¿Cuál es el modelo?

A Sortu no le gusta el modelo de turismo de lujo que hay en Donostia y por eso varios miembros han decidido ocupar dos viviendas destinadas a alquiler turístico. Vale. Pero sabemos que tampoco le gusta el modelo de turismo cultual que propone el Guggenheim Urdaibai. Ni el turismo popular y populoso porque es de pobres. Entonces, ¿cuál es el modelo? ¿Qué vendieron las y los alcaldes de Bildu que promocionaron en Fitur sus municipios? ¿Qué tipo de turistas son las y los simpatizantes de Sortu que veranean en Cádiz o Les Landes, por ejemplo? ¿Acaso se creen “viajeras” y “viajeros”?

¡Claro que hay un interés político!

A veces hay que levantar un poco el foco, ver lo que pasa en el entorno y volver a mirar en nuestra casa. Por ejemplo, respecto a las huelgas que nos perjudican con evidente interés político, esto es lo que leemos en EPE sobre las ya famosas “tractoradas”: “Vox y el activismo prorruso agitan al sector agrario español para ‘la rebelión del campo’. A menos de 150 días de las elecciones europeas, un gran engranaje de entidades, cuentas de redes sociales, medios digitales, influencers, telepredicadores y terminales automáticas de agitación se han lanzado a instrumentalizar el cansancio”.

¿A quién copian?

Después de la huelga del sector primario en Europa, agitada convenientemente por la extrema derecha y los desestabilizadores (que son los agentes que recogerán los frutos), a España y, por extensión, a Euskadi, le amenaza otro paro, según El Plural: la “Plataforma Nacional” de transportistas, liderada por Manuel Hernández quiere demostrar que pueden desabastecernos. Tanto la plataforma como su líder han sido vinculados con Vox previamente. Y a mí la estrategia me suena: sindicatos que aseguran no estar vinculados a ningún partido generan cabreo en la sociedad por interés partidista.

Tenemos que contar la verdad

Los populismos de derecha e izquierda han ganado la batalla del relato entre quienes quieren oír que la responsabilidad nunca es suya. Así llegamos a las tractoradas, aunque antes y más cerca pasamos por reclamaciones injustas que desequilibran balanzas. Pero es necesario que sigamos contando la verdad: hay que tomar medidas drásticas (empezando por quienes más tienen) para frenar un colapso del que nadie quiere hacerse responsable. El mapa interactivo de Xataka con “las regiones del mundo más amenazadas por la sequía” puede ser un buen punto de arranque.

Por ejemplo

El fin de los combustibles fósiles es un objetivo loable e insustituible, pero es evidente que sí será necesario sustituir la fuente de la energía. Y con la llegada de “lo eléctrico” como solución aparente a los problemas, vamos a tener que admitir la realidad. O nos llenamos de aerogeneradores, placas solares y captadores de olas, o admitimos que la energía nuclear forma parte de la solución y no del problema. Pero poner de foto de perfil en X el logo antinuclear es incompatible con buscar un enchufe con el que recargar el móvil para seguir tuiteando, por muy estupendas y estupendos que nos pongamos.

«Gora Lenin!»

El centenario del fallecimiento de Lenin ha sido celebrado, entre otros, por Sortu en Bilbao, el partido en cuya dirección ha estado Pello Otxandiano, candidato a candidato a lehendakari (¿o en Bildu han renunciado ya al teatrillo?), sí. Cada partido hace los procesos internos y celebra los aniversarios que le da la gana, faltaría más. Pero los referentes históricos que estos eligen libremente importan, y suman o restan. Entre Lenin y el lehendakari Agirre, por ejemplo, hay un océano de distancia. Y entre quien reivindica a uno y a otro, de la misma manera, hay un salto ideológico y, por supuesto, moral.

Los contactos… Para lo que les importa

No son solo los referentes y lo que estos significan, también la política efectiva del día a día define a los partidos. Mientras el mismo Otxandiano hace su ronda de medios hablando del cambio que él cree que necesita Euskadi (más visión y menos gestión, según sus propias palabras), sus compañeros de gran coalición hacen lo que hacen: su apoyo a Pedro Sánchez en la investidura fue a cambio del ayuntamiento de Iruña (moqueta y bastón de mando). Y los contactos en los ministerios “en los últimos años”, liderados por Julen Arzuaga, les han servido para lograr “una nueva perspectiva de política penitenciaria”, según Vozpópuli.

No querer

El caso del músico que tendrá que abandonar la banda municipal de Barcelona porque después de 27 años no ha sido capaz de acreditar un nivel básico de conocimiento del catalán, ha generado mucho ruido en Twitter. Pero entre los llantos de las plañideras y los plañideros, ha destacado por su serenidad el tuit de Agirretxu Jauna: “27 años negándose a estudiar una lengua oficial. ¿Quién ejerce una dictadura lingüística sobre quién?”. Mientras esto pasa en Catalunya, en Euskadi, la justicia se dedica a corregir a legislativo y ejecutivo, y a pasar la apisonadora sobre todo lo construido para garantizar los derechos lingüísticos.

Otra magnífica pregunta

A estas alturas, todas y todos hemos visto el tuit del Barça en el que restriegan a la afición del Athletic las cuatro finales ganadas. Por supuesto, están en su derecho. Pero el acto, también en su caso, les define. El periodista Paul Glibin tuiteaba otra magnífica pregunta y su respuesta: “What’s the difference between class and a referee? You can’t buy class” (“¿cuál es la diferencia entre la clase y un árbitro? No puedes comprar la clase”). Parece que está de moda calentar los partidos contra el Athletic, como ahora hace el community manager culé (con el OK de toda la cadena de responsabilidad). Lo que importa es quién saldrá escaldado.

El casito… comprado

No niego el éxito de la King’s League entre su público objetivo, como no niego el interés de la liga saudí en aquel país. Pero tanto el experimento de Piqué e Ibai Llanos como la competición que apadrinó Cristiano Ronaldo no capta nuestra atención a diario, ni semanalmente. De hecho, “el torneo de futbito” del ex del Barça, como lo definió el cantante de Los Planetas, Jota, ha llegado a las portadas de los diarios deportivos de Catalunya y España… Pagando. Pagando y jugando al engaño con su público. Entonces, ¿sí importan los medios tradicionales? Bienvenida sea la publicidad, en cualquier caso, y la noticia de que los periódicos funcionan.

2.0

Ser candidato a lehendakari no es fácil. Serlo con alguna posibilidad de gobernar, aunque necesites tres carambolas, es aún más difícil. Y el número de personas que se prestan a ello es muy reducido. Así que reconozco a Pello Otxandiano su valentía, pero me pareció que quien tenía miedo con la designación era Bildu y no solo por la voz temblorosa de Otegi. Otxandiano no es una apuesta ganadora: demasiado joven y demasiado de Sortu (estuvo en la dirección que dio paso a la actual, con David Pla y Elena Beloki). Y que sea demasiado de Sortu invita a pensar que la nueva deriva de americana sobre camiseta no satisface plenamente.

No pueden esconderse

Las y los fascistas pueden disfrazarse pero nunca dejan de serlo: Santiago Abascal alertaba de que “en un momento dado el pueblo querrá de colgar de los pies a Pedro Sánchez”. Su conocimiento de la historia y su fundamento político puede resumirse en ese entrecomillado de El Independiente. En el mismo digital destacan que “el PP critica a Abascal” (con cuyos votos cuenta para alcanzar al gobierno de España) y que “acusa” a Sánchez “de buscar polémicas”. Porque Abascal tiene delito (si no lo es, debería de serlo), pero quien le critica con la boca pequeña y señala a la víctima tiene también lo suyo.

¿En qué lado estás?

Esto es muy fácil: ¿estás con Ucrania o estás con Rusia? ¿Estás con Gaza o estás con Israel? ¿Estás con la población civil agredida y masacrada o estás con la potencia militar que lanza misiles contra edificios civiles? EE.UU. está contra Rusia y con Israel. Para el gobierno del país (demócrata, no lo olvidemos) tendrá su coherencia, pero para el resto del mundo es una puta (sí, he escrito “puta”) vergüenza. No hablo del veto en la ONU a una resolución formal, es que manda 14.000 proyectiles para tanques y sin aprobación del Congreso. Ya, ni las formas. “Show must go on”, tuitea Mikel Ayestarán sobre la noticia de El País.

18.000 personas muertas

18.000 personas muertas. Lo escribo con horror, con dolor, pero no puedo dejar de hacerlo: 18.000 personas muertas. Solo en Gaza. A manos de Israel. Bomba tras bomba. Disparo tras disparo. 18.000 personas muertas. Por mucho que Hamás controle la comunicación que sale de la franja, hemos visto lo que hemos visto: niñas y niños asesinados por una maquinaria de matar liderada por un gobierno extremista que cuenta con el primo del Zumosol, ahora llamado Joe Biden. Nadie puede justificar este ataque atroz, y quien lo haga formará parte de un nuevo colaboracionismo, esta vez, sionista, sorprendentemente.

¿Esto está bien?

Me lo pregunto de verdad porque yo para estas cosas soy extremadamente cuidadoso y a veces me paso de precavido. Me refiero a la presentación del libro de Pedro Sánchez, ‘Tierra Firme’, en horario laboral de mañana, con el nombre de la editorial bien visible, presentada por Jorge Javier Vázquez y retransmitida por streaming por “la cuenta oficial del Gobierno de España”. ¿Quién saca beneficio de este sarao? ¿Podemos pensar que hay elementos de esta presentación pagados con dinero público, es decir, nosotras y nosotros, o cómo se nos ocurre hacerlo? ¿Podemos criticar lo desacertado de todo lo anterior?

La memoria

Cada uno puede recordar a sus muertos como quiera, pero tiene que ser consecuente. Por ejemplo, Sortu puede creer que el recuerdo a dos terroristas hoy en Bilbao es algo importante para la ciudad y yo puedo opinar al respecto lo que me dé la gana después de que, en 15 segundos en Google, haya comprobado que Arkaitz Otazua tendió una emboscada a dos ertzainas e Iñaki Fernández de Nograro huyó de la justicia acusado de intentar asesinar a Juan Mari Atutxa. Lo que me preocupa es el silencio cómplice de quienes representan a Bildu y no dicen nada ante el tuit de Otegi y, en la misma semana, este doble homenaje en Bilbao.

El imbécil

No importa cuánto te esfuerces en evitarlo: siempre va a haber algún imbécil. Pero por lo que parece nadie ha ganado a tonto a quien creyó que era una buena idea tocar el culo a Isa Balado, una periodista que hacía un directo desde la calle para un programa de Cuatro. El gilipollas ha sido detenido. Bien. Pero solo es el eslabón más débil en la cadena de trogloditas. Creo que Naiara Pinedo resume muy bien lo que sucede en su tuit: “Los discursos negacionistas alientan la osadía de los machistas”. El agresor actuó de la manera que lo hizo porque la extrema derecha legitimada por el PP alienta esos comportamientos.

Las elecciones

Yo cada vez veo más clara la repetición electoral en España: Núñez Feijóo es un globo pinchado y Santiago Abascal, un friki. Yolanda Díaz suma tan poco que es irrelevante y, lo que más importa en el cálculo de Sánchez, con unos escaños más Sánchez puede librarse de necesitar el apoyo de Junts, por ejemplo. “El PSOE no descarta ya elecciones y cree que cuenta con un discurso ganador”, leo en El Independiente y confío sobre todo en que Isabel Rodríguez quiera lanzar un mensaje a Puigdemont y su equipo para que rebajen sus exigencias. Pero la expectativa de una repetición electoral que solo beneficiaría a Sánchez da miedo.

El mal

Un mundo tan globalizado como el actual, en el que todo se parece tanto entre sí y apenas hay ya diferencias culturales, comerciales e incluso gastronómicas, está perfectamente preparado para un gobierno, una justicia y un legislativo igualmente globales. Una democracia plena que castigue a quien no se integre y vele por la ciudadanía aplastada por militares, paramilitares y jeques. Un mundo que no permita que haya un Vladímir Putin y un Kim Jong-un capaces de reunirse para hacer el mal. Y que no me vengan con otanismos y zarandajas. Estamos hablando de delincuentes, de saqueadores y extorsionadores con camisas blancas bien planchadas.

Un error

Creo que el Athletic se ha equivocado respondiendo a Rafa Alkorta. Puede disentir (y es lógico que lo haga) con las declaraciones del exdirector deportivo en Onda Vasca. De hecho, algunas cosas que le escuché a mí tampoco me gustaron. Pero Alkorta tiene derecho a expresar su opinión con el respeto que él considere que merece la situación. Si el Athletic entra en la guerra de los desmentidos, como bien avisa Iker Fernández en Twitter, no va a dar abasto, y además, creo yo, rebajará el nivel de la institución para ponerla a la altura de la polémica de la que se quiera defender. Y eso, simplemente, no puede suceder.

Huelga, manifestación y «PNV, cabrón»

Vuelve la campaña y regresan las manifestaciones: Aitor Esteban sufrió una durante la presentación de su programa y frente a Sabin Etxea la de turno dejó ruido y suciedad. Pero no debemos decir que hay una estrategia electoral detrás: es simple casualidad, claro. La realidad fuera de la pancarta es mucho menos conveniente para quienes creen que un país próspero merece ser el que más huelgas sufre de toda Europa: Sánchez anuncia una ley sanitaria para garantizar una operación en menos de cuatro meses y que te atienda un especialista en menos de 60 días. Y en Euskadi la media de las operaciones es de 66 días y del especialista, 48.

La1 es menos mala

Para Sortu en Nafarroa es mejor ver el txupinazo en La1 que en ETB1: así lo mostraron colocando pantallazos de la televisión pública española en su tuit mientras el ente vasco hacía la misma emisión (yo sí lo vi en ETB1, por cierto). Están en su derecho, como quien ve las campanadas con Ana Obregón o Cristina Pedroche, pero también lo estamos nosotros de recomendar que se guarden sus lecciones de cómo se defiende lo vasco, empezando por el idioma. Lo cierto es que la izquierda abertzale cada vez hace más bandera de la izquierda y menos de lo abertzale. También están en su derecho: eligen Obregón y Pedroche.

La friki

Hacía tiempo que no disfrutábamos de un friki o una friki de la política. La política española se había convertido en una cosa para hombres que se la tomaban muy en serio mientras daban un poco de risa a veces. Pero esta vez sí contamos con una friki genuina: Macarena Olona, que ha empezado su campaña en un puticlub tirando aparentemente del mito fácil: “Es un lugar habitual para los políticos” (República). Pero más bien tira con bala: “Les van a pitar los oídos a todos aquellos que van de cristianos ejemplares”. La España del Larios con Coca-Cola. Ojalá Macarena siga contándonos más cosas de Vox.

El verde de la vergüenza

El desinfectante verde que algunos “activistas” utilizan para atacar a personas de la prensa o la abogacía que no alaban las bondades del Kremlin, además de peligroso para la integridad de quien es atacada, es una muestra de vergüenza, sobre todo, para el atacante. Pero, claro, decir esto desde Euskadi es lo fácil: lo difícil es lo que hace la abogada Elena Ponomareva, la última agredida y señalada, como denuncia Xavier Colás (corresponsal de El Mundo en Rusia, que sabe lo que hay). Lo inexplicable es que a la misma distancia haya quienes justifican esta persecución fascista, estos ataques cobardes o sus motivaciones.

Difícil de justificar

No es justificable que se haya disparado el número de bajas en la Ertzaintza durante la celebración del Tour. De hecho, es criticable  desde la política que gestiona, desde los medios que observamos, como la ciudadanía, atónitos, y también desde el cuerpo. ¿Por qué tiene que llevarse la mala fama también quien sí trabajó? ¿Por qué tenemos que hacer el esfuerzo los de fuera para no mezclar, para diferenciar, si quienes están dentro amparan de la misma manera a todos? Lo de que “cuando llueve estamos bajo la lluvia” como explicación, que señalaron en Gara y llegó a la portada de Menéame es, simplemente, definitorio.