Nadie recordará sus nombres

No sé si Almudena Grandes ha hecho los méritos suficientes para ser nombrada hija predilecta de Madrid. Sí sé que Julio Iglesias recibió este reconocimiento en 2015. Y también puedo suponer que las razones de PP, Ciudadanos y Vox para negárselo a la escritora no tienen nada que ver ni con su obra ni con su impacto en la capital de España, donde defendió con vehemencia los derechos sociales. A Grandes, que sí tendrá una calle en la ciudad, le estudiarán en los colegios madrileños, no me cabe duda, solo espero que la ciudadanía tenga memoria también para quienes la despreciaron, aunque nadie recuerde sus nombres.

Un idioma no es bastante para él

Toni Cantó “no está cómodo en la Oficina del Español”, así que la dirección del PP “ya prepara el rescate” del exactor, ex de UPYD, ex de Ciudadanos y futuro exdirector de la oficina que crearon para él. Según leemos en Vozpópuli, Cantó tiene grandes planes para sí mismo: quiere ser el candidato principal en las autonómicas valencianas o en las locales. En Génova parece que prefieren “hacerle cabeza de lista por Valencia para las elecciones generales” y que ocupe un escaño en el Congreso. Lo que no pienso perderme es a quién colocarán después en la Oficina del Español de la Comunidad de Madrid.

El líder de una economía virtual

Jack Dorsey abandona por segunda vez la presidencia de Twitter sin haber logrado que la red social que creó sea rentable pero llevándose una buena millonada. ¿Cómo lo ha logrado? Exprimiendo como nadie la economía virtual que nos ha traído Internet, porque Dorsey, como leemos en La Información, no solo ha dedicado tiempo a su primera empresa (de hecho, fue apartado de ella la primera vez porque no le prestaba toda su atención): su compañía más rentable (sobre todo, para él) es una que se dedica a las transacciones on-line y, además, es un fanático, por lo que cuentan, de las criptomonedas.

Yo también discrepo

Discrepo con quienes defienden las bondades de este nuevo orden económico basado en empresas que no son rentables y monedas cuyo valor nadie explica más allá de la especulación. Pero también discrepo en esto que apuntaba Emilio Ordiz: “Pues yo voy a discrepar de lo de ‘vacunarse es una decisión personal’. No lo creo. Vacunarse es una cuestión de responsabilidad social. Que puedes no tenerla, cierto. Pero dejemos las cosas claras”. Así que, sí, quien no quiere vacunarse es un egoísta (además de desinformado), y más lo es quien no quiere hacerlo para ayudar a salir de una pandemia.

El titular que yo necesitaba

“El Athletic Club apuesta por la estabilidad tras aprobar su presupuesto”. Este de 2Playbook es el titular que necesitaba leer sobre algo que para mí es tan visceral como el Athletic. En esta época de inestabilidad social, política, económica y hasta personal, necesito aferrarme a algo, aunque solo sea al club de fútbol al que sigo y que me hace llorar de emoción (para bien y para mal) desde que tengo uso de razón. No va conmigo el “cuanto peor, mejor”, ni regalar sufrimiento, aunque puedo entender posiciones (a favor y en contra de lo que sea) argumentadas. Lo que va siempre conmigo es lo que me da el Athletic. No necesito más.

El frutero no tiene la culpa

Las y los políticos de Podemos han estado siempre sobrevalorados, especialmente, por ellas y ellos mismos, y sus followers. También es cierto que las y los políticos del resto de partidos tenían una mochila de piel de frustración llena de mala prensa. Hoy, solo un año después de la toma de posesión de los primeros ministros y el vicepresidente de Podemos, todos se han igualado… Por abajo: seguro que en la cabeza de Ione Belarra sonaba espectacular la comparación que tuiteó de las eléctricas con el frutero que te estafa, pero marca su nivel junto a sus enfrentamientos públicos con la parte socialista del gobierno español.

Claro que tienen motivos

No niego que Podemos y el PSOE tengan motivos para el enfrentamiento, pero los de Iglesias ya sabían con quién pactaban: los socialistas han librado a Juan Carlos I de una comisión de investigación en el Congreso, lo que ha hecho que Podemos vuelva a cargar contra parte de su propio gobierno. Yo no tengo tan claro que esas comisiones sirvan para algo: prefiero que ese trabajo lo hagan los jueces (y si tienen que ser de fuera de España, que lo sean) o los periodistas, ya que sus efectos son mucho más importantes. Esas comisiones solo sirven para la foto… Como la que se ha hecho el PSOE, con la que le sacan chistes.

Madrid sigue colapsado

Gobernar es muy difícil. Gobernar en coalición es aún más. Gobernar durante una pandemia mundial tiene que ser dificilísimo. Y gobernar durante un temporal en plena pandemia, ya, una misión casi suicida. Así que no seré yo el que dé lecciones de gestión a nadie (me limito a describir las formas), pero sigue siendo sorprendente que Madrid siga colapsado por la nieve y que, día a día, veamos en todos los informativos (en algunos, con excesiva profusión) a la presidenta de la comunidad y al alcalde haciendo declaraciones que poco tienen que ver con la nieve y mucho con la lucha entre partidos… Y entre cabecillas del PP.

Estoy de acuerdo

El jefe de Twitter ha justificado la decisión de la empresa de echar a Donald Trump de su red social después del asalto al Capitolio… Y también después de una expulsión temporal, un anuncio de regreso y, finalmente, el baneo. Pero Jack Dorsey también es consciente de que “sienta un precedente peligroso”, como destacan en Xataka, ya que se trata de que una compañía privada limite la libertad de expresión de uno de sus usuarios arbitrariamente. Porque puedo estar de acuerdo con la decisión, pero sé que es arbitraria, como todas las que vendrán. Dorsey también cree (y yo sigo coincidiendo) que es necesaria la regulación de todas las redes que buscan promover una conversación mínimamente útil.

Es fútbol

El fútbol nos gusta porque nos emociona, y nos emociona porque logramos vivir lo inesperado: en esta Supercopa tan dirigida que Real Madrid y Barcelona fueron cabezas de serie de un torneo de cuatro equipos con la excusa de que no había campeón de Copa, se ha colado el Athletic. Y la Real Sociedad no lo hizo porque se enfrentó al mejor portero del mundo en un día inspirado. Hubiera sido un escándalo tan enorme que la revisión del VAR en el 96 acabara en penalti para el Real Madrid que se cortaron en materializarlo. Así que pueden manosear lo que quieran el fútbol, que mañana volverá a ser inesperado.

Lo que está mal

No está mal que el fundador de Twitter done mil millones de dólares a la lucha contra el coronavirus. Según él mismo, eso supone el 28% de su fortuna, aproximadamente. Tampoco está mal que haga pública esa donación en la red social que creó. Lo que creo que está mal es que Dorsey haya ganado alrededor de 4.000 millones de dólares con una red social que es deficitaria. Esa acumulación de riqueza sin rentabilidad, esa virtualidad basada en la bolsa, las expectativas y “la tecnología” es lo que está mal, ese exceso en las cifras de lo que manejan unos pocos es lo que es injusto y es el enorme error del sistema.

Lo que es Vox

Esta crisis del coronavirus está dejando fuera de juego a la extrema derecha, tanto que está intentando llamar la atención de manera cada vez más exagerada y acaba mostrando lo que es: el montaje de cientos de ataudes en la Gran Vía de Madrid sobre una foto de Ignacio Pereira que mostraba la capital vacía es la mejor muestra de lo que aporta Vox. No hace falta ni calificar el tuit porque la imagen generada (que no es un trabajo de aficionado, por cierto) y el modo en el que la han presentado (“Los españoles están haciendo muchas imágenes de manera espontánea”) les retrata. Y al que les apoya, también.

Tampoco se podía antes

El montaje de Vox es grave porque es falso, por el modo capcioso en el que lo ha difundido y porque lo hace un partido político. Al mismo tiempo, creo que la portada de El Mundo con los ataúdes en el Palacio de Hielo de Hortaleza no está tan mal. Es intencionada, sí, pero es inevitable y es la realidad. No obstante, lo que me parece fuera de lugar es este titular de Vozpópuli (un medio que también se está retratando… Como tantos otros, por desgracia): “España pone un veto a la tragedia y restringe el acceso de los fotoperiodistas a morgues y hospitales”. Simplemente, nunca han podido entrar.

A rebufo y equivocadamente

La decisión del PP de enviar al Congreso a sus diputados para hacer visible a la oposición muestra, primero, que van a rebufo de Vox, que avanzó días antes que sus 55 diputados estarían en sus escaños. Segundo, que se saltan el confinamiento porque la derecha española siempre cree que las normas son para los demás, y que les da igual el riesgo al que expondrán a otros diputados pero también ujieres u otros trabajadores. Tercero, que están inhabilitados para medir bien sus actos. Cuarto, que Álvarez de Toledo es capaz de decir que los diputados del PP tienen más responsabilidad que los médicos durante una pandemia.

Esto es lo que son

Y por si había alguna duda de lo que es este PP renovado, el de Casado, Iturgaiz, García-Egea y Álvarez de Toledo, su líder ayuda a dejarlo claro: durante una entrevista en Telecinco no fue capaz de decir que “sí” ante la pregunta de que habría que dotar de más recursos a la sanidad pública. Lejos de eso, aseguró que es la sanidad privada la que ayuda a financiar a la primera. Ese liberalismo, esos recortes continuados en lo más básico (que los ha hecho el PP en sus comunidades, aunque algunos extiendan ese delito a la comunidad propia por sus intereses electorales), eso es el PP. No lo olvidemos.

No te flipes, Jack

El fundador de Twitter, Jack Dorsey, hizo ayer un anuncio que algunos les impactó mucho: a partir de finales de noviembre (es decir, para esta campaña que empieza hoy no es aplicable), Twitter no permitirá promocionar tuits con contenido político. ¿Y qué? Su red social es la menos efectiva para la movilización por el tipo de público (convencido ya) que la frecuenta, y por eso es en la que menos invierten los partidos con diferencia. Lo verdaderamente revolucionario hubiera sido que Dorsey anunciase el fin de los contenidos maliciosos o falsos, y no prohibir a los partidos que promocionen sus spots.

España elige. Nosotros, también

Brian Cutts, un inglés afincado en Catalunya, ironizaba sobre la muy limitada oferta política española: cinco hombres de 40 años son los candidatos (a los que se sumaría un permanente “wannabe”: Errejón, que siempre quiere ser algo más). Y estos hombres tan similares entre ellos, pese a coletas y barbas, hacen ofertas también muy parecidas: el PSOE juega a ser Podemos y PP, Ciudadanos va de Podemos hasta Vox; el PP, de Vox al PSOE; en Podemos juegan a ser patriotas y en Vox, a cuidar de los españoles siendo ultraliberales. Por suerte para Cutts y para nosotros, en Catalunya y Euskadi tenemos otras opciones.

Errejón también elige

Como les decía, Íñigo Errejón siempre quiere ser algo más: algo más atractivo para ser elegido, algo más líder que lo que le dejaban en Podemos, algo más mayor… O algo más joven, por ejemplo, respondiendo a Rosalía en Twitter. La cantante preguntaba: “Q hacéis?” (sic). Y el político respondió: “Desbloquear el país”, junto a un par de emoticonos. ¿Mola, eh? O igual no, igual en vez de “molar” resulta un poco ridículo, un poco “campañero”, un poco fuera de lugar, un poco cogido por los pelos… Pero así completa Errejón la oferta política a los españoles, desde la ligereza en las formas… Y en el fondo.

Ciudadanos ha elegido al bebé de Arrimadas

Siempre pensé que no fue casual que se hiciera público poco antes de la campaña de abril que Albert Rivera y la cantante Malú salían juntos: el de Ciudadanos entraba así en otros espacios informativos, los del corazón, y su presencia aumentaba. Ahora, esta relación ya no es noticia, pero en Ciudadanos han vuelto a apostar por el comentario familiar para colarse en conversaciones televisivas o de cafetería: Inés Arrimadas está embarazada, no ha querido darle importancia… Pero en la sede del partido han puesto una lona de tres pisos con este mensaje: “Felicidades, Inés”, y otras vez un par de emoticonos.

¡Qué casualidad!

Cuando Pedro Sánchez decidió repetir las elecciones sabía que la precampaña coincidiría con la sentencia del Procés, la exhumación de Franco y la sentencia del juicio por los ERE en Andalucía que puede implicar a antiguos altos cargos socialistas en la Junta. Las dos primeras las ha gestionado mal: en Catalunya ha querido ser el PP y en el Valle de los Caídos le colaron un “¡Viva Franco!” indignante. Más suerte ha tenido, qué casualidad, con la prórroga que ha pedido el magistrado Juan Antonio Calle para redactar la sentencia que podría implicar a Chaves y Griñán, que conoceremos, ya, después del 10-N.

El mundo es de unos pocos

Si cuando se abrió su cuenta en Twitter el presidente de la compañía no le dio la bienvenida, lo siento, es usted pobre. Como yo. Esta semana, Jack Dorsey sin embargo sí se ha molestado en responder “welcome” a una nueva tuitera: Ana Botín, que con quince tuits ha superado los doce millones de seguidores. El mundo es para unos pocos, otra vez lo hemos comprobado. Permítanme la maldad, pero la Botín ha entrado en Twitter… Solo cuando la empresa ha empezado a ser rentable.

Facebook sigue ganando

Twitter es la red social que más mencionamos porque nos encanta a los periodistas y a los políticos. Precisamente por eso para mí es un milagro que aún no haya cerrado. Pero la red social predominante sigue siendo Facebook en el mundo, en España, en Euskadi y en Bilbao. En Trecebits sacan los datos: un 90% de los bilbaínos tendría cuenta en Facebook (hay más de 300.000 pero seguro que menos usuarios); un 49%, en Instagram; y en Twitter, menos de un 10%.

La gran, gran historia de Instagram

Precisamente en Twitter, José Luis Antúnez tiene una serie de hilos estupendos sobre esas historias de tecnológicas y visionarios que tanto nos gustan. Esta semana ha dedicado una imprescindible a Instagram y a sus creadores, Kevin Systrom y Mike Krieger: la red social que Facebook está convirtiendo en el nuevo gigante es un prodigio de la innovación. Supieron apostar por el móvil, por la foto, por la localización… Por todo lo que ha triunfado desde que la lanzaron en 2010.

Pero todo estaba ya inventado

Systrom y Krieger realmente no inventaron nada, pero sí supieron identificar y unir todo lo que molaba. Incluso los famosos filtros los usaba antes Hipstamatic, otra app. Y mucho antes solo eran defectos de la química fotográfica, como muestra la colección de polaroids de Andrei Tarkovsky, que conocemos ahora y con las que en Magnet conjeturan que hoy este cineasta sería el mejor instagramer… Si fuera capaz de dejarse atrapar por la vorágine de Internet, algo difícil de imaginar.

De aquellos crowdfundings…

No vi El Cosmonauta, no puse dinero para su financiación vía crowdfunding, y no conozco a Nicolás Alcalá, su director, más que por lo que he leído esta semana en El Confidencial. Así que no sé si es justa la semblanza que le hacen en un reportaje sobre aquella cinta que alcanzó cierta notoriedad porque iba a cambiar el modo de producir cine. Me quedo precisamente con eso: no con el fracaso, sino con el canto de sirena, uno más, que lanzaron desde el Internet redentor y “lo colaborativo”.