Catalunya: más leña al fuego

Los medios no son mediadores. Son intermediarios. Se constata en la crisis catalana, que tantas horas de televisión genera y las que aún quedan. La conciliación que busca el president de la Generalitat no es esta, porque la función de un mediador es facilitar mediante su arbitraje imparcial el acuerdo entre las partes enfrentadas. Y no, la tele y demás medios no son neutrales, por mucho que algunos quieran aparentarlo. Lo que sí ofrecen es el escenario del diálogo, abierto y con mucho público, y en esta tarea están cumpliendo un papel relevante, pero con escasa pluralidad por la abrumadora mayoría de los partidarios del Estado frente a una minoría catalanista en los debates. Así es imposible.

Ni simbólicamente los medios se aproximan a la categoría de mediadores, tarea que podrían asumir -el verbo mágico de Puigdemont- los encargados de las tertulias. Los hay de dos clases: los moderadores y los sectarios. Los primeros ordenan el turno de palabra, impiden el desbarajuste en el cruce de opiniones e introducen los temas, con un punto de cordialidad que se agradece. Es el modelo de Klaudio Landa, Arantza Ruiz, Estibaliz Ruiz de Azua y Xabier Lapitz, en ETB. En los canales estatales siguen este patrón Iñaki López, en La Sexta; Javier Ruiz, en Cuatro; y apenas Susanna Griso, en Antena 3. Los otros, los sectarios, azuzan la bronca, desestabilizan a los intervinientes y toman partido de forma tan grosera que serían los perfectos árbitros del Real Madrid. Son los profesionales del régimen, entre los que brillan Víctor Arribas y Sergio Martín, en TVE; Ana Rosa, en Telecinco y, por supuesto, Antonio G. Ferreras y Ana Pastor, de insultante parcialidad. Y esperen, que ayer llegó Carlos Herrera a La 1 para añadir más saña. Más leña al fuego.

En Euskadi tuvimos mediadores y nos fueron útiles, porque no iban a los platós a exhibirse. Los que necesita Puigdemont no están en los medios. A los ciudadanos, de uno y otro lado de la trinchera, nos vendrían bien medios que no insistan en aplastar al pueblo catalán. La humillación envenena y es indeleble.  Ya están aquí los primeros presos políticos catalanes, encarcelados en Madrid. Sacrificio y heroísmo anticipan la victoria.

3 comentarios en «Catalunya: más leña al fuego»

  1. Me ha parecido muy interesante su artículo. Realmente es patético como muchas presentadores se posicionan y toman partido político. No me parece bien.
    Y los medios de comunicación están actuando muchos como altavoces del gobierno central.
    A mí me parece un excesivo protagonismo el que se le ha otorgado a Klaudio Landa en el programa de la tarde de ETB.
    muchas felicidades por sus srticulod.

    1. Espana es un estado simplemente repugnante.

      Puigdemont no tiene nada que perder, cuenta con su seguridad garantizada, está a salvo y vive con su familia, con una mujer lista.

      No tiene por qué callarse nada. Es el hombre màs libre que existe y quien puede hacer en este momento más contra esta basura en la que vivimos rehenes tantos.

      Endevant Puigdemont!

  2. Un pitbull.

    Ese es el perro, el mismo de Urkullu, con el que los asesinos que patearon al vecino de Zornotza en la calle Nafarroa solían pasear, tal como nos mostraba la foto este mismo periódico.

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