De esos días que cambia todo. Vuelve la ilusión.

Ayer fue uno de esos días en los que no sabes muy bien cómo, cambia todo. Y por chorradas, no cómo cuando estuve pendiente de si me llamaba el camarlengo (al ser papable). Cambia todo, en este mi micro mundo del deporte, las injusticias sociales, lo de las tasas, el derecho a huelga… eso sigue, tranquilos.

Para saber dónde estamos, hay que saber de dónde venimos. Este blog se inició en 2011 con el Ironman de Niza, ya ha llovido desde entonces (más si vives en Bilbao). Pero hay más historia por detrás… En 2008 tras un 2007 de transición rugby-carreras populares, empezamos a hacer triatlón: debutando en el medio Ironman de Lisboa, Corrales de Buelna…

2009 fue el año del primer IM, Frankfurt. Nos vinimos arriba y 2010 hubo mucho más, maratón de Barcelona, IM de Roth, maratones de montaña… Con un hecho aislado, pero que a la vez que también cambió el rumbo de todo esto: cuarto puesto en la MAME. Ahí creí que podía correr bien, algo que se esta viendo no es así. 2011 me lo jugué todo a Niza, un Ironman que no se adapta mucho a mí e hice una de las peores carreras que recuerdo. Pero ahí hubo otro cambio de chip.

De ahí ya pueden seguirlo ustedes en el blog. El blog fue creciendo, empezamos en la radio, colaboraciones para otros medios… y salvo dos/tres cosas (Retos Santurtzi-Bilbao y Andalucia Bike Race) no me sentí feliz haciendo lo que hacía. Me sentí un vulgar vende humos. Si le añades que desde Febrero 2012 que me fui un mes a Tailandia nunca he tenido tiempo para entrenar con calma, todo ha sido concatenar carreras sin preparación… la llegada de Jon que como padre es la ostia pero deportivamente merma mucho… Pues tienes un coctel «raro». Con la cabeza dando demasiadas vueltas.

La semana pasada pregunté en casa si cabía la posibilidad de reservar tres tardes a la semana para volver a entrenar a Judo. Sí, quería dejar esto y volver al kimono. Resetear y empezar donde empezó todo.

Como decía al inicio, ayer cambio todo otra vez… no fue una epifanía (como las de Pitita Ridruejo). Una tontá, un entreno absurdo de 60min a pie, sólo que lo tuve que hacer en la cinta. Yo solo con mis pensamientos, tirando de cabeza… y no sé muy bien cómo durante esos interminables 60min, se volvió a encender el interruptor. La motivación había vuelto, la ilusión había vuelto. Lo fuerte que somos a veces y las dudas que tenemos siempre. La soledad del corredor de fondo.

Tengo muchas ganas a estas dos carreras:

Hiru Haundiak:

Ehun Milak:

Únicamente porque me apetece y porque me hace feliz.

PD: seguramente es el típico post que no tiene mucho sentido para muchos, ya que quizás es demasiado personal. Pero bueno es un blog el que quiera una web de noticias que busque otra cosa.