TODOS LOS CAMINOS LLEVAN…LLEVABAN …. AL GUGGENHEIM…

Todos los caminos llevan hogaño al Guggenheim como antaño llevaban ( y llevan) a Roma.

Bueno, no exactamente. En realidad todos los caminos llegan hasta Bilbao…Y luego hay que llegar hasta el  Guggi . Y , por el momento, no está fácil , porque en una de sus esotéricas campañas circulatorias, el ( o la ) responsable del ramo ha saturado las hipóteticas vías de acceso al Macro-Museo de flechas y marcas  horizontales terrestres – aprovechando,por cierto,  como en los tiempos franquistas , el efecto sorpresa del estío-   generando una desesperante y contradictoria polución informativa.

Pero la cosa no es mayormente de preocupar pues las recientes campañas circulatorias municipales han durado menos que «El vals del segundo» del maestro Mastropiero que tocaban  Les Luthiers y han mostrado una ineficacia ejemplar y ejemplarizante: véase al efecto la de las normas para el buen uso de la bicicleta, con la policía municipal haciendo mutis por el foro.

No sé, pero como a uno le queda una matriz conspirativa última…Acaso  todo esto forme parte de la actividad rigurosamente planificada de algunos (  y  algunas) quintacolumnistas que se están adelantando en estrategias disuasorias contra el turismo que  comienza a asediar nuestro pintxo-pote. Si es así, es una muestra de maestría sibilina pues  en otros lugares se están  ya produciendo  » acciones vandálicas», como detener un autobús turístico o llenar de confeti la terraza de un restaurante.

Así que habría que concluir que todos los caminos …esto…llevaban al Guggenheim  (- Bilbao, of course)…

 

 

Publicado por

Vicente Huici

Sociólogo, neuropsicólogo y escritor.

2 comentarios en «TODOS LOS CAMINOS LLEVAN…LLEVABAN …. AL GUGGENHEIM…»

  1. Hola

    Una chapuza impresionante. Muchas señales pero ninguna de prohibido el giro a la izquierda, con lo cual los provenientes de Moyua siguen girando en pleno cruce Recalde-Lersundi, lo mismo que en La Salve -Ajuriaguerra. Señales para favorecer la chapuza de poder aparcar de noche en Alameda Recalde, todas.
    Aprovechando la sorpresa del estio, yo diría que haciendo las cosas a escondidas. Cuando vuelva el trafico habitual y se encuentren de repente donde dos carriles se hacen uno, por coches aparcados, ya veremos los ciscos.
    Las bicis, por todas partes. ¡Sr. Gil!

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *