¿La carrera del euskera o de las movidas?

Tuvo que llegar la Korrika a Bilbao, y no puede ser una casualidad, para que en las fotos empiecen a aparecer siluetas de personas de ETA presas, banderas que reclaman su regreso a casa, no a Euskadi, e incluso una bandera de Ernai cuando Iribar coge el lekuko en San Mamés. Esas banderas no han aparecido ahora: cuando pinchabas el streaming aparecían casi en cualquier momento. Esas banderas, esas siluetas, se han dejado ver ahora en las fotos oficiales, esa es la novedad, ahora, insisto, qué casualidad, que acaba la Korrika y a su paso por Bilbao. ¿Le conviene a Aek, como empresa privada, asociarse a estas marcas?

Bien tirado

Me parece difícil negar que el tuit de Esan, el sindicato de la Ertzaintza, para protestar por los ataques a las sedes de la policía vasca, estuvo bien tirado y tuvo su gracia: “ESAN solicita un nuevo modelo de Izquierda Abertzale. ESAN quiere denunciar la campaña de acoso y criminalización a la que se está sometiendo a la Ertzaintza por la autoproclamada Izquierda Abertzale”. Quien siga esta columna sabe que tengo muchas dudas con el “nuevo modelo policial”, porque no sé qué policía sigue un modelo distinto al de la Ertzaintza y porque ese debate evita que hablemos del que importa: la seguridad.

El régimen ruso

Tenía guardado para esta columna un tuit de Xavier Colás en el que respondía a una periodista prorrusa y le afeaba cómo se plegaba al régimen de Putin. Pero no me ha dado tiempo a sacarlo: el corresponsal de El Mundo y Telecinco en el país ha anunciado en X que “las autoridades rusas han rechazado a última hora renovar mi visado de periodista y sólo he contado con 24 horas para salir del país”. Colás ha informado con crudeza tanto de la invasión sobre Ucrania como de sus consecuencias, mostrando a las familias de los militares muertos en el frente y la represión del régimen contra las protestas. Por eso Putin ha muteado su voz.

No, España no va tan bien

En este caso, no podemos decir que lo que aparece en El Economista sucede en España y es extensible a Euskadi. Porque no lo es: la CAV y Nafarroa suben notablemente la media de los sueldos en el conjunto del estado español. Por lo tanto, este es un problema es español: “Su brecha salarial con los vecinos europeos se duplica desde 2008”. Los subtítulos son muy claros: “Los trabajadores españoles cobran un 23% menos que la media del Viejo Continente. La retribución por hora trabajada en España es de 18,3 euros, frente a los 23,8 de la UE”. Y eso que la subida del SMI ha tirado hacia arriba la estadística.

¡Cómo no!

Creo que a nadie ha sorprendido este titular: “Vox ficha a Juan Carlos Girauta para las elecciones europeas” (The Objective). Antes que en Ciudadanos, Girauta militó en el PP (de hecho, empezó a ser conocido por defender mucho más allá de lo defendible la tesis del 11-M de José María Aznar). Y antes que en el PP, estuvo en el PSOE, de donde salió airadamente, según él mismo ha reconocido en alguna ocasión. De esta manera, ha completado el parchís de partidos españoles, como alguien tuiteaba ayer mismo. Y no ha fichado por los de Abascal solo para la foto: saliendo el número tres en la lista al parlamento europeo, es fácil que llegue a Bruselas.

Lo que no expresa

Cuando Núñez Feijóo expresa que “Sánchez quiere ocupar el espacio electoral de Podemos” (El Independiente) lo que también dice es que él mismo pretende ocupar el espacio electoral de Vox. España, al final, se divide en los mismos bloques de los últimos siglos, casi nada ha cambiado. A un lado, los fascistas y sus colaboradores necesarios. Al otro, la izquierda intransigente y un grupo de que no se ubica ni en un espacio ni en otro y que pretende parecer progresista pero no tanto que dé miedo. Y así hemos llegado a 2022, ahora se llaman Vox, PP, Podemos y PSOE pero, realmente, ¿importan algo los nombres?

6.700 millonarios más en España

Para ser millonario hoy en España no hace falta ser hijo o nieto de quienes se apropiaron de lo que perdían las familias de los represaliados, no hace falta ser neoliberal, o socialdemócrata acomplejado, ni es incompatible ser millonario y seguidor de Pablo Iglesias: solo en 2020, según El Periódico de España, “el número de millonarios creció en más de 6.700”. No solo son más, es que ganaron más: “En paralelo a un incremento de sus propiedades hasta máximos históricos”. Respecto a quienes tienen más de seis millones de euros “en la última década, este privilegiado grupo de población aumentó un 26% y sus propiedades se duplicaron”.

Isabel de Tabarnia

A Isabel Díaz Ayuso no le ha importado ser un friki más en el desfile que hicieron Juan Carlos Girauta, Tomás Guasch, Javier Cárdenas, José Ortega Cano, Carmen Lomana o Ramón Arcusa (el del Dúo Dinámico, sí), entre otros y otras. De hecho, de entre todos ellos, la del PP es la líder. No lo digo yo: la han elegido las y los miembros de Tabarnia, ese “reino” imaginario que surgió después de que en unas elecciones catalanas apareciese una región que no voto mayoritariamente nacionalista. Aquello duró un suspiro salvo para quien necesita inventarse algo con lo que le hagan caso. Y su presidenta es Díaz Ayuso.

Mientras tanto, en Catalunya…

Las y los taberneses, precisamente, estarán encantados con lo que está pasando con la Diada este año. Bernat Dedéu en El Nacional lo describe con su habitual tono irreverente: “Tanto Esquerra como Convergència están comprando el marco mental español habitual en cualquier Diada”. “La carrera del autonomismo indepe busca simplemente comprar el marco mental del parlamentarismo español, desacreditar cualquier movilización independentista como un ejemplo de exclusión de la ciudadanía normal y tranquila”. Una carrera que lidera Esquerra, nada menos que el partido aliado de Bildu en Madrid.

Bruselas bolchevique

“Bruselas propone introducir un tope al gas ruso y recortar los ingresos de las energéticas” (República). Esto es intervencionismo puro y duro, límite de gasto y, por extensión, de ingresos, y bloqueo real a la oligarquía rusa que se enriqueció de manera infame con el permiso de Putin. Bruselas, entendida como la capital política de Europa, es hoy más bolchevique y antiliberal que nunca. No hay otra opción que parar los pies a los partidos que basan su oposición en que cada uno haga lo que quiera y al poder del Este del que dependemos, no es menos cierto, por culpa de Bruselas. Puede que sea tarde, pero es bueno.

Sí, son humanas y humanos

Pocas dudas tengo de que detrás de las filtraciones de los vídeos supuestamente escandalosos de la primera ministra finlandesa está el aparato de propaganda ruso. Practican la desestabilización desde hace décadas a nivel global y poco les está costando que entren al trapo ahora prensa y tuiteros. Pero de lo que estoy absolutamente seguro es de que Sanna Marin y todas las políticas y políticos del mundo tienen derecho a una juerga o una siesta, si es su manera de aliviar la presión. Menos el rey de Marruecos: si ese iba chuza es porque es un sinvergüenza que se salta en París la prohibición, vía religión, que impone en su país.

Su fiesta

Y mientras una primera ministra tiene que salir a recordar al mundo su derecho a la juerga, la fiesta no se detiene para Juan Carlos Girauta y Marcos de Quinto: “Se han unido para impulsar una ‘asociación cultural’ a la que han bautizado como ‘Pie en Pared’. Su fin es ‘remover ideas en el ámbito cultural para reivindicar la democracia liberal’. ‘Nuestro objetivo es influir en la cultura, plantar cara a la hegemonía de esa izquierda woke aferrada al discurso feminista radical progre, que defiende ahora el indigenismo, o se ha empeñado en achacar todo al cambio climático’. También pretenden combatir el ‘nacionalismo’ (no español)”. (El Diario)

Hablando de ello

Otra fiesta que no se detiene es la de las redes sociales: según Vozpópuli, que ha consultado el informe de Facebook sobre la inversión en su plataforma de partidos políticos y ONG. “Podemos es quienes más ha usado este formato, con una cifra de 636.000 € en anuncios en Facebook. Por su parte, Ciudadanos ha destinado 550.000 euros desde abril de 2019”. En España, el PP lleva gastados 413.000 €, el PSOE, 127.000, y Vox, solo 11.300. A nivel global, quien más gasta es “Save The Children, que está a punto de alcanzar los 1,5 millones de euros de inversión”. Por su parte, el Parlamento Europeo ha gastado con 1,1 millones.

Y el gran tema

Solo espero que después de haber abierto el melón del cambio climático no metamos el tema en el congelador para no volver a mirarlo hasta que llegue una inundación en el corazón de Europa, por ejemplo. No podemos permitirnos más desgracias ni, sobre todo, que el deterioro vaya a más: “El cambio climático exige más pantanos, energía nuclear, actuaciones contra los incendios y recuperar ‘la España vaciada’”, leo en República y pienso también en algunas localidades vascas, del norte y del sur, con problemas similares de despoblación. Tenemos que mirar al problema de frente y, lo más importante, sin vendas en los ojos.

Casi lo mismo pero pagando

Esto de Cinemanía no necesita casi apuntes: “Netflix, Disney+ y la futura plataforma de Warner Discovery están ultimando sus estrategias para incorporar anuncios de publicidad al inicio de los contenidos de sus respectivos negociados. Esta medida, unida a un previsible aumento de precios (las tarifas baratas pasarían a incluir publicidad; si no quieres anuncios, tendrás que pagar más) llega justo a tiempo de calmar los ánimos de Wall Street”. Ahora que el otoño y la crisis nos meterán en casa (el coronavirus parece descartado, por suerte), el entretenimiento será más caro y con publicidad. Es decir: la tele de siempre pero pagando.

Es cuestión de beneficios

El espíritu del tuit de Nerea Arostegi es lo que importa: “El titular será que El Prenda ha pedido perdón pero la realidad es que ha pedido una reducción de condena. Que no se olvide”. Aunque parece que si su petición de perdón es tenida en cuenta, José Ángel Prenda no vería reducida su condena pero sí podría acceder a beneficios penitenciarios. Vamos, que su arrepentimiento, como bien sugiere la periodista vasca, es una cuestión de beneficios contantes y sonantes, lo que deja ver, junto al hecho de que haya dejado al resto de “la manada” en la obligación de admitir también el delito, el tipo de persona que es.

Esto, también

El Prenda se habrá esforzado en hacer una carta manuscrita y en parecer arrepentido, pero lo suyo tiene más pinta de negocio que de otra cosa. Igual que lo de las eléctricas: no es nada personal, de hecho, los consejos de administración y las y los accionistas no piensan en las personas. Solo es cuestión de números (tenemos que hablar también de quienes pagan facturones pero esperan dividendos): “Las eléctricas ganan 4.000 millones en bolsa a la espera de que Ribera les devuelva los beneficios caídos del cielo” (El Independiente). Todo a la buchaca de quienes, además, se ponen chulos en actos públicos.

¡Pues claro!

El enésimo giro a la derecha del PP para ocupar el espacio de Vox ha encontrado respuesta en la extrema derecha de la manera más obvia: “Vox reta al PP a probar su acercamiento derogando en Andalucía y Madrid leyes de igualdad y memoria democrática” (InfoLibre). El movimiento se demuestra andando y el fascismo, derogando, prohibiendo o censurando. Es así de sencillo: Casado tiene que demostrar que no va de farol porque los extremistas son más de obras (sencillas) que de palabras (populistas). También puede demostrar que le preocupa el centro y que el votante fachilla no es el suyo, pero esa sería otra historia.

Otro que abandona

Luis Gordillo ha abandonado Ciudadanos para integrarse en el PP. Su movimiento es bastante lógico, sobre todo, viendo los precedentes: “Girauta borró 39.000 tuits contra el PP antes de participar en la convención” (El Plural). Ahí es nada. 39.000 mensajes escritos con el odio que rezuma el ex de Ciudadanos borrados de un plumazo. 39.000 tuits que seguro que formaban un archivo precioso, un pedazo de memoria política, el reflejo de una época en la que una banda de arribistas disfrazados de liberales progres pero más a la derecha incluso que el PP (Ciudadanos cebó a Vox, no lo olvidemos) creyeron que iban a comerse el mundo.

Giuliani se marca un “Infanta Cristina”

¿Qué es preferible, parecer tonto o parecer un delincuente? La Infanta Cristina lo tuvo claro: ella quiso parecer obnubilada por el amor a su marido que, vaya, va a acabar siendo el único de la familia real condenado por llevárselo calentito. Con el paso del tiempo me he dado cuenta de que en la cárcel acaban los más cortos de luces, y Rudolph Giuliani no es de esos: ha preferido reconocer bajo juramento durante un juicio que todo lo que supo del fraude electoral que denunció junto a Donald Trump lo supo por las redes sociales, y que salga el sol por Antequera. Vamos, que él solo fue otra víctima de aquella desinformación.

Liderazgo, ¿de qué?

Albert Rivera puede montar un máster sobre liderazgo político y puede incluir en él a Toni Cantó como profesor. Lo lógico sería que nadie pagase por esas clases: ¿qué van a enseñar el dúo Rivera-Cantó, a cómo huir de barcos que se hunden, a colaborar en el hundimiento, a saltar de un partido a otro cuando la cosa se pone fea, a vivir de las declaraciones pero nunca de la gestión, a sostenerse en chiringuitos cuando el escaño lo ocupa otro? Es hora ya de exigir un poco de cordura y de demostrar que no vale todo, que quienes no supieron tomar decisiones más que para su propio beneficio no pueden enseñar a tomarlas como líderes.

Comunicación, ¿cuál?

Otro ex de Ciudadanos, Juan Carlos Girauta, ha sido fichado también como profesor, en este caso, de Comunicación en el Instituto Superior de Sociología, Economía y Política. ¿En serio a alguien le parece que tiene algo que enseñar? ¿A qué, a ser un parlamentario que solo sabe llamar la atención por sus exabruptos, igual que hace en Twitter, y es incapaz de mantenerse en silencio cuando hablan quienes piensan de un modo diferente a él? ¿Acaso Ciudadanos supo comunicar sus decisiones o pareció una simple muleta del PP que acabó con su crédito político a una velocidad de vértigo? ¿Por qué intentan engañarnos?

¿Contertulio o líder en la sombra?

El planteamiento de Francisco Carrión en El Independiente sobre el nuevo papel de Pablo Iglesias resulta bastante interesante: “El regreso de Pablo Iglesias, con una cada vez más abultada lista de colaboraciones mediáticas, amenaza con marcar la agenda de la dirección que encarna Ione Belarra y Yolanda Díaz”. Evidentemente, sus artículos de opinión dejarán escritas directrices e intenciones, lo que no sabemos es si serán consensuadas con la nueva dirección, si esta se lo mandará a Iglesias o si el propio Pablo querrá liderar el proyecto desde las bambalinas, pero parece que ningún partido se libra de tener un jarrón chino.

¿Abrimos el debate?

La propuesta de Desigual de reducir la semana laboral a cuatro días (uno de ellos, además, de teletrabajo) y, por extensión, el salario (un 13%) merece una reflexión. ¿Es lo que queremos? ¿Compensa? ¿Podemos llegar a fin de mes con más tiempo libre y menos capacidad de gasto? ¿Abrimos la puerta a que lo hagan otras empresas y, al mismo tiempo, a que se abra una brecha entre quien sí puede permitírselo y quien no? ¿Debemos dejar que sean algunas empresas las que tomen esta decisión o es necesario regularlo y homogenizarlo? No tengo ni idea de las respuestas pero sí sé que soy el menos indicado para aventurarlas.

Hay que airear Internet

De lo que no tengo ninguna duda es de que hay que airear Internet y, después, regularlo. Estoy bastante de acuerdo con Charles Randell, el regulador financiero de Reino Unido, que ha criticado un anuncio sobre criptomonedas de Kim Kardashian en Instagram: “La promoción financiera con mayor audiencia de la historia” (Vozpópuli). Al respecto, ha hecho este símil: “Los establos de Augías no se habían limpiado durante 30 años cuando a Hércules se le asignó la tarea de limpiarlos. (…). Al igual que los establos de Augías, en los últimos 30 años Internet se ha llenado de una gran cantidad de… bueno, llamémoslo ‘contenido problemático’”.