Esto, ¿de qué va?

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Llevo ya unos cuantos años siguiendo la política de cerca y, cuanto más se acerca la “nueva” política a la “vieja”, menos entiendo algunas cosas. ¿Qué hace Pablo Iglesias poniendo en valor a Zapatero? ¿Todo vale para birlar votos, también mearse en el rival? ¿Y tampoco importa ciscarse, de paso, en el electorado propio? Porque como bien recordaba una usuaria de Twitter: Zapatero era el presidente cuando estalló la indignación que derivó en el 15-M… Y ahí surgió el mismo Podemos que hoy lo reivindica.

¿Quién se la ha pegado?

El programa de Susana Griso con Pedro Sánchez fue “calentado” de verdad: ¿hace cuánto sabíamos que la presentadora cree que a nadie le quedan los vaqueros como al socialista? Sin embargo, en La Voz Libre vemos que la emisión hizo su peor resultado de momento. ¿Quién ha perdido atención, Griso o Sánchez? Y eso, ¿qué significa, en cualquier caso, para el Secretario General? Lo peor es que es previsible que el último programa, con Rajoy, el dato será mejor.

España tiene españoles

Imagino que la frase no acabaría ahí y que Mariano Rajoy haría una semblanza de lo que es ser español, de los valores que atesoran estos ciudadanos y ciudadanas, de que sin su empuje, España sería… Vaya usted a saber. O igual estoy imaginando demasiado y Rajoy, que ya nos ha acostumbrado a las frases más inverosímiles, solo dijera: “España es una gran nación y sobre todo tenemos algo muy importante: españoles”, que es lo que hemos leído en el Twitter del PP asturiano.

Los semejantes se ayudan entre sí

Mario Conde, modelo para aquellos yuppies de los ochenta y noventa, y autoproclamado modelo de virtud en el siglo XXI, en las nuevas teles de derechas, antes de que le volvieran a detener por repatriar lo trincado, tiene buenos amigos, fruto de ese liderazgo, sin duda. Amigos como el gerente de la Fundación Francisco Franco, que es el que le había avalado para la fianza. Un aval que, por cierto, no ha aceptado el juez.

El problema no es follar

No, el problema no es que tres jugadores del Athletic follen, siempre que quienes follen con ellos lo hagan con total consentimiento. Tampoco veo ningún problema en que alguien recurra a Torbe en materia sexual, más allá del buen o mal gusto. De toda la pieza en El Español sobre el caso, lo único que me preocupa es que a la chica que denuncia la hemos visto quitarse la camiseta verde del Athletic casi todos, y sí, era una menor. Y también es preocupante para lo que Torbe habría usado ese vídeo antes de que acabase saltando de WhatsApp en WhatsApp.