Asistí ayer por la tarde, escoltado por una buena amiga, al debate con la antropóloga y feminista Mari Luz Esteban que se celebró con ocasión de la apertura de la Casa de las Mujeres – Koloretxe- de los Barrios Altos de Bilbao.
El salón de actos del Centro Cívico de San Francisco estaba a rebosar, y el calor humano contrastaba con el viento norte y el granizo racheado que envolvía la calle. Tan sólo una decena de varones nos repartíamos entre los diferentes grupos de mujeres.
El debate me resultó particularmente interesante pues, más allá de ponerme al día sobre lo que está ocurriendo en el feminismo actualmente vigente y, en concreto, del fenómeno de las «casas de mujeres», me retrotrajo a las discusiones que a finales de los años setenta y principios de los ochenta manteníamos algunos chicos con nuestras camaradas de partido y a los intentos de desarrollar una perspectiva de género análoga y masculina.
Aún así, lo que más me llamó la atención fue la constatación de la quiebra generacional ,manifiesta en la escasa militancia de las mujeres jóvenes. Y me llamó la atención porque confirmó lo que está pasando también en otros movimientos , desde el estudiantil hasta el obrero, pasando por el mundo profesional. Yo mismo percibo casi a diario esta desafección entre mis estudiantes, que tienen entre diecisiste y veinte años.
Es muy probable que esta desafección tenga que ver con la suposición anti- histórica de que lo ya conseguido se mantendrá sin mayores problemas en el futuro o que, simplemente, las formas de lucha que se les ofrecen, casi todas de raíz leninista, no les satisfagan en esta época un tanto narcisista de selfies y whatsapps. En cualquier caso, me parece que convendría tener en cuenta de nuevo- y lo digo alejado de todo espíritu paternalista- las teorías del bio-poder y el micro-poder de Michel Foucault, pues quizá sean una buena pista para recomenzar la lucha desde lo más cotidiano que es lo que todavía no se ha perdido en el presentismo presente.
Pero en fin , no puedo estar sino agradecido por haber sido invitado, a pesar de ser un VVMSR ( varón vasco monágamo sucesivo relativo), y me sumo al coro que pregunta: ¿Dónde están, quiénes son las nuevas feministas?
Cierto feminismo ¿no se está convirtiendo en una ideología?