Y ahora, Navalcarnero

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En el asunto del posible desfalco detectado en Navalcarnero preocupa lo concreto y lo general. Lo concreto porque, como bien señalan en Bez, el quebranto puede alcanzar los 500 millones de euros en 20 años de alcaldía de Baltasar Santos (PP), superando incluso el de las tramas Gürtel (120) y la Púnica (250) unidas. Y lo general porque pone de manifiesto una impunidad normalizada con proyectos agigantados, presupuestos inflados y falta de rendición de cuentas.

Un partido más. O menos

El gran problema de Podemos es el de la gestión de las expectativas. Iglesias, Monedero, Errejón… han prometido lo que no pueden cumplir: ser un partido puro, íntegro, que en nada se va a parecer al resto. De salida, en una cosa tan tonta, ya tienen barro por las rodillas, si no más arriba: la fundación (esas que antes calificaban como chiringuitos) de Podemos habría corrido con facturas para ayudar al partido a no superar el límites de gasto en campaña. En concreto, carpas, licores, barriles de cerveza… con los que amenizar los actos.

No a los bulos

Es posible que después del atentado en Londres hayan recibido en su WhstaApp un menaje en el que, de buena tinta, le aseguran que la policía está en un nivel de alerta alto. Pues bien, es un bulo que, una vez más, la policía española se havisto obligada a desmentir. No es el único: hay un montón de ellos que corren como texto en una imagen, fácil de leer y de compartir, sin fuentes, y un poco más difícil de comprobar. Es una de las peores caras de Internet: lo mucho que corre la mentira.

Once años de Twitter

La mayoría lo llevamos usando algo menos de diez años, pero la semana pasada se cumplieron once años desde que Jack Dorsey lanzara el primer tuit de la historia. Desde entonces, como acabo de relatarles, muchos bulos y muchas mentiras, tuits que se han ganado su espacio en los medios, y hasta un presidente de EE.UU. tuitero. Pero de modelo de negocio, nada. Twitter sigue perdiendo dinero (solo 423 millones de euros en 2016) y viviendo de inversores que esperan el pelotazo de una venta milmillonaria a Google.

Cuestión de riesgo… Y respeto

En Panenka pegan un buen repaso pero sin concretar a quién se lo pegan, a cuenta de los irracionales horarios de los partidos de la liga española de fútbol. Hablar de “dirigentes” y señores de la tele es no hablar de nadie en concreto, pero el rapapolvos es necesario incluso así. Yo iría más allá: ¿por qué en el Reino Unido los horarios son más normales? Porque igual que en España, no hay riesgo (millones de personas en otros continentes consumirán los partidos si no lo hacen los autóctonos), pero sí respeto a la afición.