Triunfo del pasado

Samanta Villar y Ana Pastor, una en Cuatro y otra en La Sexta, son las dos mujeres de más éxito en la tele, después de que Ana Rosa esté en imparable declive y Susanna Griso se pierda a plazo fijo en su indefinición. Ambas han estrenado programa y han convencido. En Samanta y…. la periodista catalana vuelve a adentrarse en esas realidades intensas donde la cámara no suele penetrar. Lo suyo es el reporterismo de inmersión o infiltración, que tuvo a Günter Wallraff como pionero. Al contrario que el alemán, Villar ahora arriesga menos y obtiene a cambio un plus de protagonismo, sorprendiendo en la localización de ambientes raros y tipos extravagantes. La maternidad y el sexo han sido sus dos primeras incursiones, nada excepcional, pero interesante, hasta el punto de alcanzar más de 1.600.000 espectadores, con el 11%. Samanta se ha dulcificado. Ya no quiere descubrirnos mundos ignorados, solo reinterpretarlos, poetizarlos. Su aportación de emotividad en la narrativa es muy notable, lo que en parte explica su reválida triunfante. ¿Qué hará cuando se le acaben los temas complejos y le amenace lo previsible?

La intrépida Ana Pastor se ha lanzado a la aventura de montar su propia productora, una temeridad que estimula la creatividad y proporciona más ganancias con cierto peligro. Ha comenzado arrolladora con ¿Dónde estabas entonces?, el clásico flash back nostálgico que ella ha renovado con una producción extraordinaria, imágenes inéditas y la participación de personajes relevantes. Pastor tiene capacidad de convocatoria, no hay duda, y nadie quiere faltar en su álbum de recuerdos. Más de dos millones de espectadores, un 12,4%, vieron su historia de 1977. Su sesgo ha estado en la apología del fraude de la transición, derivado del miedo colectivo y la ignorancia.

La nostalgia vende porque, paradójicamente, es una forma de olvido. Un sentimiento oscuro en personas y países bajos de autoestima. España carece de héroes. Y los que tuvo entre los luchadores se han rebelado bajo una nueva épica: se acabó hacer el gilipollas.

 

Un comentario en «Triunfo del pasado»

  1. Vaya pesaditos que son con los programas del pasado. Todo el tiempo está recordando lo que ha sucedido. No lo entiendo.
    Así no se evoluciona hacia delante.
    El pasado ya no existe. Sí es verdad que existió y es importante en ese recuerdo pero nada más. Lo importante es hoy y el mañana ir construyendo así poco a poco el futuro no está recordando todo el tiempo lo que sucedió.
    Mi voto es desfavorable hacia ese tipo de programas.
    Muchas felicidades por lo bien que ha abordado usted este tema. La nostalgia no tiene camino.

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