Classic Blue, el color elegido por Pantone para el año 2020

El Classic Blue 19-4052, es el color elegido por Pantone para el año 2020.

Es un color clásico que según Laurie Pressman, Vicepresidenta del Pantone color institute, anticipa lo que sucederá después…, nos hemos embarcado en una década y muchas veces nos preguntamos que nos deparará el futuro.

Se decidió un tono que ofrece la tranquilidad, la confianza y la conexión que las personas necesitamos en un entorno global incierto.

El color del año se decide a través de un proceso largo y reflexivo que tiene en cuenta el estilo de vida y las tendencias de la industria.

Fiel a su nombre, el Azul clásico puede ser un color regio y sobrio, pero también puede ser anómalo si utilizamos toda su variedad de tonalidades.

La elección del color Pantone influencia en la moda, el arte, el diseño gráfico y muchas más disciplinas artísticas.

Este color combina perfectamente con el Baby Blue, Monument, Stucco, Cornhusk, Peach Quartz, y el Provence entre otros…

En decoración, es mejor utilizarlo en zonas luminosas, ya que puede oscurecer el ambiente, por otra parte se trata de un color elegante y sobrio que aporta un «plus» de sofisticación a las estancias.

Es recomendable combinarlo con otros colores para que el resultado sea armónico y equilibrado, con el Azul Clásico como base se pueden conseguir espacios sorprendentemente creativos y visualmente cómodos.

El orden

El orden es una de las consecuencias más positivas que se consiguen en los interiores de nuestras casas.

Cuando observamos una foto en una revista de decoración que tanta admiración nos provoca; es por tres factores a tener en cuenta: el color, la simetría y el orden, es este último el que nos produce la sensación más placentera de todas.

Siempre debemos de tener en cuenta que el orden es el factor más importante, directamente relacionado con las mejores sensaciones que tenemos en nuestro hogar.

El orden produce tranquilidad y al contrario la falta de este inquietud.

Debido a nuestro ritmo de vida, a veces frenético, no solemos tener mucho tiempo para dedicarle a la casa, pero sin embargo si conseguimos unos minutos al día para volver a colocar los objetos en su lugar, y dejar los textiles como los cojines, las alfombras y las colchas perfectamente colocados, la sensación de calidez, paz y bienestar aumentarán considerablemente, derivando todo esto en una mayor calidad de vida.

Es muy importante que al volver a casa después de un día de trabajo, o cualquier otro motivo que nos haya hecho estar fuera e incluso si no hemos salido…encontremos el hogar ordenado, sentiremos que estamos en nuestro sitio de confort, nuestro refugio de paz.

La sensación de hogar cálido que proporciona el orden, no es comparable a ninguna otra sensación, por eso sería muy beneficioso dedicar unos minutos al día a estas tareas.

Idoia Goiti

Las rosas de David Austin

David Austin nació en el año 1926, en Albrighton, (Wolverhampton), Reino Unido, en la misma granja donde hoy vive.
El los años 60, empezó como viverista, a partir de un libro de rosas antiguas quiso tratar de combinar, las mejores características de los viejos Rosales con lo mejor de las nuevas rosas.
Se dedicó a criar Rosales más adecuados a las necesidades del jardinero, que serían extraordinariamente hermosos, pero más fáciles de podar y cuidar.
Las flores tendrían los aromas embriagadores de las rosas antiguas, mayor capacidad de floración, y más amplia gama de colores como las rosas modernas.
David Austin estaba convencido de que sus Rosales tenían algo interesante que mostrar, pero en aquel momento no consiguió que nadie le prestara atención, entonces decidió crear su propio vivero para vender sus rosas Inglesas directamente al público.
Más de cuarenta años después, sus rosas se cultivan y son muy apreciadas por todos los jardineros del mundo.
A sus variedades las llamó: Patience, Constance, Beatrice, Edith, Charity, Keira, Miranda, Carey, Kate, Darcey, Tess…….
Una de las más apreciadas es la variedad Juliette, su suave tono melocotón, y sus grandes flores con numerosos pétalos, junto con su inconfundible fragancia con notas de té, la hacen muy especial.
Os pongo unas fotos para que podáis ver su belleza.

Aitor Uribarri Martínez, la música en el corazón

La música brota de su corazón , irrumpe por los brazos y salta de las manos a la pandereta,como mensaje del alma, a golpes acompasados, rítmicos…
Se llama Aitor Uribarri Martinez, recuerda que cuando tenía tres años su tío le regaló una batería de plástico, aporrearla para sacarle sonidos era lo que más le gustaba, y ahí empezó todo, su amá consciente de la afición de su hijo por la música, le matriculó con solo cinco años, en una pequeña escuela de Algorta, para aprender a tocar el piano.
Después, a la escuela de música André Isasi, para seguir aprendiendo, reconoce su pasión por los instrumentos «ruidosos», soñaba con tocar el tambor, reconoce entre risas…..
Por esa época en la ikastola comenzaron las clases de trikitixa y pandero, y fue entonces cuando se sintió tremendamente atraído, por ese instrumento que en su mente, aún de niño, le recordaba a un tambor.
Después, el tocar en público junto con trikitilaris, y hacer disfrutar a la gente, fue lo que le reafirmó y le unió, aún más, a su querido pandero.
Comenta orgulloso que siempre contó con la ayuda de su familia, acompañándole a todos los eventos que tuvieran que ver con este tipo de actuaciones, como la trikitixa eguna, o a diferentes actos donde estos instrumentos eran los protagonistas, se siente muy afortunado y agradecido por el respaldo que siempre tuvo de los suyos.
Recuerda con especial cariño una actuación en el café antxoki, cuando el genial Xabi Aburruzaga convocó a varios panderojoles, que en aquellos momentos no superaban los 11 años, para una actuación con unos alumnos de trikitika de la escuela de Xabi Aburruzaga, fue ahí donde Aitor tuvo claro que pocas cosas le hacian tan Feliz como la emoción que sentía al tocar su pandero en perfecta sintonía con la triki.
A partir de ahí y después de un duro trabajo su técnica mejoró muchísimo, porque comprendió también que tenía que aprender a cantar, después, actuaciones en fiestas y eventos, junto con su primer pareja, el trikitilari Gorka Mostajo.
Luego las llamadas de importantes artistas como Joseba Urrutia, Koldo Iturbe y Xabi Aburruzaga, mejoraron aún más su técnica, y también aprendió muchas cosas más, a disfrutar y a hacer disfrutar, y eso siempre se transmite, en la actitud, en el escenario, la naturalidad, la compenetración y su sonrisa.
Siempre pensando en mejorar, también aprendió a tocar la txalaparta, la batería y el cajón flamenco…..
Por curiosas coincidencias de la vida, Aitor conoció al trikitilari Gotzon baticon, surgió una amistad que les llevó a tocar juntos en cada ocasión que se presentaba, no sólo fueron perfeccionando sus instrumentos, sino aprendiendo muchos aspectos de la vida, que por su juventud no habían tenido ocasión.
Luego llegó la oportunidad de tocar con Xabi Aburruzaga y su banda, un maestro de la triki, que se complementa a la perfección con el pandero de Aitor y también con su voz.
Xabi y su banda hicieron enseguida que Aitor fuera un compañero más, y eso se nota, la implicación , el compañerismo y la unión siempre se notan, se extienden al público, se contagia el entusiasmo y así consiguen emocionar.
Aitor es una persona alegre entusiasta y con un talento enorme, que nunca olvida a los que tocaron con el, le dieron una oportunidad, o le enseñaron.
Le auguro un futuro maravilloso, y pronto será un maestro del pandero, algo muy nuestro y que gracias a personas como él perdurará para siempre.

Eskerrik asko Aitor

El Ford Thunderbird de Thelma y Louise, un canto a la libertad

Thelma y Louise es una road movie, dirigida por Ridley Scott en el año 1991.
Esta película de culto, tiene un tercer maravilloso protagonista, la belleza del Ford Thunderbird fabricado en el año 1966, este coche tiene un papel protagonista indiscutible, ya que todo el hilo argumental de la película gira al su alrededor, simbolizando la huida, las ansias de libertad, la vida al límite y la muerte misma.
Su nombre Thunderbird, significa «pájaro del trueno»
Y remite a una creencia mitológica de los indígenas norteamericanos.
Este coche de 1966 pertenece a la cuarta generación de este modelo, que incorporaba uno de los interiores más lujosos de la época.
Se había rediseñado para lucir un frente más estilizado, y en la parte posterior Lucía dos grandes protecciones rectangulares que sostenían los faros.
El Thunderbird descapotable de color verde otorga a esta road movie un sabor muy especial, es el tercer protagonista y a veces diría que el primero.