¿Quién sabe escuchar?

Mi amigo Manu es uno de los dos millones de ciudadanos que no ven nunca la televisión, ni un minuto. Descontando a los bebés, indigentes, ciegos, monjas de clausura y moribundos, podría decirse que hay en el Estado español un millón de rebeldes contra el mando a distancia. Deberíamos escuchar las razones de su rechazo, muy proustianas en la valoración de su tiempo. En el otro extremo están los adictos a la pantalla, con un consumo de ocho horas diarias, equivalente a un tercio de su existencia. En verano las cosas cambian un poco y los telespectadores bajan un 16% respecto de la audiencia de invierno. En todo caso, es demasiada gente para el nivel de calidad de la programación. Pongamos dos ejemplos de rebajas.

Mad in Spain, en Telecinco, es la versión mostrenca de lo que en su día fueron Moros y cristianos y La Noria, ambos en el mismo canal, debates corales y de algarabía en los que intermediaba Jordi González. Este subproducto ha subido el volumen de la bronca, añadiendo más decibelios, que es la medida del argumento entre los españoles. ¿Qué haces, querida Lucía Etxebarria, en ese foro de locos? Es inadmisible que Vasile le haya robado la marca a la plataforma Mad in Spain, dedicada a la creación de artículos de diseño con imagen de España. Por debajo del millón de espectadores y en grabación diferida, el espacio morirá en septiembre como mueren, entre gritos, los que nunca debieron nacer.

A la hija mayor de Lola Flores TVE le ha regalado un abanico para recibir sin sofocos a sus invitados. No niegan en la cadena pública que Lolita tiene un plan es una imitación tardía de las charlas caseras de Bertín Osborne, su sección femenina. Pensaron que otra profesional de los escenarios y habitual de la prensa rosa les proporcionaría un buen registro, pero apenas ha llegado al 8,6% en su debut. En verano no resucitan las momias ni con Tom Cruise y la tele debería aprovecharse como escuela de hablar y escuchar, dos quehaceres cultos: hablar implica entender la síntesis, y escuchar es la perfecta decodificación.

Un comentario en «¿Quién sabe escuchar?»

  1. Lo cierto es que el programa de Lolita es una copia del programa de Bertín Osborne. Todavía este me gusta mucho menos.

    Es verdad las personas no saben escuchar. Es una pena.
    Pero de este mal suelen adolecer personas muy poco inteligentes.
    Me ha parecido muy interesante su artículo abordando este tema. Felicidades.

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