Más lecciones, no, que me enamoro

Pablo Iglesias no se corta: no sabe cómo se escribe “ongi etorri” (él ha tuiteado “ogni”) pero sí se atreve a hacer afirmaciones categóricas sobre “la responsabilidad de la izquierda abertzale a la hora de dar los pasos que les corresponden para la reconciliación”. Y termina: “No reconocerlo es carecer de sentido de Estado”. Quien provocó una repetición electoral para ser vicepresidente del gobierno y solo un año después abandonó su cargo para presentarse a las elecciones de la Comunidad de Madrid no se corta en darnos lecciones sobre lo que es “el sentido de Estado”. Sería de risa si lo suyo, como lo de otros, no fuera colaboracionismo.

La vía escocesa

Lo que diga Felipe VI sobre la estabilidad de las instituciones, después de llegar a una que se mantiene en pie con la colaboración de todos los poderes del estado español, que han tapado las vergüenzas de su padre todo lo que han podido, me importa entre poco y nada. Pero sí lo hace que, en el mismo evento, “Pere Aragonès ha abogado por hacer posible que lo que se hace en Escocia sea posible en Cataluña” (Vozpópuli). Es decir: referéndum pactado entre los gobiernos. Un plan con el que no puedo estar más de acuerdo pero que supone un viraje importante para ERC y para quienes se les han arrimado.

¿Quién no lo haría?

Euskadi es un país industrial lleno de pequeños talleres con mucha importancia. No pocos se mantienen o han mantenido abiertos durante décadas y en la dirección se han sucedido padres e hijas o hijos. Que eso pase no debería escandalizarnos, aunque solo sea porque ya lo hemos visto, pero si hablamos de millonarios la cosa parece que cambia porque la tentación de hacer el chiste en Twitter siempre está ahí. Marta Ortega sucede a Pablo Isla al frente de Inditex. Pero el propio Isla que solo era de “transición”. Para él, el nombramiento de Ortega “es la culminación de mi compromiso con Inditex y con Amancio” (República.com). ¿Y qué?

El corte publicitario

Tuits como el que han difundido, a modo de respuesta a Andrés Iniesta, desde la Comisión Nacional del Mercado de Valores, son los que dan sentido al trabajo de los community managers, y no esos que intentan ser divertidos desde cuentas de multinacionales. El futbolista ha usado sus redes sociales y su nombre para dar a conocer a sus seguidoras y seguidores una empresa que opera con bitcoins, sin indicar se si trataba de publicidad (¿de verdad necesitan ese dinero?) o no, como tantos otros, como tantas otras veces. Ayer, por cierto, se celebraba el día del y la “influencer”.

Son víctimas

Las y los integrantes de la familia madrileña que están en la UCI con coronavirus y sin vacunar son víctimas, víctimas de una desinformación interesada. Como interesados son quienes hacen negocio de la no-vacunación con remedios alternativos y libros que no deberían de ser publicados por peligrosos, y quienes quieren hacer política de lo reaccionario, sea lo que sea. También son víctimas otras que han protagonizado “varios brotes de familias enteras sin vacunar” (Nius Diario). Ante la desinformación que mata, información: “El 80% de los ingresados en la UCI del Severo Ochoa son personas de mediana edad sin vacunar”.

Sobre Bankia y España

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Ya conocerán la noticia: Bankia habría salido a bolsa con las cuentas falseadas para atraer capital en busca de unos beneficios que nunca iban a darse, y todos menos los inversores lo sabían. Lo que nos lleva a la pregunta: ¿en qué manos estamos? Zapatero dejó a Rato hacer lo que quiso, Rato hizo lo que quiso, y la CNMV y la auditora Deloitte o no se enteraron o lo miraron para otro lado. Y no sé qué es peor, si la ignorancia o la mala fe. Pero para crítica feroz, la que Eduardo Segovia publica en ‘El Confidencial’.

Pablo Iglesias a lo Chuck Norris

No vi la entrevista a Pablo Iglesias en el ‘24h’ de RTVE porque, sinceramente, casi cualquier otra opción de ocio me parecía mejor. Ni tenía pensado escribir sobre lo que comentan en Internet quienes sí la vieron hasta que me encontré con la crónica de Pablo Molina en ‘Libertad Digital’. Este medio será todo lo cavernario que quieran, sí, pero la columna es una semblanza estupenda del tipo de “política” que hace el de Podemos: “Recitar las distintas variantes de esos mismos problemas con frases cortas, accesibles para el espectador medio de ‘Mujeres y Hombres y Viceversa’”.

A todo esto, la santa constitución

Y entre la Bankia de Zapatero y el Podemos que le hace la pinza a Pedro Sánchez, el PSOE decidió que ayer tenía algo que reivindicar. A ver: ayer fue sábado y, ¡ah, sí, algunos celebraran la aprobación de la Constitución que se incumple y modifica en agosto para satisfacer a los mercados! Como ya saben, Pedro Sánchez se desdice y dice que aquella modificación no estuvo bien y ahora propone otra, con hashtag incluido: #LaConstituciónQueQueremos. La que quiere el PSOE, sin mirar a Euskadi o Catalunya, y para la galería, por supuesto.

Pragmatismo “british”

Cameron me ha decepcionado en lo estético: quien podía haber sido el Obama europeo por sus discursos y su manejo de la escena se ha desinflado en la misma medida en que se ha dejado llevar en lo político. Pero esta semana que termina hoy hemos asistido a un chispazo de brillantez: las grandes empresas que ganen dinero en el Reino Unido pero tengan su sede en Irlanda o Luxemburgo para evadir impuestos (como pasa en Euskadi y en España, entre muchos otros) tendrán que hacer frente a una tasa de hasta el 25% por sus beneficios (‘La Información’).

Y humor inglés

Seguimos en la Gran Bretaña, donde el ‘Independent’ ha publicado un artículo en el que, de un modo divertido, critican el error de Maroto y su capitalidad gastronómica con la tortilla de patatas que no fue la más grande del mundo. De hecho, en el ‘Independent’ recogen ambos elementos: de saque, que no estaba hecha como Guinness establece para competir por el record, pero de salida, que en Japón hicieron una en 1994 de once toneladas (la que ostenta el récord), muy lejos de la tonelada y media de la alavesa.