Que «hay gente pa tó» es , en palabras kantianas , un «juicio sintético a priori» y como tal de validez universal en el universo mundo.
La manifestación más clara de la citada valencia túvela ayer en un cumplido comentario a mi entradilla sobre el colega Paco Letamendía, pues un sujeto de apelativo irreproducible aunque acaso deducible por su verbosidad y alias tuvo a bien enviarme un largo texto intitulado al efecto «Los Simpson son una parodia» que no me atreví a subir a esta nuestra particular nube por su larga extensión y sus intensas faltas de ortografía.
Aún así, mi vocación filológica y neuropsicopatológica me hizo recalar una que otra vez en el mentado texto por aquello de intentar alcanzar algún arcano sentido, pero no hallé ninguno. Probé luego con herramientas estructuralistas y detecté sí, una estructura latente a fuer de insulsa. Y por fin me empeñé, ya desesperado, en toparme con algún cripto-mensaje político, y me llegó un perfume azufrado, pero… tampoco.
Muchos son los llamados y pocos los elegidos, y así como en su momento no supe aceptar la elevación que suponía recibir de mismas sus manos el colgantillo esotérico que me ofrecía un santo varón , confieso ahora mi humilde ignorancia ante el prodigio relatado- y solicito perdón a mi viejo amigo Paco por haberle envuelto en semejantes tejemanejes.
En fin, que finalizando por donde se comenzó esta , a mi vez, extraña historia, digna más bien de Orson Wells por su retorcida retranca, no me queda sino reproducir un párrafo del comentario aludido, por si algún alma ilustrada puede ilustarme al respecto. Y tal es:»Apu: inmigrante de Springfield, en su país le hechaba ( sic) 23 horas al día, ahora vive del extraperlo. Su religión es el pilar fundamental de su ética personal. Tampoco le gustan las minorias ( sic) de su pais ( sic): los saharauis, los franceses (?), los gays y los de Tabarnia. Es bienvenido porque no se queja ni hace huelgas»
Pues eso, que diría un Umbral, y vamos, que hay «gente pa tó» que decía aquel…
