptos. Si Perdiguero quisiera terminar con el error y la intoxicación solo tiene que eliminar el tuit y pedir disculpas. Pero no lo hace porque esto, al parecer, no va de la verdad ni de tender puentes, sino de todo lo contrario.

Rufián, aprendiz de canallita

La primera vez que vi a Gabriel Rufián en el estrado del Congreso me sorprendió. A partir de la segunda empezó a aburrirme. Y en Twitter, donde tiene más de medio millón de seguidores, siempre me ha parecido un aprendiz de canallita que no da para más. Esta Navidad, además, se ha vestido de aprendiz de fascista al señalar al periodista que escribió una pieza (bastante insustancial) que no le gustó sobre qué cenarían los presos de Estremera, entre los que está Junqueras.

Las hordas

Fuimos muchos los que criticamos en Twitter la acción de Gabriel Rufián, de corte fascista, de señalar en esta red social al periodista que escribía algo que le incomodaba. El diputado de ERC fue retuiteándonos para lanzarnos a su más de medio millón de seguidores. Muchos de ellos nos respondieron duramente y todos los que lo hicieron tenían un perfil similar: un alto concepto de sí mismos y una gran necesidad de que otros (Rufián, en este caso) les digan qué tienen que pensar.

Es tan básico que necesita plantillas

A Gabriel Rufián se le ha relacionado con Bernat Castro, el asesor de políticos, de ERC, que tuvo que dar un paso atrás cuando un repaso periodístico a su propio Twitter le presentó como machista y racista. Incluso hay una foto de Castro y Rufián mostrándose admiración, pero no sabemos si le asesoró en el manejo de su Twitter. En cualquier caso, Pablo Haro demuestra en 4UPress que elmismo Rufián admirado por medio millón de tuiteros usa plantillas para sus mensajes.

El delito de las cenas de Navidad

Vaya, el tema de las cenas con dinero público tiene interés: Alfredo Perdiguero, de la Policía Nacional, se quejaba en Twitter de la que habían tomado el 24 los agentes que siguen en los cruceros del puerto de Barcelona. Pasta con un mejillón, unos fritos con muy mala pinta y un botellín de agua. Pero, ¿qué esperaban unos y otros? ¿Por qué no preguntan a médicos y enfermeras de la Sanidad Pública cómo se organizan para cenar lejos de sus familias esa noche?

El final de IU se lo han buscado ellos

IU se disuelve sin remedio en Podemos, cuyo descenso hasta convertirse en la nueva IU va a ser tan largo como imparable, me temo. Pero de momento no se cortan en darnos lecciones, también en Nochebuena, con la foto de un árbol de Navidad en llamas en medio de la calle porque la Navidad es cosa de señoritos, los rojos esa noche cenan como un Policía Nacional de retén en Barcelona. Dos días después de esa “felicitación” nos han querido colar que era una foto-denuncia. Y yo me lo creo.

Que caigan todos

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Reconozco que ayer estuve hasta tentado de reconciliarme con España. Luego, leí el resto de noticias y pensé que el país no tiene remedio. Pero empezamos por lo bueno: el juez Fernando Andreu, de la Audiencia Nacional (esa que durante décadas parecía un juzgado para vascos) ha imputado al exgobernador del Banco de España y otra media docena de responsables de la entidad por permitir la salida a bolsa de Bankia con cifras fraudulentas. Ahora, a por el resto.

Hacer política de esa manera

Me gusta mi papel de cronista político aunque, a veces, tenga que pelearme por defender la integridad de quienes participamos en esta actividad. Una batalla difícil cuando descubres a portavoces de partidos que hacen afirmaciones que saben que son falsas, y pretenden hacer política con ellas. La final de Copa no se juega en Bilbao por una cuestión contractual y logística, y no política, pero a Ana Morales la realidad no le importa para defender los intereses del PP.

Hacer España de esa manera

Les decía al principio de esta columna que la actualidad española, día tras día, me empuja a pensar que es un país sin arreglo, en el que se mezclan los poderes (salvo excepciones como la del juez Andreu), las intenciones y las ideologías de las maneras más diabólicas. Por ejemplo, ¿qué hace un subinspector de la Policía Nacional, Alfredo Perdiguero, con presencia y actividad en Twitter, dando una charla a un colectivo que utiliza claramente simbología fascista? Él sabrá, ¿responderá?

Una foto ganadora

Albert P. Elías acertaba con su tuit: “La gente que critica que haya ganado el World Press Photo 2017 esta foto porque es violenta, supongo que no ha visitado mucho el Prado”. Se refería a la supuesta violencia de la foto de Burhan Ozbilici, que supo captar la imagen del asesino de Andréi Kárlov, el embajador ruso en Turquía que fue abatido en una galería de arte. Ozbilici hizo lo que todos soñamos con hacer: sobrevivir para contar lo que vio con un material extraordinario.

Que lo despidan

Nunca he sido favorable a que rueden cabezas. No obstante, creo que es la única salida en el caso de Javier Martínez, el trabajador (él dice que “cofundador”) de Hawkers que aparca su Ferrari en plazas de minusválidos para que no le rocen las puertas. Martínez es portavoz autorizado de la empresa pero ha generado una crisis de marca y ha sido desautorizado por su propio jefe, Francisco Pérez, que ha calificado de “idiota” su comportamiento y ha aclarado que los fundadores son solo cinco y Martínez no es uno de ellos.