El emérito no necesita amnistías

¡Buah ya ha estado otra vez el Borbón en el Bribón! El emérito no necesita amnistías. Vivimos en un estado de derecho. La corrupción es un derecho inviolable. Y el exilio se reserva a rojos y separatistas. Por eso, Juancar no solo regresa cuando le apetece a Sanxenxo, sino que sale de excursión, a navegar con la familia.

«¿Qué plan tienes para el finde?«, le debió preguntar a su hermana. Y nada de una «paellita en casa», mejor, oiga un rule por las Rías Baixas. Así que vuelve sin dar explicaciones, sin clarificar sus cuentas, ni pagar sus impuestos… Pero viene aquí a darse la vida padre y a hacer una singladura con la family.

Bien es verdad que la zodiac, la ‘Cristina‘, parecía el camarote de los hermanos Marx. Allí se amontonaban una persona de movilidad reducida, una discapacitada visual, una recién operada, su cuñado, su sobrino, su ahijado, dos amigos… Al parecer, doña Margarita también es una entusiasta del mar. La afición marinera les viene del bisa, Alfonso XII. Y dicen que su padre, el conde de Barcelona, ya pasaba más tiempo en el ‘Giralda‘ que en tierra firme.

Así que, cualquier día aparecerá el exyerno Urdangarin en el ‘Chorizo I’, a prudencial distancia de la otra hija, a bordo del ‘Nomentero de ná II’. Y hasta es posible que se les sume la infanta Elena. Patroneará el ‘Alibabá II’, como acostumbra.

A quien corresponda; un poco de disimulo no estaría mal. Tampoco hay necesidad de alardear tanto de vivir a cuerpo de rey.

Cantó llama otra vez al sastre

Una de las figuras políticas del país, Toni Cantó, ha llamado de nuevo al sastre porque va a cambiar otra vez de chaqueta. «Vox es bueno para España», acaba de decir sin sonrojarse, y ha calificado a Santiago Abascal como «un hombre bueno» porque se ha enfrentado a terroristas en el País Vasco.

Acostumbrado a saltar de escenario en escenario, está empeñado en normalizar la colaboración entre el PP y la extrema derecha para seguir comiendo de la sopa boba. Definitivamente, Cantó ya ha hecho todo el trabajo de la temporada primavera-verano; echar otro currículum para vivir del cuento.

Se puede ser un gandul y tener principios y colores, pero él no tiene ni lo uno ni lo otro, y a lo único que aspira es a chulearle un chiringuito a Vox, la formación que le falta por militar. ¡Este chico cambia más de partido que de calzoncillos!

De tanto aburrirse en la Oficina del Español está preparando sus memorias; «De joven fui de izquierdas pero maduré«, se llaman. «Corrí delante de los grises, cerca del Cojo Manteca, sin tener ni puta idea de por qué protestaba», dice en el libro. Tesis ya refutada porque nació en 1965 y ese cuerpo policial se disolvió en 1978. Cuando termine de hundir al PP, como hizo con UPyD y Cs, confía en que le fiche Macarena Olona para la consejería andaluza de «Tocándome los h. a dos manos«. Total, ya lo ha hecho Mañueco en Castilla y León que tiene un vicepresidente sin cartera. ¡Me imagino lo que estará sudando la camiseta!

Vox les desea ¡Feliz Nazidad!

Melchor, Gaspar y… Abascal. Está claro que a la ultraderecha lo de blanquear se le ha ido de las manos porque Vox se ha vuelto a viralizar al preparar una felicitación navideña en la que los tres Reyes Magos son blancos. Según el Manual del Buen Ario de Abascal, los tres Magos de Oriente tienen la piel nívea. En el tradicional christmas versión multimedia, a los de Vox les sobraba la gente de color y barrieron a negros y pelirrojos (sí, Gaspar también ha desaparecido sospechosamente). Habrían pensado que para no tener que pintar a un blanco de negro y que les tachen de racistas por usar el betún, mejor eliminar al rey Baltasar y poner dos Melchores.

Fuentes del partido explicaron más tarde que se trataba de una “filtración malintencionada” y además señalaron que la foto de los reyes había sido cogida de un banco de imágenes (¿a préstamo?). Tras el revuelo suscitado, los amigos de Abascal en Cádiz volvieron a enviar otra felicitación sustituyendo a sus majestades por un portal de Belén. ¡Craso error! Porque en los nacimientos -de dudosas condiciones higiénicas- suele haber un bebé en un pesebre rodeado de mierda de vaca, una burra cargada de chocolate, una madre virgen que delira con una paloma y tres inmigrantes irregulares con estatus diplomático y diversas sustancias de estraperlo que vienen en camello. Los de Vox celebran el nacimiento homeless del hijo de una paloma y una virgen… pero que Baltasar sea negro choca con sus creencias.

Haciendo la calle

Herriko Taberna de la calle Ronda

Hace más de veinte años que hago la calle. Es una profesión como cualquier otra. Ejerzo con el boli y el papel y voy entrando al personal para ver si quiere rollo, es decir, para que me cuente cosas. Alguna gente entra al trapo y otra se mete al burladero y de ahí no le sacas, pero nunca nadie me ha dado puerta. Bueno, hace mucho, en una reyerta entre gitanos en la alhóndiga de Rekalde –con tiroteo y muerto incluido–, el patriarca me dio un garrotazo. Nada grave. Solo me hirió el orgullo.
Pero el jueves por la noche, en la herriko taberna de la calle Ronda, me adentré en territorio comanche. Intentaba conocer la reacción de la parroquia de la izquierda abertzale al final de la violencia. La lidia iba renqueante hasta que una nekane salió desde detrás de la barra para echarme con cajas destempladas. No quería periodistas husmeando.
Esbocé media sonrisa e intenté dialogar. No le interesaba el medio, ni los argumentos, ni el buen rollo. No me ofrecía ninguna salida negociada. Desalojaba sí o sí. Comprendí que aunque se hubiera muerto el perro, no se había acabado la rabia y vi que con esa señora era imposible cualquier atisbo de convivencia, reconciliación o esos términos grandilocuentes que estos días se repiten. Me odiaba porque no pienso como ella y eso ningún comunicado lo va arreglar.
Lo siento. Sé que hoy no es la reflexión más adecuada. Pero está escrito con las tripas. Cuando introduzca la razón ya se me ocurrirá algo más políticamente correcto.

Voto de pobreza

Que nuestros políticos no habían hecho voto de pobreza era sabido, pero la difusión de su patrimonio ha sido carnaza devorada con fruición por el gran público. Tanto que la exposición de sus miserias gananciales sometidas a la curiosidad del populacho colapsó hasta la web del Congreso. El destape patrimonial de sus señorías no ha defraudado y el que más y el que menos tiene el riñón forrado y las espaldas bien cubiertas.
No revelan ningún mérito. Que tuvieran menos significaría que se han pulido la pasta en chorradas o pondría de evidencia que algunos se administran de culo como Tomás Gómez con solo 1.400 euros en la libreta, o que otros, como Alicia Sánchez Camacho, mienten más que hablan ya que dicen deber al banco la friolera de 747.000 euros y ganar 82.593.
Varias conclusiones: No se entiende cómo hay tanto piso por vender si algunos políticos, artífices de la burbuja inmobiliaria, tienen cuatro por cabeza. Otra, cómo no iban a quitar el impuesto de patrimonio si ellos acumulaban alguna de esas riquezas. El problema es que tanto ladrillo no nos deja ver el bosque y sobre todo no nos deja formularnos por qué tienen sueldos de por vida, por qué cobran bien aunque realicen una gestión penosa y cómo pueden compatibilizar tres salarios de forma simultánea. Y eso que sus honorarios de políticos son bastante poquita cosa comparado con lo que luego ganan en los consejos de administración o en los puestos donde son recolocados.