A las puertas del Alarde

Alarde de bravuconería la del (¿sr.?) Gadafi, cuando dice que no rendirá sus bastiones militares porque ellos no son mujeres. Bravucón porque bélicamente le quedan dos telediarios y desubicación total de género, porque de haber sido dirigidos con mentalidad femenina hubieran negociado con ventaja y evitado la guerra civil. No parece que hayan visto de este modo la organización del Alarde de Hondarribia las mentes pensantes de la consejería de interior con el sr. Ares en vara y mando.

El consejero ha justificado los ajustes puntuales realizados por su departamento en el itinerario de los ensayos y del Alarde del día 8 que afectan a la compañía mixta Jaizkibel con la excusa de garantizar la máxima seguridad, que todo lo encubre. En sus ensayos no podrá pasar por la céntrica calle de san Pedro y además de adelantar cinco minutos su salida en el desfile, habrá de modificar su recorrido para acceder a la Alameda, porque les prohíben hacerlo por el parque Árbol de Gernika donde esperan las compañías tradicionales.

Es evidente el retroceso normativo tras años de normalización en la convivencia festiva, más aun si el argumento de seguridad además de incierto, no puede estar por encima del derecho a la participación igualitaria en el Alarde. Es posible que los cambios no vulneren estrictamente la legalidad, pero esta imposición entorpece la participación de la mujer y la hace un poco más invisible en el desfile.

 Si la responsabilidad del gobierno es hacer cumplir la ley de igualdad en todos sus ámbitos (fiestas incluidas), son llamativas las trabas a las mujeres en este desfile (y en el de Irun) con guiños continuos de complicidad a quienes defienden el tradicional excluyente.

Pero si las palabras de Ares suenan a excusas técnico-policiales para eludir su responsabilidad política dejando sin cobertura su presunto compromiso político con la igualdad de género, no olvidemos al nuevo recolocado viceconsejero de seguridad sr. Miguel Buen, ex alcalde de Errenteria y hermano de Alberto, ex alcalde de Irun, donde se cumple muy sui generis la sentencia sobre el alarde de San Marcial. ¿Tendrá la orden de ajustes en Hondarribia la impronta Buen? ¡Buen guardián de la igualdad de derechos! Ante tanto compromiso de igualdad socialista me queda la duda de si desde Emakunde se han posicionado o si esta batallita de la igualdad en los alardes no va con su función. ¡Tendría razón el bravucón Gadafi?

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