A la cárcel

Como humanidad no podemos permitirnos el ranking que recogen en Microsiervos. Mejor dicho: tenemos que usarlo para, como humanidad, insisto, ir señalando como delincuentes climáticos a todas las personas que aparecen en él. Me refiero a las y “los ricos y famosos que más contaminan con sus vuelos en avión”. Kim Kardashian, Elon Musk, Jay-Z, Melinda Gates y Jeff Bezos son las y los cinco personas que más daño nos hacen con sus vuelos privados. Un sector, junto con el de los yates de lujo, que no podemos permitirnos y que deberíamos de organizarnos para cerrar, y para condenar a sus principales usuarias y usuarios.

Inhabilitado

Sé que el partido conservador ha perdido el norte en el Reino Unido porque corren el riesgo de sufrir un revolcón histórico en cuanto se convoquen elecciones. Sé que Rishi Sunak es un presidente interino. Y también sé que su propuesta para promover el uso del coche particular es una enorme patochada. Y no voy a entrar ni a discutirlo, aun conociendo la importancia del sector automovilístico en las economías de todo el mundo. Sé (y mira que sé pocas cosas) que el equilibrio entre sostenibilidad y desarrollo es complicado, pero no podemos permitirnos ni estas excusas ni estas políticas neoliberales que han llegado ya muy lejos.

Qué malotes

Si Felipe VI propuso a Núñez Feijóo para que fuera investido simplemente porque la del PP era la lista más votada y, ahora, va a proponer a Pedro Sánchez porque la del PSOE es la segunda que más votos recibió, ¿para qué está Felipe VI? Ese mecanismo lo gestiona la mesa del Congreso sin problemas. Pero hay que pasar por Zarzuela, vale. ¿Y qué? Leo con sorpresa que “Bildu, ERC, Junts y BNG ‘plantan’ al Rey en la segunda ronda de contactos de investidura” (El Independiente) y me imagino a sus líderes posando como una banda de malotas y malotes. ¿Es más español eso que negociar con Sánchez y aprobar unos presupuestos generales?

Votar para nada es tontería

José Mota es un humorista más fino de lo que parece, y sí, he reinterpretado su “ir para nada es tontería” para titular este párrafo porque creo que se adapta perfectamente a este titular en El Nacional: “Unas nuevas elecciones provocarían un empate técnico: el PP no lograría crecer lo suficiente”. Así que el gasto y el desgaste que supondría una repetición electoral no están justificados. Negociar se impone. Y para negociar hay que ceder. Eso es de primero de democracia. Tan básico que lo saben todas y todos los actores implicados. El problema surge con las actuaciones histriónicas y las que son tan pobres que ni se mueven sobre el escenario.

Más para quienes tienen más

Con el Euribor por las nubes, las oficinas ya cerradas, el pago con tarjeta instalado con comodidad y las comisiones impuestas ya como peajes insalvables, es normal que, como adelantan en Activos, “los expertos anuncian que este será el gran año de los dividendos de la banca”. Revertir a las y los usuarios ese beneficio estaría bien, sería incluso más democrático, pero es muy significativo que en vez de eso, la banca elija premiar a su accionariado, concentrado en grandes inversoras e inversores. El modelo es injusto, salta a la vista, y hay mecanismos de sobra para corregirlo. Lo que no hay es voluntad.

La moda

Meterse con el PNV está de moda. Especialmente, si eres periodista. Lo vemos en todos los medios, incluso en los señalados como “aparateros”. Nada mejor que una buena torta a lo Bud Spencer al lehendakari o a Ortuzar en informaciones, opiniones o Twitter para que quede claro que la o el periodista de turno está a la moda. Una moda compartida con España: la semana previa al Alderdi Eguna están siendo muy propicia para exhibir esa vanguardia en los digitales que presentan a un PNV dividido, sin músculo, acongojado por Bildu y ninguneado por el PSOE. Si esto es cierto o no, curiosamente, lo confirmará la afiliación el domingo.

¿Qué te han impuesto, Borja?

Borja Sémper se ha ganado muy bien la vida en lo público, la mayor parte de su carrera la ha desarrollado en Euskadi, se ha ganado cada voto que ha logrado (no lo discuto) y abandonó las instituciones de la CAV cuando le ofrecieron un empleo que le satisfacía en una empresa privada de Madrid. ¿Quién y qué le han impuesto a Sémper, más allá de su propio partido, para que en la tribuna del Congreso, en pleno debate del uso de otras lenguas oficiales, exprese: “A mí a lo largo de mi vida me han intentado imponer en qué lengua hablar, cómo pensar y cómo vivir. Ni aquellos ni usted, nadie me va a decir a mí en qué lengua hablar”?

Débil anda

Débil anda el partido de Núñez Feijóo si existe un “temor en el PP a un pinchazo el domingo por el ‘error’ de Sémper al hablar en euskera” (The Objective). Si un gesto hacia el exterior de la caverna tan sencillo como pronunciar tres frases en un idioma puede generar una desmovilización en un partido un par de días antes de una investidura, es que ese partido tiene la piel muy fina. Y si la tiene es porque no se ha protegido ni cuidado bien a sí mismo. La exposición al sol radioactivo de Vox es la que provoca tanta sensibilidad e irritación, a esta evidencia el PP ha respondido encadenándose a la toxicidad durante cuatro años.

Sánchez salvará a Puigdemont

Es evidente que en el reencuentro gana más Junts acercándose al PNV que al revés. Otra cosa es que la moda de meterse con el PNV dicte que hay que asegurar lo contrario. En cualquier caso, bien hallado ese retorno. Explicito esto porque no quiero que referenciar las críticas de Bernat Dedéu al “presidente 130” sea hacerlas mías. Solo señalo que lo que escribe Dedéu en El Nacional es interesante: opina que el uso del catalán y el euskera en el Congreso es otra señal de que “Sánchez ha fagocitado la dinámica del procesismo en la política española” y concluye que el presidente español es el único que puede asegurar el regreso de Puigdemont.

En resumen

No sé qué me parece porque desconozco la propuesta que, según adelantó Radio Nervión, algunas y algunos socios compromisarios quieren hacer a la asamblea sobre la filosofía del Athletic. ¿Hay que fijarla? Yo creo que todas y todos lo tenemos claro, y que el limbo nos deja margen suficiente. ¿Hay que actualizarla? Puede ser, pero no mirando a 2023, sino a 2033 y 2063. Lo que sí tengo claro es esto que tuitea Gorka Mostajo: “El objetivo de la filosofía no es otro que jugar y garantizar  el arraigo y el sentimiento de pertenencia a un Club, a una identidad y a una tierra; no una cuestión de pedigrí”.

«Merece la pena recordar»

Dedicar un logro propio a un colaborador necesario en un asesinato cometido en nombre de toda Euskadi es moralmente reprobable. No voy a entrar a discutirlo. Hacerlo público, además, muestra una falta de sensibilidad turbadora. Celebrarlo, como hace Arnaldo Otegi, no tiene nombre reproducible en este periódico. Así que creo que hace bien el lehendakari, que lo señala y lo denuncia: “Merece la pena recordar que en el reducido colectivo de remeros y remeras de las 16 plantillas presentes en La Concha el pasado domingo había dos personas huérfanas porque ETA asesinó a su padre”. Sobre todo, merece la pena recordar.

2023

Algo está mal en Euskadi en 2023 cuando hay quien celebra el homenaje público a una persona condenada a 44 años de cárcel por colaborar en un asesinato y, lo que es peor, muchas otras lo defienden. Algo está mal en Euskadi en 2023 cuando “dos hombres están siendo investigados por sendos delitos de enaltecimiento del terrorismo por portar una ikurriña que había sido rotulada a mano con el lema ‘Gora ETA Militarra’” (Gipuzkoagaur). ¿Quién enaltece el terrorismo de ETA hoy? ¿Por qué lo hace? ¿A quién debe algo? ¿Y por qué todavía hay quien justifica lo injustificable?

“Un periodista vasco”

Por lo general, no me gusta el trabajo de Jordi Évole porque creo que siempre tiene escritas las conclusiones antes de empezar a grabar y edita las entrevistas de tal manera que sean fieles a su visión previa. Pero no voy a juzgar su película sobre Josu Ternera hasta que la vea, y menos cuando compruebo quién sí lo hace. Personas como Carlos Martínez Gorriarán, Fernando Savater, Rosa Díez o Miguel Ángel Idigoras, al que en El Plural reducen a “un periodista vasco”, y al que aquí conocemos bien. Su discusión en Twitter con el propio Évole le retrata como lo que fue (y por eso llegó a director de ETB con Patxi López en Lehendakaritza) y lo que es hoy.

¿Botifler?

“Aragonès responde a la ANC: ‘Ahora mismo una DUI no serviría para nada’”. Este titular en El Nacional, tan sucinto, me parece inmenso porque explica muchos años de Procés. Pero del Procés de verdad, no del que nos han querido contar, empalagosamente edulcorado. Porque si hubo un partido que no creyó nunca en la independencia fue ERC. Si hubo un partido que dejó pasar y hacer a Puigdemont, que también tiene su parte de culpa por lo irrealizable de sus promesas, fue ERC. Si hay un partido que solo busca el poder para profundizar en el autonomismo es ERC. Y ahora, por fin, podemos verlo claramente.

Algo hicieron mal

Pocas dudas tengo de que detrás de este titular: “Un miembro de La Manada se beneficia del ‘solo sí es sí’ y logra una rebaja de condena” (The Objective), hay unas y unos jueces dispuestos a hacer una interpretación excesivamente favorable al condenado (conozco la base de las condenas: siempre la más favorable). Y si existe esa posibilidad es porque algo hicieron mal quienes armaron y redactaron aquella ley del “solo sí es sí”. Eso es innegable. Tanto como que esa ley ha permitido que podamos ver qué tipo de juezas y jueces hay en España. Y aunque esto último parezca impagable lo cierto es que nos está saliendo demasiado caro.

Las dos Euskadis

Hay una Euskadi realista y una Euskadi onírica. Siempre ha sido así: quienes forman la primera optaron por hablar y quienes forman la segunda, por la violencia. Los primeros optaron por la realpolitik y los segundos, por llegar tarde a todo. La primera opta por gestionar y la segunda, por enfangarlo todo hasta que gobierne. Y hasta que lo logren, si es que lo consiguen, todo será barro. Imanol Lasa denuncia en Twitter que nadie de Bildu dará un paso atrás después de las falsas acusaciones en el caso Bidegi: “Aniquilar al adversario político utilizando para ello documentos falsos e instituciones es un hecho grave que exige responsabilidades”.

Si quieres ir, vas

Lo del chef José Andrés es admirable: ya se ha puesto en marcha para que su ONG, especializada en asegurar que las personas afectadas por tragedias puedan comer, esté presente en Marruecos. Mohamed VI, de esta manera, tendrá que impedir su paso o echarla de esas zonas en las que las y los marroquís no tienen nada que echarse a la boca, con lo que cubrirse o con lo que intentar rescatar a sus familiares bajo los escombros. Ya sé que la política importa y que la diplomacia asegura el futuro, pero también sé que ante la emergencia y la inacción lo que hace el cocinero asturiano resulta significativamente extraordinario.

¿Qué tienen en la cabeza?

En la esquina contraria a la del chef José Andrés, en la de las personas despreciables, encontramos a quienes han fomentado el odio al diferente y a quienes se han prestado a exhibirlo manifestándose contra las y los políticos nacionalistas catalanes durante la concentración en Barcelona de apoyo al pueblo marroquí que ha sufrido un terremoto que ha acabado con la vida de más de dos mil personas. ¿Qué tienen en la cabeza quienes rezuman tanto odio y muestran una falta de empatía tan enorme? ¿Qué tienen en el alma quienes les animan y promueven asaltos a los valores humanos como los que hemos visto?

Una Diada con menos tensión

Era fácil rebajar la tensión de la Diada del año pasado, pero esta tampoco ha estado libre de improperios: en la víspera, en el Fossar de les Moreres, ante el paso de consellers y diputados en Madrid de ERC, “una parte del público ha proferido gritos de ‘botiflers’, ‘traidores’ y ‘españoles’, además de fuertes pitidos” (El Nacional). En política, la gestión de la expectativa es importantísima, y las y los republicanos, desde el principio, lo hicieron mal: dejaron que Junts hinchase un globo ingobernable y Rufián evitó que Puigdemont lo pinchara. Ahora les llega a ellos en el gobierno (lo que siempre quisieron, realmente) y no pueden controlarlo.

No se entera de nada

Luis Rubiales ha demostrado que no sabe lo que le está pasando, que su machismo es tan profundo que donde las y los demás vemos un abuso injustificable, él solo ve un capítulo más de la caza de brujas que sufre. Su despedida, anunciando una dimisión que, de facto, ya le han hecho, es solo la última prueba de su mirada corta. Una visión corta con la que se ha hecho millonario y ha obtenido el favor del gobierno español hasta que la situación se ha vuelto insostenible. Los “poderes fácticos” a los que alude en su carta son solo sus capacidades limitadas para distinguir lo que está bien de lo que está mal.

Si eres pobre te quedas en tierra

No me parece mal que suban los precios de los billetes de avión: contaminan mucho y el negocio del turismo global está haciendo que las grandes ciudades y las playas más famosas se parezcan entre sí tanto que no merece la pena el esfuerzo de visitarlas. Lo que ni entro a discutir es que está radicalmente mal que los gobiernos se planteen cómo dejarnos en tierra y no hagan lo mismo con las y los propietarios de los aviones privados, que contaminan muchísimo más. En Diario del Viajero reflexionan sobre ello y sobre el modelo francés, que “ya vetó el pasado mes de mayo todos los vuelos cortos que tienen una alternativa en tren”.

Los pagamos las amas y los aitas

Me ha hecho mucha gracia este titular en Xataka: “Apple ha ganado entre los jóvenes. Tanto, que usar Android es un meme para muchos”. Me ha hecho gracia porque en la mayoría de los casos, esos iPhones para las y los jóvenes los pagamos las amas y los aitas. Así que Android no es solo el teléfono barato (algunos valen igual que un iPhone, ojo), es también el teléfono de las y los viejales, y de las y los pobres o agarrados. Claro que sí, guapis. Un diez a la estrategia de marketing de Apple y un cero a nuestra propia visión crítica: el éxito se basa en la alta calidad de los vídeos que la chavalada usa, en su mayoría, para subir mierdas a TikTok.

“El crecimiento personal nos idiotiza”

Tal vez debería de haber empezado la columna con la reflexión de Carlos Javier González sobre cómo las “máximas del crecimiento personal nos desapropian de uno de los elementos más esenciales de una sociedad sana en términos de comunidad: la capacidad para sentirnos afectados por los demás”. No sé si fue por culpa de la pandemia y el confinamiento o este trauma solo sacó a la luz lo que éramos, pero nos hemos convertido en una suma de individualidades egoístas incapaces de pensar como colectivo, de reflexionar sobre cómo lo que yo haga afecta a otras personas, qué pasaría si todas y todos hiciéramos lo mismo.

Va bien, tranquilidad

Pocas cosas habrá más exclusivas e individualistas que la monarquía. Hablemos de ella: Leonor de Borbón va bien en el ejército. Y si no va bien, da igual: “Independientemente de sus calificaciones, Leonor recibirá siempre la máxima puntuación para recibir las condecoraciones de todos los ejércitos” (El Nacional). Y si la pobre no llega al mínimo en las pruebas físicas (a pesar de haber tenido un entrenador personal durante el verano), nadie le pide que las haga. Por lo demás, es igual que el resto de cadetes: duerme con otras nueve personas y tiene un armario muy pequeño. Pero tiene una sala privada para ella, no sea que se agobie.

“Sus ventajas”

Pero volvamos al concepto de “lo colectivo”, “lo colaborativo” esa idea que ha sido tan pervertida para que unos pocos obtengan beneficios particulares: “Airbnb subraya sus ventajas frente a los hoteles en una nueva campaña” (Reason Why). Ni en el titular ni en la noticia explican que esas “ventajas” son todas aparentes y a corto plazo en el caso de las y los usuarios, y plenas, por supuesto, para las y los inversores. La realidad es tozuda y nos muestra que Airbnb beneficia a propietarios de vivienda y de la herramienta, pero a medio plazo nos perjudica a todas y todos saturando ciudades y encareciendo los barrios.