Invitados e invasores

MAS VELO

Tengo amigos/as abstemios y proselitistas antialcohol, pero nunca he suprimido el vino en nuestros agradables encuentros gastronómicos. Tampoco ellos han hecho casusbelli del asunto, no beben y punto; incluso cuando acudo a su casa tienen el detalle de comprar una botella por si yo quisiera hacerlo. Invitada deseada, algo más que mera cortesía. En casa cuelgo un mapa de Euskalherria con siete territorios, pero no lo descuelgo cada vez que recibo visitas de no-nacionalista vascos, como ellos tampoco en su casa quitan los ornamentos de su querencia ideológica por mor de mi visita. Cortesía sí, pero sobre todo respeto. Mis amigos/as ateos no me recriminan que tenga símbolos religiosos como tampoco me molesta que ellos tengan los suyos, porque si no los admitiese no acudiría a su invitación ni sería su amiga; soy su invitada, no la invasora de su morada. Ni viceversa.

En Irán llevaría velo por ser mujer, así que me quedo perpleja cuando en Europa grupos de ¿refugiados musulmanes? en turbamulta realizan tocamientos a mujeres en reuniones multitudinarias. ¿No saben que NO es NO?¿quieren ser invasores en lugar de invitados?¿o acaso lo hagan porque aquí no les cortan las manos ni lapidan a las chicas que dicen SÍ?

El Islam es una religión no un problema y quizá el obstáculo esté en su exégesis integrista, en su/nuestra mutua incultura intransigente o en todo a la vez, por lo que es noticia la pudorosa cobertura de las partes pudendas de las Venus y demás bellísimas estatuas de los museos italianos por los que debía pasar la legación comercial iraní con su presidente Hasan Rohani; no solo esto, hasta han suprimido el vino en las comidas oficiales. ¿Cortesía?¿respeto?¿bajada de pantalones (con perdón)?. La respuesta no está en la pudibundez de Rohani que estudió en Glasgow, donde pudo hartarse de ver desnudos, en vivo y en estampitas. Seguramente le molestaría mucho más que las imágenes fueran vistas en su país: vamos, pura censura represivo-cultural. Todo sea por el negocio dicen franco-italianos, porque venderle armas y tecnología digital es el objetivo, aunque haya que poner taparrabos al mismísimo Poseidón. En Francia no han tapado estatuas ni eliminado el vino de la carta, directamente han eludido pasar ante estatuas libertinas y han eliminado la cena oficial, para no tener que comer sin vino francés, que vender armas es importante pero el lobby vitivinícola francés todavía lo es más que la pudibundez.

No quiero imaginarme que lo de Italia y Francia sea un prolegómeno oficial de nuestra dejación de lo propio. Pero si las élites comienzan por supeditar todo al negocio, está claro que estarán invitando al invitado a ser invasor.

Tal vez me equivoque y el señor Rohani mande desnudar algunas esculturas cuando le devuelvan visita. Quizá. ¡Inocente, inocente!!! me jalean.