¿Quién teme Facebook y Twitter?

 

Todo regreso tiene la ambición de fracasar. Cuando la televisión echa la vista atrás para encontrar en el pasado lo que no alcanza su talento surgen productos como Nos importa, reedición desaliñada de La Clave adonde se acudía a escuchar y hablar con criterio. Su estreno en la noche del viernes en Antena 3, además de saldarse con un desastre de audiencia (6,5% y 800.000 espectadores), y hacerle el gran favor a Bertín y su charla deprimente con la pija Tamara Falcó, fue la demostración de lo adictivo de la nostalgia y lo indigesto de la comida recalentada en el microondas de la mediocridad. En esa cadena tienen fijación con el mítico programa de José Luis Balbín. Lo rescataron del vertedero al que TVE y Felipe González habían arrojado en 1985 en el contexto del referéndum sobre la OTAN y lo sostuvieron de 1990 hasta su muerte, por decrepitud, tres años después.

La diferencia entre La Clave y Nos importa, aparte del tiempo transcurrido y la evolución de los gustos de la gente, una barbaridad, es que el primero era un debate con película y el segundo es cine con coloquio, aun con la misma la secuencia entre lo uno y lo otro. ¿Quién está dispuesto de madrugada a atender una discusión después de ver una historia –Desconexión– que prácticamente lo decía todo, a favor y en contra, de las redes sociales? Ni eran horas para eso, ni el tema daba más de sí de lo dicho infinitas veces. Esther Vaquero, haciendo de superficial Balbín, sentó a seis interlocutores para que soltaran tópicos hasta el aburrimiento. ¿Quién teme de verdad a Facebook y Twitter, molinos de viento y no gigantes? Deberían analizar lo mucho que ha progresado la polémica sobre las drogas y el alcoholismo, que ha prescindido del tremendismo, un argumento para pusilánimes. Solo tenemos un problema de madurez.

En fin, que Nos importa casi no importa y es seguro que no volverá a la pantalla. Esa misma noche, El Corte Inglés declaraba el fin de este invierno y, con un anuncio hippy y colorista, lanzaba su feliz mensaje ritual, algo adelantado: «Ya es primavera».

 

Un comentario en «¿Quién teme Facebook y Twitter?»

  1. Muy interesante el tema que ha bordado en esta columna de opinión.
    Referente a la primera frase de su artículo, que todo regreso tiene como ambición el fracaso. No estoy de acuerdo porque el programa ha regresado con intención de obtener un triunfo. Creo que serían estúpidos qué sabiendo que van a fracasar lo pongan en antena. Empieza en esa etapa pensando en que van a ganar audiencia no pueden pensar en un fracaso porque entonces su trabajo sería nulo.
    No pienso que la gente en general tema a las redes sociales tanto a facebook, Twitter. Lo que sucede que con el uso en demasía de estas redes sociales se produce un abuso de las mismas. Y como todo abuso es un gran error. Y muchas personas adoptan otro papel que no les corresponde y por lo tanto es irreal. Se inventan un personaje porque no son felices y no están orgullosos con su vida y lo que realizan es un mundo de mentiras.
    Como todo uso de unos determinados instrumentos está bien pero no abusando de ello que quita intimidad y produce una gran adicción. Eso es un error utilizarlo de una forma desmedida.
    Muchas felicidades por su artículo.

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