Vestidas como mujeres

FOTO TRUMP

AUNQUE si yo fuera lesbiana y mi esposa primera ministra del país a mí ni se me ocurriría posar en un acto oficial con las otras primeras damas, aplaudo el gusto y la decisión de Gauthier Destenay, esposo del primer ministro luxemburgués, Xavier Bettel, de posar con las mujeres de los otros dirigentes de la OTAN. Me imagino que cuando mr. Trump haya visto a la espalda de su esposa a esta peculiar primera dama, le habrá brotado un sarpullido de macho engallado.

No sorprendió la zafiedad de un maleducado, pero sí impactó la orden acosadora machista del inquilino de cabello zanahoria exigiendo a las empleadas de la Casa Blanca que vistieran como mujeres, siguiendo el código de figura esbelta con vestidos de alta costura y ropa cara, buscando que sus empleadas lucieran más bonitas. Lógicamente recibió numerosas fotografías de mujeres soldado, bombero, cirujano… con uniformes acordes a su profesión… estaban ¿vestidas como mujeres? Vamos, la monja alférez, Juana de Arco o Barbra Streisand como Yentl/Anshel no son sus modelos femeninos. Ciertamente los roles machistas siguen enraizados en nuestras sociedades. No hace tanto oía a una mujer recriminar a su yerno no haber limpiado el coche; cuando éste le contestó que bien podría haberlo hecho su hija, la respuesta fue contundente eso es cosa de hombres, como lavar, planchar, guisar o atender a los niños sería de mujeres. No ha mucho escuchaba a un orondo tipejo echar pestes porque su hijo veinteañero no encontraba trabajo, si las mujeres se dedicaran “a lo suyo” se acabaría el paro; de los hombres, apostillo, porque las mujeres seguirían bregando duro en casa para este mastuerzo u otro de similar cultura troglodita. No parecía importarle mucho prescindir de la mitad de los ciudadanos, caso de que para él lo seamos.

Antiguallas de pensamiento y comportamiento como estos aún pululan vigentes por nuestros lares, pero a diferencia de su escasa relevancia social, las acciones y decisiones del voluble y tarambana Trump ante millones de personas son cruciales, porque le toman como modelo, al menos si nos atenemos al voto logrado. Intranquilizador, porque si mutando la exigencia vestidas como mujeres ponemos negación del Cambio Climático, vender armas a sátrapas es buen negocio, poner muros al inmigrante es rentable, la salud no es derecho sino negocio, la defensa que se la paguen ellos… es duro asumir que esto lo piensen y opinen algunos miles, pero que los enarbole como banderines de enganche el presidente de la primera potencia mundial, ¿no es algo más que desasosegante? Porque, además, existe una larga lista de aspirantes a imitadores-Trump. De modo que si no eres Gauthier ni tienes figura esbelta, ni vestidos de alta costura ni ropa cara… mal camino llevamos las mortales.

Detalles

FUTBOL
En el fútbol que rezuma machismo rampante; en los presuntos abusos sexuales denunciados, Muniain y de Gea son arropados al únisono por compañeros y perioidstas hombres que callan como ciegos. 

Es frecuente dictar normas de gran enjundia social con parlamentarios rompiéndose las manos y aplaudiendo con las orejas tras aprobar la ley de dependencia, de igualdad de género… me congratulo de tales avances legislativos por el amparo legal que otorgan, pero a esos mismos parlamentarios/as se les olvidan con frecuencia los detalles; por ejemplo, la dotación de medios económico/técnicos a la ley, la sal y la luz a la vida. En la ley de dependencia, la más avanzada de Europa, los gerentes de los servicios sociales cifran en un detalle de 3.000 millones€ los recortes en dependencia entre 2012-2015. Al parecer disponemos de un auténtico monumento inerte al buenismo de ley que no se cumple, porque no se quiera o no haya dinero para cumplirla. Una ley entroncada con la pobreza, paisaje cotidiano español para el 92% de la población, con cara y ojos de niño y mujer en precariedad económica expansiva a pesar del creciente 3,2% del PIB. Avance que al parecer solo favorece a quienes más tienen, agrandando la brecha pobre-rico, aunque la pobreza y la dependencia no sean fenómenos “naturales-meteorológicos” ni maldición bíblica; sino humanos a los que no se les hace frente porque “no se quiere” … aplicar las leyes que ya existen.

Parecido detalle falta en ley de igualdad; muchos que aplauden públicamente la ley porque es políticamente correcto después cicatean dotaciones o escamotean su cumplimiento, sobre todo en el mundo empresarial privado… o no tan privado. Sin empantanarme demasiado en el fútbol que rezuma machismo rampante, es reseñable el NO a la gabarra para las campeonas de un club privado que toma decisiones privadas pero que es subvencionado con dinero público; es una guinda de un pastel machista con el maltrato a las árbitros, lindezas como “guapita” “tu lugar es la cocina” “a tocar el pito a otro sitio”… o casos de presuntos abusos sexuales, donde Muniain y de Gea son arropados al unísono por compañeros y periodistas hombres que callan como ciegos y cierran los ojos como mudos ante los abusos de sus “ídolos”.

Pero esta actuación no es patrimonio nuestro. En la universidad de Stanford un estudiante blanco(B.Turner) ha sido condenado a seis meses de prisión (cumplirá tres) por violar a una mujer inconsciente, hecho que “según la ley californiana” podría ser penado hasta con 14 años. “Escándaloindignaciónmachismoracismo…” describen el rechazo popular mientras el magistrado se justifica, “una sentencia de años podría tener un impacto severo en Turner… no considero que sea un peligro para nadie”, sin paralela reflexión para la violada.

Detalles de desigualdad, también en “anglosajonia”. Bajo el buenismo legal, en todos ellos las víctimas somos mujeres, precisamente porque ese buenismo acalla conciencias de quien no deja festejar en la gabarra, de quien elogia la belleza escultural y no un buen raquetazo o de quien viola con impunidad a una mujer.