La enésima «madurada»

Quien a estas alturas siga defendiendo a Nicolás Maduro tendrá que poner encima de la mesa argumentos y no la habitual vehemencia que hemos visto. La última ocurrencia para detener la inflación en Venezuela es la de cambiar dinero por “lingoticos” de oro. Pero sin lingotes: compras un documento que te dice que lo tienes y, luego, el gobierno, te recompra el documento por lo que valga el oro… según el gobierno. ¿Se fían los venezolanos de esta última ocurrencia (como de la moneda alternativa, los “petros”)? ¿Se fía el mundo de la palabra de Maduro sobre la cantidad de oro que le queda a Venezuela?

El turismo baja

Este año la izquierda abertzale ha conseguido atar a sus cachorros… O estos han cambiado 180 grados de parecer respecto al turismo en Euskadi. Se pongan como se pongan los que dicen que son “viajeros” y no turistas”, las visitas son positivas. Y además, este año, han sido menos: en el Estado ha descendido el turismo internacional casi un 5%. Las pérdidas más destacadas son las de Valencia y Catalunya (casi 7 puntos) o Canarias (más de un 5%). Hasta Andalucía perdió más del 2% de sus visitantes extranjeros.

Y el “talento digital” no sube

Uno de los aspectos menos comentados de la burbuja tecnológica es la del poco uso que los profesionales hacen de esa tecnología, precisamente. Somos muchos los que hablamos, e incluso asesoramos si nos dejan, pero la realidad es que las competencias digitales de los trabajadores (incluso en ofimática básica) son bastante reducidas. En Pymes y Autónomos recogen un estudio en el que concluyen lo que casi todos observamos: los trabajadores conocen los programas y entornos estrictamente necesarios para su trabajo y poco más, y que conozcan otros tampoco les otorga valor a ojos de la empresa.

Cuando lo hay, funciona

Seguimos hablando de talento, un tema que no suele ser habitual. Quien lo tiene no siempre lo desarrolla, y a quien lo usa no siempre le captan para mejorar en su sector o empresa. Así que cuando se encuentran quienes tienen talento y lo manejan, y quienes lo captan y saben rentabilizarlo, hay que celebrarlo porque funciona. Fíjense en el tuit de Juan Antonio Giner: “El Financial Times supera ya los 900.000 suscriptores de pago y en 2019 esperan llegar al millón: la gente paga cuando lo que se publica es de calidad, creíble y necesario para estar bien informado”.

Y se tiene que pagar

El fútbol mueve unas cantidades de dinero difícilmente justificables y, al mismo tiempo, parece un mundo de rácanos: el fotógrafo Pablo García ha recurrido a Twitter para reclamar a los responsables de prensa de Vinícius Júnior, el jugador que costó 45 millones al Real Madrid y está jugando en el B, que le paguen por el uso que han hecho de una foto suya. Según García, cogieron sin su permiso ni conocimiento la fotografía, le borraron la marca de agua y la tuitearon. Un jugador con un sueldo millonario y community manager propio ya tendrá para pagar una foto profesional en vez de robarla.

Amarillo, porque sí

No he salido de mi asombro en todo el fin de semana por el modo en el que en la final de Copa se requisaron prendas amarillas y/o con la palabra “libertad” porque podían incitar a la violencia. Un país que hace eso es un país enfermo. Así que, animado por Sant Jordi, empiezo la columna de hoy con este vuelo de Van Der Sar, aquel portero holandés interminable, vestido completamente de amarillo en la década pasada, cuando llevar ese color en un campo de fútbol no estaba prohibido.

El vídeo que debería avergonzar a Europa

Son muchos pero yo he elegido el vídeo del periodista Jofre Llombart en el que se ve a un aficionado de mediana edad entrar en el Wanda Metropolitano con la camiseta del Barcelona y una bufanda amarilla, al que obligan a entregarla a un miembro de seguridad. Esta imagen, sumada a tantas otras (incluida una imagen de policías fotografiando con un teleobjetivo a quien silbaba al himno español), deberían avergonzar a España ante Europa, o a la propia Europa que tiene un estado miembro que hace todo eso.

Sí, Europa

Quiso la casualidad que ayer en una cuenta en Twitter que publica banderas del mundo aleatoriamente (y así alcanza más de 600 seguidores) apareciera la de Europa: azul… Y amarilla. ¿Qué hicieron con las banderas españolas en los tornos del Wanda Metropolitano? ¿Ese amarillo no podía suponer un riesgo para la seguridad? ¿El matiz del “gualda” por fin es importante para no requisar la bandera o camiseta equivocada? ¿Saldremos de este bucle de tonterías?

Y llega Sant Jordi

Atónitos seguíamos ante semejante muestra de vandalismo en nombre de la democracia cuando llega Sant Jordi y leemos en El Nacional que la venta de rosas amarillas se multiplica por diez. ¿Qué van a hacer España o el Govern intervenido? ¿A cuántos va a meter Llarena a la cárcel por vender, comprar o intercambiar una flor amarilla? Me niego a pensar que en España nadie se está dando cuenta de los atropellos de sus poderes y de que esta regresión también les afecta.

Volveremos a criticar

Fui crítico con la actuación de aquel Govern que escenificó una falsa declaración de independencia para contentar a la CUP (¡a la CUP!) y mantuvo la bandera española izada. He sido crítico con los políticos que han huido de la justicia española mientras sus compañeros cuentan cientos de días en la cárcel. Y volveré a serlo, pero ahora no toca: con todos sin excepción en sus casas podremos hacer crítica política, hasta entonces toca recordar a “los Jordis” y el resto de damnificados.

Los motivos

Como la autora del post en Magnet, les pido que “disculpen las molestias”, pero creo que la huelga de ayer tuvo un efecto perverso: mujeres señalando a mujeres porque decidieron trabajar. Por supuesto, soy consciente de los motivos para la reivindicación y la protesta, y por eso los comparto: Ariane Aumaitre ha recopilado diez gráficos vergonzantes que muestran la posición de inferioridad de la mujer en el trabajo, las labores del hogar, la brecha salarial y hasta la pobreza.

Los aliados

La de ayer también fue una jornada propicia para “los aliados feministas”, esos hombres que, en los casos más extremos, llegan a señalar a mujeres por su falta de compromiso con el feminismo, es decir, la igualdad. Insisto en que estos son los menos, los más no perdieron la oportunidad de intentar marcarse un tanto (con tanto empalago que, sí, parecía sospechoso), de ofrecerse a cubrirles en el trabajo o en casa incluso repitiendo roles machistas y, sobre todo, de contarlo.

El postureo

Ayer empecé el día en una reunión con más mujeres que hombres, liderada por una mujer, y en la que la mayoría de ellas, estoy seguro, ganaba más que yo. Permítanme que piense que eso es celebrar el 8 de Marzo, y no lo que denunciaba Juan Antonio Giner: “¡Cuánto cinismo! Diarios deportivos machistas con páginas de chicas, diarios con anuncios de contactos y programas de televisión donde importa más el look de una presentadora que su inteligencia y competencia periodística, hoy, dando intolerables lecciones de feminismo”.

Hay que ser posibilista

Aplaudo que Toni Comín y, sobre todo, Carles Puigdemont, hayan anunciado que renunciarán a sus actas como parlamentarios catalanes para posibilitar la investidura, según El Español, de Jordi Turull o Elsa Artadi. Más allá de las predicciones de este medio en materia catalana, que el nacionalismo catalán empiece a ser posibilista es una muy buena noticia. La política es eso: hacer posible lo que sea necesario por el beneficio de la sociedad. Catalunya arranca, y eso es magnífico.

Cómo se hace una portada

Ya va tocando que dejemos de hablar de Fariña pero, primero por el secuestro judicial, después por el éxito de la serie televisiva y, finalmente, por el modo en el que se desenvuelven en redes sociales, lo haremos una vez más. En esta ocasión porque Artur Galocha ha explicado en Twitter cómo creó la portada con el fardo de cocaína abierto. Un proceso muy artesano y elaborado que termina en un buen trabajo, sobre todo, comparándola con la mayoría de portadas, que suele ser horrible.

Y el presente

El usuario Cipollino en Twitter sacaba una foto a la portada de la revista “Diez Minutos” en la que Carmen Martínez Bordiú confiesa: “He vivido toda mi vida sin trabajar”. Después, añadía: “La Transición en una portada” para conseguir más de ciento cincuenta retuits. Pocos me parecen para tan sangrante verdad. Pero es solo una verdad a medias, porque es la portada que retrata a la Transición pero también este presente en el que los descendientes de Franco siguen viviendo demasiado bien.

Dos campañas

Buen apunte el de Juan Antonio Giner en Twitter sobre las diferentes precampañas que estamos viendo en Catalunya: “Foros, desayunos monólogos y coloquios en hoteles y recintos cerrados: el unionismo teme la calle y los espacios abiertos. Han perdido el contacto con la gente y sus líderes practican los mensajes unidireccionales desde lugares protegidos y sanitizados, donde nadie les cuestiona”. Pero antes o después tendrán que salir todos a los mítines.

No nos ha durado nada

Tiene razón también Urtzi Jauregibietia cuando tuitea: “El ‘Black Friday’ es la demostración de que ‘Marketers Ruin Everything’. En este caso, como en la mayoría, por saturación. Toca inventar otra cosa”. Y es una suerte, sinceramente, porque esas supuestas ofertas del último viernes de noviembre son una castaña, y la evidencia de que los precios han sido hinchados previamente generan dudas en los compradores que no se merecen los comerciantes honrados (la mayoría).

Twitter es…

Me han gustado mucho un par de tuits recientes que casi han coincidido: “La Tierra siempre ha sido plana, la veis redonda por las vacunas que os han puesto” y “La Tierra es plana porque lo dice uno que ha publicado un libro diciendo que la Tierra es plana. Y tiene una página web. A ver, refuta eso. Imposible. Tiene una web. UNA WEB DONDE LO PONE EN NEGRO SOBRE BLANCO” (sic). Ambos se ríen de una manera de tuitear que extiende una peligrosa forma de pensar.

Ya podemos viajar tranquilos a Islandia

En realidad podemos hacerlo con bastante tranquilidad desde hace un par de años cuando, por fin, derogaron la ley que permitía matar vascos. Una ley que estaba vigente desde 1615 y que era una forma de defender aquel territorio de los cazadores vascos de ballenas, como leemos en el Cuaderno de Cultura Científica, que es el blog de la Cátedra que con acierto lidera Juan Ignacio Pérez Iglesias, y en la que difunden investigaciones estupendas que, a veces de un modo directo, nos atañen.

¡Uf!

Lo de los justicieros digitales, sean Anonymous o sean los que defienden posiciones indiscutibles, lo llevo muy mal. Creo que es uno de los perjuicios evidentes de las redes sociales digitales, y que quien difunde la foto de los acusados de una violación múltiple en Iruña, por mucha prisión preventiva que chupen, e incluso aunque me parezcan lo peor, se equivoca. Antonio Ortiz expresaba mejor que yo lo peligroso del terreno que estamos pisando sentenciando en Twitter antes que el juez.

Y si lo hacemos los periodistas, peor

Si me parece mal que el juicio paralelo o anticipados a “la manada” lo liquiden con una foto, dos líneas y cinco nombres propios usuarios de Twitter con nombre propio o anónimos avatares, me parece todavía peor que los periodistas estemos jugando a dar o quitar culpabilidad a los propios acusados y, ya en el fondo de la fosa de fango en la que nos metemos, a la víctima. Como soy un ingenuo me sorprende la ligereza con la que señala parte la ciudadanía, pero no salgo de mi asombro con lo que deslizan algunos profesionales de la comunicación.

Las excusas

El cansancio, la lástima y la preocupación que me genera lo que está pasando en Catalunya, a veces deriva en cabreo. No puedo evitarlo cuando leo titulares como el de Joan Tardá en La Vanguardia: “La república no se implantó para no poner en riesgo a los ciudadanos”, en la línea de lo que han dicho otros representantes de ERC como que no había plan ni medios para la independencia, según Sergi Sarrià, o que la DUI no se hizo, como expuso Carmen Forcadell.

¡Qué más le da!

A Pablo Casado le da lo mismo amenazar con el 155, exigir la aplicación de la ley y la justicia a todos menos al PP, o decir auténticas burradas: “Desde aquí en Huelva salió la expedición que cambió la historia de la humanidad. Ningún separatista va a romper 5siglos de esta España unida”, ha soltado recientemente. Como si Colón representase a España, como si las colonias no se hubieran independizado, como si tuviera algo que ver con lo que pasa hoy en Catalunya.

Lo cierto es… Que todos pecamos

Juan Antonio Giner e Ícaro Moyano tienen toda la razón: genera entre gracia y pena ver que periodistas que han fracasado en sus proyectos en papel o Internet se atrevan a erigirse como representantes del “periodismo de calidad” pero, ¿quién no ha fracasado hoy en este sector? ¿Quién no ha tomado decisiones equivocadas a nivel de empresa o contenidos? ¿Quién puede presentarse como un profesional sin un tachón en el oficio de las palabras y las ideas? Para errores, los míos.