Pasada la resaca de su retorno, a Pedro Sánchez le llega el momento de volver a su ansiado despacho en Ferraz y tomar las primeras decisiones. A diferencia de la ocasión anterior, esta vez llega sin el apoyo del poderoso aparato del partido, que ha fracasado estrepitosamente en su campaña a favor de Susana Diáz.
La andaluza intenta refugiarse en sus cuarteles de invierno, retornando allí donde cuenta con apoyos. Intuyo que nos esperan interesantes acontecimientos, veremos si el nuevo líder intenta el asalto al bastión andaluz, o por el contrario ejerce de ángel, y permite que la frustrada candidata «oficial» se lama sus heridas en el interior de su madriguera. Aunque, por el momento, se está revolviendo nerviosa con inusitada furia, impidiendo la entrada de cualquier enemigo en su torre de cristal.
En cualquier caso, después del apoyo mayoritario de la militancia, el Secretario General tiene las manos libres para actuar oteando desde las nubes, o maquinando desde el averno. Eso sí, lo más incierto de toda esta historia es el futuro de un partido cuyo destino no ven claro, ni los unos, ni los otros.
Después de unas semanas, hoy vuelvo a la tertulia de periodistas de Onda Vasca, como es habitual nuestra cita es a partir de las 21.30.