Qué desfachatez

No sabía si realmente titular este párrafo con una de estas palabras: “Desvergüenza”, “desmemoria” o “desastre”. Al final, que Felipe González dijera en El Hormiguero que “la deslealtad a las reglas de juego se paga” creo que es una desfachatez. Porque quien proyecta una sombra en forma de “x” no puede hablar en esos términos de nada y menos de indultos cuando dos miembros de su propio gobierno, Barrionuevo y Vera, fueron indultados por Aznar después de haber sido condenados por una acción del GAL. Ya sé que González, si algo ha mostrado siempre, es que no es de los que se sonrojan cuando hablan.

Balones, fuera

O Arkaitz Rodríguez no distingue entre un fascista y una castaña o sabe muy bien que con su tuit, en el que compara al PNV y a Vox porque la Ertzaintza se ha hartado de ser el pimpampún de Ernai, intenta desviar la atención hacia un enemigo común todavía mayor. Ojo, que el tema no es menor, porque de un señalamiento pasa a otro más amplio, porque evidencia que la violencia para las filas que lidera es un método de resolución de conflictos propis y un modo de aliviar tensiones internas, y porque habla del supuesto fascismo de otros para tapar prácticas fascistas tan evidentes como ese tuit y todo lo que lleva implícito.

Por ejemplo

Igual me he excedido en mi anterior párrafo y Arkaitz Rodríguez desconoce por completo lo que es un fascista. Voy a darle una pista, esto también lo es: “Vox pide que el himno de España suene todas las mañanas en los colegios de Murcia. El grupo municipal del Ayuntamiento de Murcia reclama en una moción que cada centro educativo tenga una bandera nacional en la entrada y una foto de Felipe VI en cada clase” (La Opinión de Murcia). No tengo nada en contra del himno español, pero que el partido que recibe los votos de quienes añoran el anterior régimen proponga adoraciones patrióticas tan parecidas a aquel no es una casualidad.

Y por cierto

La intervención de Miguel Ángel Leal, el responsable de la empresa que quería abrir Corrugados Azpeitia, no solo era esperada: cambia el papel del ayuntamiento en un asunto que trata de centenares de personas que podrían encontrar o mejorar su empleo. Bildu sigue adelante intentando desviar la atención (otra vez) hacia la política de partidos cuando esto va de gestión y voluntad: si el proyecto es correcto, ¿por qué no se lleva a término? Si no lo es, ¿por qué (o por quién) la alcaldesa se ve obligada a mentir? Bildu ha convertido este tema en una vía de agua en su propio casco, y en vez de taponarla, ahonda en ella.

Era una campaña… Y también me sorprende

El supuesto equipo de eSports que había presentado Celia Villalobos, prestándose además a ser su imagen, al final, ha resultado ser parte de una campaña para una cadena de ópticas. Los que nos pasamos el día mirando pantallas sabemos muy bien cuál es el vínculo. Y el atrevimiento de Villalobos para poner en marcha un equipo de gamers o para ponerse en manos de una agencia de publicidad y una empresa, en este caso, de gafas, me sigue sorprendiendo y desconcertando. Ya sé que los políticos son personas, con curiosidad y necesidad de ganarse la vida, pero si me dan a elegir, me quedo con los videojuegos.

Arantxa Tapia

Es una de las políticas de la semana en Euskadi. A su habitual labor de generación de riqueza en la CAV esta semana ha tenido que añadir la de defenderse de los ataques de Bildu porque el ayuntamiento de Azpeitia no ha querido modificar su plan y, en vez de explicar por qué no se abre Corrugados, que es lo que nos interesa a todos, ha jugado la carta del señalamiento. La intervención de representantes de Bildu de todos los niveles ha convertido un tema de empleo e industria en uno político y algunos medios, sorprendentemente, se lo han comprado. Si algo caracteriza a la autocrítica es que ni la hacen otros ni se hace sola.

José Luis Escrivá

Sigo con el tándem al que se suben periodistas y políticos: si algunos elevan la anécdota a exclusiva de un gran periódico, creo que es justo que lo que “se trata de un dato meramente simbólico” pueda tener, por lo menos, un párrafo en esta humilde columna, y más cuando se trata de algo positivo para variar: “Ayer se superó el nivel de afiliados a la Seguridad Social que había antes de la crisis de la COVID-19”. Los entrecomillados forman, junto a una gráfica, el tuit de ministro Escrivá y lo que es, a todas luces, una buena noticia. Una de esas que necesitamos porque estamos todos agotados con los contagiados, los muertos y los ERTE.

Íñigo Errejón

Desde que Más Madrid superó al PSOE en las elecciones que ganó Díaz Ayuso, Íñigo Errejón se ha prodigado en los medios con bastante buena acogida, para desgracia de sus máximos enemigos, que no son de derechas, sino de Podemos. Y habla de todo: uno de sus cortes más valiosos de esta semana puede ser ese en el que apela a una vida tranquila, a que dejemos de estresarnos no ya con el coronavirus o el empleo, sino con el ocio. Que no todo es aprovechar el tiempo libre a muerte para las stories de Instagram, como él mismo sugiere, y descansar y estar simplemente tranquilos no está suficientemente valorado.

Pablo Iglesias

Precisamente Pablo Iglesias, que pagó los platos rotos de la victoria del PP después de impulsar la polarización que tan bien vino a Ayuso, ha decidido tomarse la vida con más calma: ni siquiera tuitea, según Vozpópuli. Y hace bien. Twitter es una red social sobrevalorada y sobrerrepresentada en los medios (empezando por todas las líneas que preceden a estas) que no sirve para comunicarse con nadie, sino para lanzar mensajes. Y la prueba es, precisamente, este abandono (al que se han precedido los de Ada Colau y González-Pons): Iglesias ya no pide que le recomienden series ni opina sobre el gobierno. Todo aquello era teatro.

Celia Villalobos

Esto sí que no lo esperaba: “La exministra y política Celia Villalobos anuncia su equipo de eSports: Candy Crush solo fue el comienzo”. Más allá del sorprendente titular, en 3D Juegos se hacen la misma pregunta que yo me formulo (más o menos): “¿Campaña de marketing o la puerta giratoria más sorprendente? De momento hay pocos detalles sobre el proyecto”. Si algo no es esto es una “puerta giratoria”, concepto que, como el de “fondos buitre” muchos aplican a todo y la mayoría no lo son. Pero volvamos a la exministra, que se ha prestado incluso a participar en el spot promocional de un equipo de gamers. Veremos cómo acaba.

No es la App, es el morro

Nace un banco nuevo, Revolut, que, cómo no, se basa en una App: así, la tecnología nos ayuda a cambiar hábitos porque perdemos la confianza en lo tradicional. Los bancos, además, ayudan a que tomemos la decisión: nos quitan las oficinas y nos hacen pagar por los trámites físicos. ¿Qué más me da pasarme a un nuevo banco si, total, tengo que hacerlo todo por Internet? Lo que sí importa es cómo se construye la nueva entidad: según Eldiario.es, Revolut pone como prueba a los candidatos a un puesto de trabajo conseguir 200 nuevos clientes, les contraten o no.

No es el voto, es la actitud

Me cuesta creer que Celia Villalobos haya votado en contra de levantar el famoso “impuesto al sol” cuando el resto de su partido se ha abstenido. No creo que una política como ella, de vuelta de todo, se vaya a meter en ese fregado. Simplemente, creo que estaba distraída cuando le informaron del sentido del voto, o puede que incluso pasaran de ella. De lo que estoy bastante seguro es de que a Villalobos le dio igual no enterarse como le da igual haberse equivocado. Y esto es lo grave y lo que define al PP: que personas como Villalobos sigan ocupando un sitio y un sueldo en la política.

Nick Clegg como revulsivo

Facebook está ante su mayor crisis de reputación. Siempre ha habido críticos, siempre ha habido noticias controvertidas, siempre ha sobrevolado la duda sobre lo que hacían con nuestros datos y siempre ha habido analistas que la daban por muerta en unos meses. Pero esto va en serio: robos de información, las mentiras que hacen ganar las elecciones a Trump y, ahora, el engaño sobre la viralidad de los vídeos que nos han costado dinero en producción o publicidad. Con todo esto sobre la mesa, Facebook se encomienda ahora al expolítico británico Nick Clegg.

Instagram como escaparate

Para Facebook la caída de su buque insignia, de la red social que lo ha sido todo, que ha cambiado el mundo y que da nombre a la gran empresa en la que se han convertido, es importante. Pero lo van paliando con el modo en que nos hemos acostumbrado a WhastApp y el éxito de Instagram. Todos somos más felices desde que lo tenemos. Por lo menos, cuando posamos para las fotos que verán nuestros amigos. Y es ya una fuente inagotable de costumbrismo mundial: la última moda, la de espiar (en argot, “stalkear”) a los hijos de los ricachones rusos.

Los que mejor se lo han montado

Después de aquel: “¿A qué piso va, señor?”, de pensar que tengo el mismo aspecto que el resto de padres de los compañeros de ikastola de mis hijos y de comprobar que mi peluquero de toda la vida cada vez tarda menos en cortarme el pelo, la mayor muestra de mi propia vejez fue ver un tuit en el que un millenial preguntaba: “¿Alguien sabe qué serie es esta?” mientras mostraba el vídeo de un chiste de Friends que le había hecho gracia. Y es que hace 14 años que se terminó. Sin embargo, sigue reportando 20 millones de dólares a cada protagonista al año y 1.000 a la Warner, según Espinof.

Cavernícolas disfrazados

“Se aplicará el 155 las veces que haga falta hasta tener el gobierno que nos merecemos”. El titular retrata al personaje: Juan Carlos Girauta, que no duda en pasarse la voluntad de la ciudadanía catalana por el arco del triunfo hasta que el resultado de las elecciones le guste. ¡Vaya sentido de la democracia tiene el diputado! Mejor harían en Ciudadanos en dedicar su energía a responderse por qué nadie quiere pactar con Arrimadas pese a haber ganado las elecciones.

“El 80% de los españoles”

Me he tenido que ir hasta 2015, cuando una encuesta afirmaba que el 80% de los votantes del PP estaban a favor de la cadena perpetua encubierta recientemente derogada. Puede que la diputada de este partido, Lola Alba, se refiera a ese dato cuando tuiteó que “el 80% de los españoles está a favor de la prisión permanente revisable que el PP aprobó en 2015”, pero estaría confundiendo su país con su partido. En cualquier caso, ¿qué más da? ¿Todo vale para seguir saliendo en la foto?

Políticos lejanos

Una de las primeras críticas que merecen los gobiernos de Mariano Rajoy (luego vienen todas las demás) es que están formados por millonarios que viven muy lejos de la realidad. No solo eso: no son pocos los diputados del PP que llevan toda la vida con España a sus pies como describió Delibes. Entre ellos, Celia Villalobos se ha ganado que la pongamos de ejemplo de demasiado buen vivir con sus 85.000 € al año desde que en 1989 entró en el Congreso y su descaro hablando de los pensionistas.

¿Empleos?

Acierta mi compañero Roberto García en Twitter con su crítica a la base de la noticia: llamamos “empleo” a lo que no lo es y, así, llegamos a paradojas como la que leemos en Público. Agárrense: “Deliveroo amenaza a la UE con 54.000 empleos menos si se reconocen los derechos de los repartidores”. Es decir: si la UE obliga a la empresa a tratar a sus “colaboradores” como empleados de verdad, Deliveroo dejará de contar con ellos. Pero de “despedir” no puede hablar.

Jugadores árabes en la Liga

Estoy deseando ver el rendimiento de los jugadores árabes que han aterrizado en la liga española después del acuerdo que este organismo ha alcanzado con Arabia Saudí, que quiere que sus futbolistas se hagan un pequeño Erasmus. La noticia nos sirve para recordar que la Liga es una empresa privada que mete mano en las plantillas en virtud de acuerdos particulares. Este es el entorno en el que se mueven nuestros equipos, adaptarnos es una necesidad.

El trabajo de Celia Villalobos

Celia Villalobos es diputada en el Congreso desde 1989, antes sacó plaza como funcionaria del estado en el “sindicato vertical” franquista, y está casada con Pedro Arriola, uno de los principales asesores del PP. A sus 68 años tiene edad y seguro que cotización para jubilarse porque en el ejercicio de su profesión, la política, cada vez patina más. Con una actividad parlamentaria paupérrima y cobrando solo por sentarse, sus críticas a los pensionistas no pueden pasar sin una reacción de su propio partido.

Cuatro años de Pablo

Podemos tiene un mérito que nadie puede cuestionarle: cuando algunos recomendaban con cierto desprecio a los del 15-M que fundaran un partido ellos se levantaron, lo hicieron y consiguieron el voto de millones de españoles que llevaban años quedándose en casa los domingos electorales. Pero a ese chispazo no le ha acompañado un buen fuego: Pablo Iglesias celebra el cuarto aniversario de su partido mostrando en Twitter decenas de fotos… de Pablo Iglesias, la estrella del rock.

Un tema muy serio

Tengo bastante claro que la falta de una pandemia es lo que lleva a tantos seres humanos a comprar recomendaciones que les hace cualquiera incluso en un blog contra su propia integridad y las de sus familias. Un ejemplo: la pareja que ha perdido la custodia de su hijo porque, según la Junta de Andalucía, estaba desnutrido, sin vacunar y sin que lo hubiese visto nunca un pediatra. El niño, que está con sus tíos, nació en la casa de sus padres que lo criaban con la fórmula del “apego” que leyeron un libro.

Y otro que parece una broma

Tal vez hayan leído que hace unos días la ciudadanía de Hawaii recibió una alerta por misil y la recomendación de que buscaran refugio inmediatamente. Poco tardaron las autoridades en achacar la falsa alarma a un error humano aunque, con Trump de presidente, ¡como para no tomársela en serio! Pero, ¿cuál fue el error? Según Gizmodo el funcionario que emite estas alertas posó para una revista en su oficina… ¡Y en la foto podía verse el usuario y contraseña del sistema en un post-it!

Empieza la segunda vuelta

Después de varias semanas hablándoles de fútbol casi a diario por temas poco agradables, me vengo arriba y les traigo el resumen de la primera vuelta de la liga de fútbol que hemos encontrado en la web Panenka: los que se hunden, los que sorprenden, los que siempre están ahí y, para mí, la más importante, las sensaciones. Reivindican en la revista que el fútbol es un estado de ánimo, que nos hace sentir, y eso es precisamente lo que nos atrapa de este deporte.