Hasta el final, Antonio

La subida del SMI puede ser necesaria, no lo discuto. Lo que sí creo es que no están explicándola con honestidad: no hablamos de Garamendi y a quienes representa, que encienden puros con billetes mientras pagan el mínimo. Hablamos de pequeñas empresas en las que cada euro cuenta para llegar a fin de mes con la persiana abierta. Lo que sí sería valiente es cerrar el grifo a quienes más tienen: los altísimos sueldos y bonus de las capas altas no son justificables, y decirlo no es de república bananera. “¿Hasta dónde vamos a llegar?”, se preguntaba el de la CEOE. En este tema, espero que hasta el final.

Un país subvencionado

José Rosado ha hecho el cálculo en El Debate: en España, una de cada tres personas mayores de 15 años cobra directamente del Estado en forma de paga pública (funcionariado), pensión o el IMV. Euskadi sube la media: “Cuatro de cada diez vascos mayores de 20 años perciben ya una ‘nómina’ pública”. Estamos hablando de un desequilibrio difícil de sostener. Porque sí, las y los funcionarios pagan sus impuestos. Vale. Pero al final de la cuenta sale siempre el dinero de quienes no reciben un pago público y directo. Y no soy yo un peligroso neoliberal, al contrario. Pero este modelo tiene sus límites y debemos ser conscientes de ellos.

No puede salir todo del mismo sitio

Las trabajadoras y los trabajadores públicos, por cuenta ajena en una empresa, por cuenta propia, y las y los pensionistas, igual que las y los receptores de una RGI, tenemos que ser conscientes de los límites del modelo. Y para ello necesitamos que nuestras y nuestros representantes políticos nos digan la verdad. Porque en los ministerios saben que el modelo se agota rápidamente, si no, no plantearían cambios en la cotización de un colectivo heterogéneo y encadenado a su trabajo más que ninguno: no solo las y los autónomos vamos a pagar más, ahora también nos invitan a trabajar más años. Total, si nos quejamos da igual.

Millonarias y millonarios, así, sí

Estas son las noticias que hay que difundir: “Más de 250 millonarios se juntan para pedir que la élite política reunida en el Foro Económico Mundial en Davos acuerde mayores impuestos a los ricos” (Business Insider). Si algo tememos en los medios es el efecto llamada al vandalismo, malos tratos o suicidio. Pero si a algo no debemos tener miedo es a que se contagie la evidencia de que las y los ricos pueden y deben pagar más, de que nuestra civilización es una mierda pinchada en el palo de la desigualdad, que ha crecido a su vez en el árbol del capitalismo. Necesitamos redistribuir la riqueza, y hacerlo urgentemente.

Exprópiese

Podía haber elegido la noticia también en Expansión de los móviles de entre 1.200 y 1.800 euros que son capaces de elegir tu mejor foto entre las de una ráfaga, generar fondos si el cuadro te ha quedado corto, o buscar en Google un objeto que has visto en cualquier sitio, directamente. Pero ya que hablamos de lujos innecesarios, vamos a hacerlo del “reloj de Breguet con 393 diamantes” y que costará de 153.000 a 164.000 euros. Nadie necesita semejante horterada, nada justifica comprárselo salvo no saber en qué demonios vas a gastarte el dinero. Y si estás en esa situación, es simple: no lo necesitas.

Hay que decirlo más

Antonio Garamendi ha ejercido de “falso autónomo a sabiendas” (El Plural), ha cambiado su estatus a trabajador por cuenta ajena cuando nos han pegado una subida al resto, ha conseguido una sustancial mejora que implica unos gastos mayores a la empresa contratante (algo absolutamente extraordinario en el mercado de hoy) y además, y esto es lo peor, gana un dineral difícilmente justificable. 400.000 € por una labor de representación más que de gestión después de haberse opuesto a la subida del SMI, entre otras cuestiones sangrantes, marcan más un estatus que, si se empeñan en fortalecer, los demás debemos atacar.

Pues actúa

José María Saiz es un alcalde del PP en un municipio de 500 habitantes cerca de Cuenca al que se desplazó Javier Negre, un alborotador que hace contenidos audiovisuales que consumen y comparten desde la extrema derecha mientras el PP paga (recibe subvenciones anuales de ayuntamiento y comunidad de Madrid). El primero, al micrófono del segundo, dijo: “Irene Montero tiene llagas en la boca de chupársela al coletas”. Pablo Iglesias lo ha denunciado públicamente y Núñez Feijóo ha estado atento al quite y ha prometido “actuar de inmediato”. Pero el problema no es un alcalde de pueblo, sino convivir, alimentar y confiar en cavernícolas.

La lenta agonía de EA

Maiorga Ramírez parece solo ante el peligro entre las cuentas que han sido bloqueadas en Twitter por, según sugiere, ser críticas con la línea oficial de EA, su influencia reducida a un territorio y los números de afiliación que él mismo ofrece (120 en todo Nafarroa). Pero él sigue denunciando lo que, desde fuera, parece una entrega en diferido y mirando para otro lado a la izquierda abertzale del partido de Carlos Garaikoetxea. Una disolución en río revuelto, un desvanecimiento, un final alargado como en una versión extendida de una película reeditada por un director pesado y obsesionado consigo mismo que vemos por obligación.

“Bildu español”

La pintada que muestra Javier Salvador en Twitter, como todas las que llevo viendo toda mi vida señalando a personas que se dedican a la política o a partidos en su conjunto, me parece mal. Profundamente mal. Pero también me parece poética, y más en esta semana en la que Bildu, mientras con una mano disuelve EA, con la otra le hace un favor al PSOE implicándose en una ley de bienestar animal que, para colmo, supone una invasión competencial en la CAV. Hace muchos años, una persona mucho más inteligente que yo me explicó: si algo no soportan en la izquierda abertzale es que les pongan un espejo delante. Y eso es ese “Bildu español”.

Y una buena noticia

Salvo por la inflación, que nos afecta negativamente a todas y todos, esta que leemos en El Blog Salmón es, sin duda, una buena noticia: “Hacienda encadena récords de recaudación: por empleo, por inflación y ahora con el IRPF unos 2.400 millones por la subida de las pensiones”. Pocas cosas hay más progresistas que engordar comunitariamente y con progresividad, precisamente, las arcas de las que también vamos a beneficiarnos con servicios sociales e infraestructuras. Lo que nos toca a este lado del telescopio es observar que esa abundancia no se traduzca en campañas de partido camufladas como de gobierno.

¡A la mierda, hombre ya!

En una reciente cumbre de la CEOE, José Domingo de Ampuero, presidente de Viscofán (una empresa que fabrica envolturas para productos cárnicos y, al parecer, es una de las líderes mundiales en este sector), aseguraba según El Mundo que “las vacaciones debe tomarlas el que pueda y cuando pueda. La cosa no está para bromas”. También se oponía a la renta básica. No discuto su capacidad para los negocios pero tengo dudas sobre su sensibilidad hacia los trabajadores. ¿Considerará vagos a los que quieran coger vacaciones? ¿Blandos a los que enferman? ¿Incapaces a los que se quedan a cuidar a sus hijos enfermos?

Pero, ¿de qué van?

Ni lo vivido durante el confinamiento ni la crisis económica que vendrá no pueden servir como excusa para que se afiance esto que dan por hecho dos de cada tres empresas en España: que sus trabajadores estén disponibles fuera de la jornada laboral. Las situaciones excepcionales cualquiera las reconoce, pero estamos entrando en una “nueva normalidad” laboral peligrosa con jornadas de teletrabajo extenuantes e injustificables. Y ahora, ¿qué? ¿Cómo recuperamos nuestro espacio, nuestra vida? ¿Decidimos enfrentarnos o la cosa está mal y va a estar peor y seguimos tragando? Yo tengo claro que hay que cambiar este ritmo infernal.

Una verdad dolorosa

El escritor Juan Tallón, por supuesto, expresa lo que quiero decir mejor y con menos palabras de lo que yo soy capaz: “El gran cadáver de esta época son los horarios. Ya no existen. Cualquier cosa se puede hacer a la hora que sea. Es terrible”. En efecto. Los móviles de alta gama, los ordenadores portátiles, Internet en casa y, sobre todo, las malas costumbres que se han extendido callada y perniciosamente durante la cuarentena, han matado los horarios. ¿Quién no ha recibido (y sigue recibiendo, ese es el problema) llamadas a las 14:30, correos a las 18:00 o peticiones a las 21:00 para mañana?

Tenemos lo nuestro

Esos mismos móviles con los que recibimos peticiones de trabajo en horarios que son para la familia (o nuestro propio descanso u ocio), son los que no queremos que sean usados por los gobiernos para controlarnos (bueno, a mí me da igual), y son los mismos que usamos para jugar con aplicaciones como Faceapp, esa que antes nos convertía en viejos y ahora, en personas del otro sexo. Una aplicación rusa que desde el primer momento ha generado dudas por la cantidad de cesiones que hace el usuario. No queremos que nos localicen por una pandemia pero sí cedemos nuestros datos por una simulación.

Usad las mascarillas

Queda poco de la excepcionalidad. No tenemos que estar en casa, no tenemos horarios para salir, no tenemos que hacer colas en el supermercado, hay harina… Solo nos quedan los ERTE y las mascarillas como reminiscencias del pasado reciente, porque la distancia social va camino de convertirse en un extraño mito contemporáneo. Pero si bien todos estamos deseando dejar atrás esas medias jornadas y medios sueldos, no podemos abandonar las mascarillas, que “ganan fuerza como el medio más efectivo contra el coronavirus en un clima científico cada vez más enrarecido” (Xataka). Y cada vez son más bonitas.

Una sociedad en parte enferma

No, la vasca no es una sociedad enferma, como aseguró José María Aznar cuando los votantes decidimos dar la espalda a su plan de hacer lehendakari a Mayor Oreja con el apoyo del PSE. Pero es innegable que en Euskadi hay una serie de personas incapaces de distinguir lo que está bien de lo que está mal. Y en los recibimientos a los asesinos de ETA todo está mal: los vítores, los vídeos, los aplausos, los niños, las flores y hasta las ikurriñas, que siempre han servido para combatir el fascismo hasta que la usan quienes le dan el “ongi etorri” a un fascista. Al respecto, piezas críticas como la de Mikel Segovia en El Independiente siguen siendo necesarias.

Casado no gobierna a los suyos

No hace ni ocho meses que Pablo Casado es el líder del PP. Antes, durante casi 14 años, Mariano Rajoy había presidido el partido con otras formas y otros equipos. No sería extraño, por lo tanto, que una buena parte del PP mostrara cierta resistencia a las nuevas maneras de Casado, que entiende la política como una sucesión de afirmaciones a la ligera y a su partido como una bisagra entre la derecha liberal y la extrema derecha. Así que si no salen más noticias como los dedazos errados por Casado en Asturias y Cantabria solo es por un motivo: todos quieren seguir en las listas… Aunque no traguen al jefe.

Y Ciudadanos, peor

Peor le va a Albert Rivera, que ha creado un partido de arribistas que, cuando no llegan a la cumbre en el momento esperado, le montan un frente: después del pucherazo de Castilla León le piden que investigue irregularidades en Cantabria, se encuentra con un fuego en Baleares y en Castilla La Mancha la lía imponiendo una candidata a la alcaldía de Talavera y a Girauta como cabeza de lista por Toledo. La nueva política que abandera Ciudadanos, al parecer, consiste en gestionar el partido como una empresa, y los levantamientos que provoca, de hecho, tienen hasta cierto tufo sindical. Y eso que todavía no les va realmente mal.

UPN se pide ser Vox

Si UPN pide repetir en Navarra un pacto a la andaluza con el PP y Ciudadanos pero sin Vox es porque UPN quiere ser Vox en Navarra. No se puede hablar más claro sin decir nada pero haciendo lo necesario para suplantar a la formación de Santiago Abascal. Y la verdad es que a nadie le extraña el movimiento, la ausencia ni la sustitución, así que, blanco y en botella… Luego les tocará apechugar, espero que en la oposición, con el monstruo que han generado juntando a foralistas con antiforalistas y pujando por presentarse como la derecha más rancia de Navarra. Esa batalla va a ser interesante.

A tope con Puigdemont… Y con la CEOE

Ha pasado desapercibida la noticia en La Información sobre cómo la CEOE designó a Josep Sánchez Llibre para negociar con los partidos nacionalistas y frenar la derogación de la reforma laboral, y cómo éste sí tuvo éxito con el PDeCat y no con el PNV. “El grupo catalán rechazó de plano el planteamiento oficial haciendo valer los argumentos de la CEOE y poniendo también de relieve la inconveniencia de desmontar la principal normativa laboral en España” mientras “los nacionalistas vascos estaban por la labor de recuperar la prórroga automática de los convenios vencidos, lo que facilitaba la posición negociadora de las centrales sindicales”.

La mujer pixelada

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Celebro que estos Juegos Olímpicos estén sirviendo para aumentar la exigencia a todos los medios para que informen debidamente sobre el deporte de primer nivel que practican las mujeres. Esa corriente parte, sobre todo, de las redes sociales, donde la sensibilidad a flor de piel de algunos/as sirve de palanca para generar conciencia. Por supuesto, también hay opiniones peregrinas y discusiones que deberían de estar superadas, como algunas que ha generado la foto de Tansim News Agency, que ha pixelado a la deportista que no vestía hiyab.

Hay que tener poquita vergüenza

Con las duras palabras del Instituto de la Mujer hacia Pablo Iglesias después de que este escribiera que “azotaría hasta que sangrase a Mariló Moneto” aún haciendo eco, con el silencio sorprendente de líderes y “fans” de Podemos después de la denuncia y abandono de un grupo de chicas porque en su “círculo” se sentían acosadas sexualmente, hay que tener jeta para mandar al community manager de Podemos que lance este tuit: “Muchos medios valoran a las mujeres en los JJOO en función de su físico. Queremos igualdad también en el deporte”.

Cuando gobiernan los ricos…

Cuando una persona con abultada cuenta corriente y negocios en los que se mueve mucho dinero llega al gobierno, toma decisiones desconociendo los problemas de la mayoría. Y los ejemplos que me refuerzan en esta idea siguen saliendo: la mujer de Ignacio González, delfín de Esperanza Aguirre y presidente de la Comunidad de Madrid, cobraba 112.000 € al año por representar a la CEOE en Bruselas, después de recibir más de 700.000 por su cese en la Asociación Española de la Industria Eléctrica.

Palestina desaparecida

Google está muy presente en nuestras vidas, pero no deja de ser una empresa privada que, por muchos millones que tenga en la caja, responde a los intereses que quiera. Y si en su aplicación de mapas decide hacer desaparecer a Palestina, está en su derecho: no es una organización pública mundial y no debe nada a nadie. Eso no significa, obviamente, que me parezca bien, pero sí tiene que servir para recordarnos que Google no nos debe nada. A nadie.

Dalas y Miare

Yo les conocí el lunes, mientras me sumergía en un mar de usuarios de Twitter profundísimo, adolescente e incandescente. Al parecer, Dalas y Maire son dos youtubers bastante jóvenes que mantenían una relación mientras él flirteaba con tuiteras, algunas de ellas menores de edad. Su ruptura, los celos, los supuestos cuernos, han sido seguidos y comentados por miles de usuarios/seguidores, en una suerte de culebrón a tiempo real fascinante… Y que nos lleva a una conclusión: toda la tecnología solo sirve para seguir comentando lo de todos los veranos.