EL DESAYUNO DE LOS MARTES ( The Big Bam entre Juana de Arco y Kropotkin)

La Junta Extraterritorial del Desayuno de los Martes (1) se ha reunido hoy sábado a partir de las trece horas, con caracter extraordinario, en la primera y única mesa situada a la izquierda de la entrada del Residence. Había sido convocada por Mikel, Secretario Adjunto, dada mi ausencia motivada por un viaje académico a Paris.

A la convocatoria han acudido todos los miembros y miembras de la susodicha Junta, ya fuera por la adecuada hora y mejor día, o por la oportunidad de degustar en tiempo y forma los excelentes negronis que prepara Manu.

El punto único del Orden del Día ha sido «THE BIG BAM» (2) y al efecto Mikel ha acudido acompañado de Amanda, doctora en ambos dos derechos y «walkiria de la ley» (sic), con la propuesta adjunta de que fuera admitida en esta noble Junta como jurídica asesora .Realizada la votación, la propuesta ha sido aprobada por unanimidad, y se le ha hecho el hueco correspondiente, algo estrecho ya que esta subsede no da para más. Otro sí, se subirá su bio (3) al acta fundacional.

Ha expuesto, pues, Mikel la razón de su urgencia y era esta la necesidad de discutir el proyecto de transformación del edificio situado cabe nuestra vera, que de singular y habanera blancura, palmeras incluidas, transformaríase en un estólido transatlántico varado de ocho cubiertas y cinco sótanos – The Big Bam – tras una laberíntica operación de donación ,trueque, recalificación y veraniega intervención.

En este punto ha intervenido Amanda con voz tronante y en diciendo: » Non idoneam trueque, sed permuta». Preguntado Mikel, si la nueva miembra iba a hablar siempre en latín, ha contestado : » Sí, mayormente».

Servida la primera ronda de negronis, los junteros se han animado a tomar parte en la dilucidación del caso.

Así , Itzi ha manifestado que siempre estará a favor de los espacios abiertos y a poder ser verdes. Patxi, aún renuente a aparcar su guión primero en dramatización según se vió tipo Ken Loach, ha admitido una contribución documental, cámara al hombro, de los posibles sucedidos , tal que una concentración inmediata de protestantes. Marta, con enrojecidos ojos, ha cambiado la teoría de la causalidad de su De Aquino anterior por la de la moralidad de la acción directa de Kropotkin.

Laura por su parte, en discrepancia con todo lo que le rodeaba – como dicen que murió el insigne Unamuno- ha defendido cual Doncella de Orleans a la Santa Madre Iglesia y ha reclamado la recuperación, si fuera necesario, de los Estados Pontificios.En este punto se ha vuelto a oír la voz tronante que decía: «Roma locuta, causa finita».

Koldo no ha intervenido hasta la segunda ronda de negronis– bueno él ya se había tomado dos en la primera, concesión de esta Secretaría a su penosa situación tras una noche más de guardia psiquiátrica- y lo ha hecho para cantar a voz en grito y sin guitarra aquello de » Te recuerdo Amanda…» por lo que se le ha retirado de inmediato el recado de beber.

Han aparecido, de pronto, en nuestra mesa capitular unas aceitunillas verdes y unas patatas fritas que han sido devoradas sin compasión y, dado que se llegaba a una hora proba en la que había que optar entre pedir otra ronda de negronis o cerrar la persiana, se ha acordado hacer las dos cosas, por lo que a las catorce horas y cuarenta y dos minutos se ha dado por finalizada la tenida.

De todo lo cual doy fe ante diem VI Idus Iun. Anno DCCXVIII ad Bilbao urbe condita.

[ firma ilegible]

(1)https://blogs.deia.eus/el-paseante/2016/11/20/dramatis-personae/

(2)https://arquilectura.com/2019/06/10/exprimir-el-espacio-urbano/?fbclid=IwAR1Z24FB8OTkGhkaVAxj5IsKXo2UZ32s7feftNzhIOJ9UsHqlUOQHdKCMDk

(3) AMANDA ( 1973) Soltera, partidaria de la Quinta Enmienda por lo que se desconoce todo lo relativo a su vida amorosa. Abogada de profesión y vocación. Estricta con la terminología y con la longitud de su flequillo. Se dice que cuando no viene, bebe compulsivamente .

SIEMPRE( nos quedará Paris)

Si hay algo que no me gusta de La France en general y de Paris en particular, es el café-au-lait. Por eso me he pedido dos noisette, equivalentes a dos cortados, que en una taza más grande disimulan el toque terroso por africano. Pero…los croissants…¡Ah, los croissants, son inigualables!

En fin, mientras recorro por encima los titulares de Le Monde – «Coupe du monde féminine 2019 : les yeux sur les Bleues» – no puedo evitar las palabras de ayer de Erik El Verde: «La revolución pendiente es la revolución burguesa, eso sí, llevada hasta sus últimas consecuencias …»

Levanto la mirada y doy un largo sorbo a mi eau-de- châtaignier. Si revolución pendiente fuera la burguesa, lo primero que habría que hacer sería guillotinar al rey y a buena parte de la todavía vigente nobleza de capa y despacho. A continuación, convocar unos Estados Generales, abolir todo tipo de privilegio proveniente del Antiguo Régimen y proclamar la Nación Única formada por ciudadanos y ciudadanas libres e iguales ante la ley, y, por fin, desvincularse por completo de cualquier confesión religiosa, sustituyéndola por un republicanismo radical.

Dándome cuenta de la imposibilidad metafísica de esta cascada de imposibilidades históricas, comienzo a reirme por lo bajini, pero llego rápidamente a la carcajada, y luego a la convulsión y derramo el café sobre el periódico.

Un camarero acude raudo y veloz y lo recoge todo mirándome como si pensara llevarme a la PitiéSalpêtrière . Me excuso, me levanto y tomo el camino del Sena. Quiero ver qué ha quedado de Notre Dame, si todavía continúa abierta la librería Shakespeare & Co, y no han desaparecido los bouquinistes

Mañana vuelvo y todo esto habrá quedado como un sueño, acaso como el sueño de la razón. Aunque claro, como le decía Humfrey Bogart a Ingrid Berman en Casablanca, «Siempre nos quedará Paris..»

ERIK ( el verde)

Pues sí, el marido de Nuria, a fuer de diputado de Los Verdes, es la viva imagen de Erik El Rojo. Ancho como una tanqueta, fuerte como un toro y pelirrojo como un vikingo añoso, habla pausadamente ante los ojos acaramelados de su mujer y mi amiga.

Nos lleva un quinquenio, suficiente como para haber participado de joven maoísta en las barricadas del 68. Pero cinco años eran entonces y son ahora, muchos.

Como estamos en el Procope, lugar de conspiraciones primeras, la charla pasa rápidamente a una meditación en alto sobre lo que se pensaba en aquellos años, mientras damos cuenta de una Blanquette de veau traditionnelle .

«El marxismo fue tan sólo un instrumento para legitimar y organizar la lucha, una caja de herramientas, como luego diría Michel Foucault, hoy tenemos otras…».Ni siquiera entro en la discusión, pero nota mi frunce de labios, así que continúa: «En realidad éramos un gran grupo, una generación que quería , como todas, encontrar su lugar en el mundo…» Y termina diciendo que no se arrepiente de nada y que ahora es tan verde como entonces era «siervo de Stalin» ( sic), y se ríe: «Era lo que tocaba».

Nuria le coge de la mano en un gesto de amor pero también de profunda afinidad…¡ Ah, las afinidades electivas! ¡Ella tan trotska y él tan chino! ¡Quién lo iba a decir!

Tras los postres y ya totalmente afrancesado, continuo bebiendo el excelente Château Chanteloiseau que nos han ido sirviendo. Y me atrevo y pregunto: «Entonces, ¿cuál es ahora la revolución pendiente?» Y Erik El Verde, llamémoslo así de una vez para siempre, me responde cabeceando: «La revolución burguesa, por supuesto, pero, eso sí, hasta sus últimas consecuencias». Y alza su copa, y también Nuria, y brindo con ellos.

Luego , tras despedirme con besos y abrazos – no sé si volveremos a vernos – me voy caminando lentamente hacia el hotel, mientras pienso si, de verdad, esa será también la revolución pendiente en mis lares habituales…

PRIMAVERA EN EL BARRIO LATINO

Ya no se habla latín en el Quartier Latin, aunque se habla de todo, incluso, a veces, como diría Jules Renard, hasta francés. El barrio ha cambiado mucho desde la Edad Media y bastante desde los años setenta, secuela infinita del célebre mayo del 68, madre y padre de todas las revoluciones contemporáneas.

En torno a la gran fuente que preside la plaza, algunos CRS, de tres en tres y más armados que robocop, miran y remiran por tierra, mar y río, palpando con la vista hasta la bolsa de la librería Gibert Jeune, en la que llevo un Gide que he comprado como recuerdo.

Mientras espero a Nuria sentado en una terraza, reviso atentamente la foto que tengo entre mis manos. Es una foto de 1974, y Nuria me mira como censurándome que estuviera sacándola. No era para menos, pues estábamos tomando un café matutino, rodeados de gentes que vivían en la clandestinidad multicolor de aquellos años. En realidad, todos los implicados, grapos, chinos, trotskos, consejistas, alguno de quinta, están de espaldas y son, por lo tanto, irreconocibles. Hoy , salvo los que pasaron (dicen) a mejor vida, también lo serían a cara descubierta, pues el que no es magistrado (fracción heavy) es catedrático (fracción light), aunque todavía queda alguno que se dedica tan sólo a la fabricación artesanal de la gaita estellesa. La misma Nuria ha pasado de ser una trotska recalcitrante y altitronante a figurar como respetable profesora de La Sorbonne, casada con un no menos respetable diputado verde que se parece mucho a Erik El Rojo.

Recuerdo muy bien aquella mañana, pero no por los exilados con los que nos encontramos ni por la tensa discusión acerca de la SPA (situación política actual) que mantuvimos, sino porque, probablemente reclamado por nuestro acento castellano, un viejito decrépito se nos acercó, nos preguntó si éramos españoles (¡vaya lío!) y nos pidió por favor un par de Ducados. Alguien se los dio y comenzó a contarnos una historia de guerras civiles y campos de concentración que se diluía en el hedor alcohólico que emanaba de su boca desdentada, por lo que, tras recibir el resto del paquete de tabaco, se abrió mascullando vivas inconcretos.

Pero Nuria acaba de llegar. Está espléndida aunque algo más rellenita. Su rostro derrocha la guapura de siempre más allá de las muchas cremas hidratantes que probablemente se dará. Nos besamos casi sin rozarnos y se suma a mi demi. Le enseño la foto y se echa a reír.“¡Guarda eso, anda!”, me dice mirando para los lados como si alguien pudiera reconocerla embutida en aquella pinta de somosmalos. “Hemos quedado en el Procope dentro de una hora, así que vamos a aprovecharla”, añade arrebujándose en su silla.

Y de pronto, sin motivo aparente, todas las palomas blancas que rodean al insigne Saint -Michel salen disparadas como flechas hacia el cielo azul marino de París…

SORELA ( o la importancia de llamarse Pedro)

Pedro Sorela ( 1951-2018)

Hace poco más de un año murió Pedro Sorela, escritor colombiano afincado en Madrid, novelista ,pero, sobre todo, periodista. Nos conocimos hace mucho tiempo y, desde entonces, tuvimos contactos puntuales, el último a raíz de la publicación de un libro mío titulado Aproximaciones a la razón narrativa ( Historia, Novela, Autobiografía).Aún así, él nunca llegó a saber lo importancia que tuvo en mi adolescencia…

«Teníamos quince años pero ya sabíamos quién era Janis Joplin. Nos juntamos para hacer teatro bajo el auspicio de algunos frailes y monjas que atisbaban lo que se escondía bajo el Concilio Vaticano II. Ensayábamos en un escenario colegial con mucha precaución y recato: los chicos intentado modular unas voces inexpertas, las chicas ocultando su excesivo desarrollo con amplios pololos de algodón negro. Alguien – ¿ quién sería ? – puso al frente del grupo a dos universitarios un poco mayores que nosotros y, encabezándolos, apareció un sudamericano espigado y disciplinado.

Bajo las atentas miradas de aquella trinidad comenzaron las improvisaciones. Primero tímidamente y después entre risas – casi carcajadas – fuimos soltando nuestras manos, nuestros pies, nuestras voces y , sobre todo, nuestros rostros. Pedro, el colombiano de ojos vivos y bigote apurado, decidió al cabo de un tiempo que ya era hora de ir montando la obra y , para nuestra sorpresa, añadió que la tal obra estaba hecha pues no era sino lo que debería resultar de ordenar tanta improvisación.

Y nos pusimos a ello quitando de aquí y añadiendo de allá, todo muy en la tónica de un hacer teatro de principios de los setenta. Al resultado le llamamos » ESO» , que era un buen título, aunque también se podía haber llamado » TODO».

Se estrenó , por fin, la obra y constituyó un campanazo. Frailes y monjas , aún los vaticanistas, no acababan de ver en aquello arte alguno y menos todavía tras tantos meses de ensayo. Alguna monja más bien trentista y vivaracha sólo vio – textualmente – un » grupo de perros drogadictos revolcándose en el fango». Padres y madres, aunque no entendieron nada – en realidad no había nada que entender – y hubieran preferido ver algo de los hermanos Quintero, se felicitaron por el simple hecho de ver a sus retoños subidos en un escenario, ya hombrecitos y mujercitas, y aplaudieron a rabiar.

La obra se representó unas cuantas veces , casi siempre en salones de actos colegiales, y, animados por el controvertido éxito, nos dispusimos a emprender una nueva andadura teatral. Pero, por lo visto, ya había sido demasiado y ni la negra provincia que tan bien ha descrito Miguel Sánchez-Ostiz ni los vaticanistas estaban dispuestos a hacer otro experimento: » Ya continuaréis cuando lleguéis a la Universidad» nos dijeron en una reunión – todavía no había asambleas – catártica y definitiva. Así que nos disolvimos y cada uno y cada una retornó a sus estudios y amistades.

Han pasado muchos años desde que ocurrió todo esto. Un episodio perdido entre otros avatares tardo-franquistas de una ciudad de provincias. Un episodio que hizo soplar , por unos meses , un poco de viento de fresca libertad sobre algunas cabezas. Cosas, en fin , para no olvidar»

En Quién crea la noche, la novela postuma de Pedro Sorela , decenas de personajes relatan una parte de su vida dando cuenta de encuentros insospechados y despedidas inesperadas. Como la de aquel encuentro fortuito de 1970…

LOS DESAYUNOS DE LOS MARTES ( entre pelotazos y causas finales) –

Expulsión de los mercaderes del templo 
(Caravaggio, 1610)

Tiempo ha que no se reunía esta Junta( 1) .No han pasado años, como le acontecía al protagonista de La Educación sentimental de Flaubert, pero sí meses de astros y estros. Y , fiel a su tradición, la tal Junta Extraterritorial del Desayuno de los Martes se celebró ayer sábado en formato de cena a menú cerrado en la tantas veces glosada Cafetería Górliz.

Excusaron su asistencia: Itzi , de nuevo en un cursillo de ovo-lacto- vegetarianismo, esta vez en las Hurdes ;y Laura , desplazada de blonda por una boda de las de antes a Barcelona.

Sin oportunidad de pactar ningún Orden del Día, llegó Mikel impetuoso y gritón, hablando a trompicones de un tal pelotazo que la «Santa Madre Iglesia» (sic) estaba a punto de perpretar en un céntrico edificio al que , por lo visto, accedió primero por donación y luego trueque, y después en recalificación con anuencia de las fuerzas vivas de la city, y a la postre en constructivo negocio cuya resolución será una clínica privada y una escalada sede multidiocesana.

Por decisión mayoritaria se le dio de beber dos copas de Campillo, que tragó sin respirar, y calmose, o al menos, callose. Propuse yo, a la sazón y en mi condición de Secretario de esta nuestra Junta, observar el asunto con la sindéresis que recomendara el Gracián y di turno a las intervenciones entre picoteos de una maravillosa ensaladilla rusa ( de las llamadas «imperiales» en el franquismo.

Marta,nuestra filósofa , sugirió la posibilidad de aplicar en este caso el concepto de «causa final» del de Aquino , de manera que el gigantesco edificio proyectado operara como la tal en la sucesión de las acciones que no serían sino tímidas causas eficientes impulsadas por La Causa Eficiente, de la que la institución mentada tiene el monopolio teológico.

Su intervención no suscitó ningún comentario, pero se reclamó otra botella de «llegó» quevedesco de Rioja.

Patxi, con los ojos tan abiertos como un Paulo enardecido, vio en el antes encendido relato de Mikel la posibilidad de escribir un guión «muy, muy retorcido » ( sic) un poco a caballo entre Elio Petri y Ken Loach, y además, con posibilidades de éxito de público y crítica, ya que la S.M.I. ha de defenderse ahora más de las corrupciones del cuerpo que de las del alma.

No eludió el tema, como insistencia, Koldo, pues entre anchoa y anchoa – hubo pararlo mi ecuánime mano – consideró la voluminosidad del proyectado edificio en sus dos oblongas mutaciones y según las caricaturas expuestas al efecto, como «dos grandes testículos que se sumarán al gran pene erecto cuyo prepucio va a ser pronto visitable» ( sic) , dejándonos en un hito a los oyentes, y sin saber por qué, en este caso, habría vuelto a su psicoanálisis general básico.

«¡Eso es, eso es!» – retomó la palabra Koldo. » Porque hay que tener un par …¡ Si a la constructora le volarán por los aires dos o tres excavadoras…»!

En este punto, y ante la evidente regresión político-militar de nuestro contertulio, hice valer mi autoridad y se le suministraron otras dos copas de Campillo sin solución de continuidad.

A los postres, con la tranquilidad que nos había proporcionado una excelente tarta de manzana, vino finalmente a nosotros la paz y nos disolvimos plácidamente, renqueante cada mochuelo a su olivo.

De todo lo cual doy fe postridie Kalendas Iun. Anno DCCXVIII ad Bilbao urbe condita.

[ firma ilegible]

(1) Quienes no conozcan a los personajes de esta saga:

IDENTIDADES ( y de recambio)

Como VHeMMS ( Varón  Heterosexual Monógamo Moderadamente Sucesivo ) me sorprendo cuando escucho por la calle que todavía se sigue discutiendo sobre las identidades.Aunque, claro, no soy (creo) mujer, ni negro, ni LGTBI, ni siquiera vegano.

Pero, curiosamente y sobre todo, me sorprende que se continúe discutiendo sobre las identidades nacionales, como si estas últimas fueran las únicas y no más bien las primeras en aflorar entre las cenizas siempre calientes del judeo-cristianismo, eso sí,un par de siglos antes de la polución de identidades de todo tipo que se ofrecen hoy en día por doquier, desde el constitucionalismo hasta el feminismo, pasando por el vegetarianismo o el ecologismo.

Además, compruebo una y otra vez que las combinatorias entre estas y otras tantas identidades suscitan debates desafortunados cuando no desaforados, sobre todo cuando se pretende anclar cada una de las susodichas ( en realidad todas, por aquello del prestigio) en orígenes lejanos y no en presentes efectivos por habituales.

Pues todas buscan dar un sentido inmortal a esta vida mortal , a este tránsito de «seres de un día» que cantaba el griego Píndaro , y esto sólo se puede conseguir por medio del hábito. Pues decía don David Hume que no solemos ser nada con sentido si no nos empeñamos en serlo, con razón o sin razón, pues la razón sólo sirve para deslegitimar, aparentemente, al diferente, pero acaso nunca para justificar, aún con siempre refutables pruebas,una deseada identidad. Y es que el sentido de la vida es quizá lo que nos hace humanos ( y humanas, of course), aunque a veces nos sintamos elegidos por los dioses, o dioses ( y diosas) mismamente, o escuchemos de profundis la inflamada llamada de la selva.

Así que, más allá de la sorpresa, he concluido que toca dejar que las identidades históricas y las de recambio sigan su curso.

Aunque algunos, como los VHeMMS´s ( y las posibles análogas) nos sintamos en franca minoría, nadie hable de nosotros y, en ocasiones, a pesar del esfuerzo, no entendamos casi nada de los sutiles matices que se cruzan en el aire más o menos contaminado y en ese otro , al parecer limpísimo, de las redes electrónicas…

LA MALÍSIMA ( educación)

Hay una chica nueva en la oficina…de la tienda a la que suelo acudir a comprar unos cuartillos de rooibos. La joven, alta,rubia, pizpireta, ha debido (de ) sustituir a una antigua empleada que, supongo, se habrá jubilado.

Como suele ser habitual, mientras pesaba mi recado, me ha cantado las novedades que habían llegado, entre ellas un té Darjeeling de primavera. Al verme interesado- a veces suelo comprar también esta variedad – lo ha dejado todo, ha ido hasta un estante que había tras ella y ha traído una gran caja metálica sobre la que se mostraba una figura del Himalaya.

«Huela, huela…». Olía bien, quizás demasiado a hierba. «Vale, voy a probarlo» he dicho como quien no decía nada. «Bueno, es que los cien gramos salen a 38 euros…», ha dicho con una sonrisa forzada. Y yo: «pues entonces, no, me parece demasiado caro…». «Ya», ha respondido ella con una mueca de disgusto, «… es que es para gente muy exquisita…» .He estado a punto de responderle con un exabrupto , pero me he contenido , debido sin duda a la educación que recibí in illo tempore en un colegio de los Hermanos Maristas.

Nunca he soportado la mala educación, esa manera de tratar al otro ( o a la otra, of course) como si no existiera o fuera gilipollas. Ya sabemos que en todos los lugares hay gente que no tiene «mayores habilidades sociales» – como se dice benevolamente ahora – o que no «sabe gestionar las situaciones»- como también se dictamina últimamente con un toque tecnocrático. La lista sería interminable y los maleducados y maleducadas sobreviven en el magma espurio de lo alegal o en la permisividad siempre interesada de lo ilegal impune – hace poco hablaba de los ciclistas enloquecidos,

Por eso no me arrepiento nada , pero nada de nada, de que desde pequeño me obligaran a dar besos, a saludar, a dar los buenos días, las buenas tardes o las buenas noches, a ceder el paso y el asiento, a mirar a la cara, a pedir por favor y a dar siempre las gracias…Aunque pensara que el otro (o la otra), no se lo mereciera.

Pero, claro,ya sé que soy de otro siglo, del siglo pasado sin ir más lejos…

BICICLETAS ( o Quousque tandem abutere, Consules, patientia nostra? )

Ahora que se están constituyendo los nuevos ayuntamientos, y en algunos se van a repetir coalicciones consagradas y en otros desastradas, publico de nuevo esta croniquilla que yo escribí como irrreductible paseante, pensando en mí, como ahora pienso…

«Hoy, durante mi paseo cotidiano y urbano, una bicicleta ha pasado rozándome el codo izquierdo a velocidad de crucero.Por supuesto, yo iba por la acera. Ante mi protesta, firme pero no insolente ( que aconseja Lao Tsé), he recibido un cumplido  y rápido corte de mangas.

Antes el problema lo tenía con los perros. Pues , en efecto, contraviniendo toda normativa ( todos atados, con una correa de no más de 2,5 metros – y por supuesto no extensible – con bozal los peligrosos), dueños y dueñas daban rienda suelta a sus canes, para común jolgorio, algo así como padres y madres sueltan a sus lebreles en las plazas sin importarles un pito los líos que puedan montar ( ¿será por aquello de la «socialización del sufrimiento» ?. En una ocasión  un perro corpulento y ancho que venía por delante, se quedó parado , comenzó a ladrar y a continuación  se tiró sobre mi, por lo que no tuve más remedio que echarlo  a un lado con un gedan-mikasuki-geri ( consultar en la wikipedia). La dueña, que por cierto y para más inri, se identificó como munícipe, me dijo  entrecortada que su «cachorro» sólo quería jugar y «que ya no había humanidad». Ante esta curiosa frase le indiqué que, por si no se había dado cuenta, el humano era yo y continué mi camino. Y no es que  esté en contra de los derechos de los grandes simios o de los micro-perros que ahora están tan de moda, pero siempre que se reconozcan los míos, aunque sólo sea como «forma de vida».

Pero últimamente, como decía, el problema son las bicis. Bicis grandes, pequeñas, de monte y urbanas,campan a su anchas por las aceras y las «zonas peatonales» ( ¡ qué ironía!), ignorando el código de circulación y las normativas municipales que indican claramente que tienen que ir por la calle o por los carriles-bici. Atontados ( y atontadas, of course) por esa moda yanki que confunde la vida con el deporte y el deporte con la vida, algo tendrá que pasar , mas allá de la vigorexia rampante, para que al fin alguien haga algo ( la policía municipal, según tengo comprobado empíricamente con metodología cuantitativa estadística, pasa olímpicamente del tema. Algo como un atropello mortal. Y entonces se tomarán medidas contra los ciclistas energúmenos como se tomaron en su momento con los bobos animalistas  pasados de rosca cuando el primer perro se comió casi todo un niño.

Pero en fin, entre perros y bicis, yo prefiero  los perros. Por lo menos son mamíferos generalmente más empáticos que algunos homínidos que circulan en bicicleta».

Bien, las cosas han cambiado, pero para peor. A lo anteriomente mentado se han sumado los famosos VMP ( Vehículos de Movilidad Personal) seanse monopatines, segways, patinetes, y de estos últimos con motorcillo y todo. ¡Ah! y unas bicis eléctricas que hacen las delicias de algunas cuadrillas de adolescencentes virgueros en cuanto tienen un rato libre…Así que… Quousque tandem abutere, Consules, patientia nostra?

TOBOGANES ( físicos y metafísicos)

A pesar de los ruegos explícitos y las amenazas veladas, en mi último viaje a China, no acepté tirarme por el largísimo y pendientísimo tobogán que bajaba desde una de las excelsas torres de la Gran Muralla China en Mutianyu hasta la base turística desde la que se subía y bajaba cómodamente en un teleférico.

No lo hice por edad, dignidad y gobierno. De lo primero no hay que dar más explicaciones. En cuanto a la dignidad, la di por perdida si aceptaba y lograban sacarme una foto con un móvil ,mismamente espeluznado. Y en relación al gobierno, no puedo decir sino que no se podía frenar mayormente en el vehículo deslizante, corriendo el peligro de ser detenido, y acaso juzgado y, vaya usted a saber, igual fusilado por incompetente.

Viene todo esto a que hace poco han clausurado un tobogán municipal de 38 metros de largo y 33 grados de pendiente, recién abierto en Estepona, que se ha manifestado desde el primer momento más matacristianos que Santiago fuera matamoros: una usuaria se salió del vagoncillo y voló un par de metros y…

No sé ,antes estas cosas eran motivo de heroicidad. Recuerdo al respecto una entrevista en la radio con un tipo cuya especialidad era volar en ala delta sobre las bocas humeantes de los volcanes. » Es indescriptible», decía, y como es comprensible recibía el asentimiento absoluto del entrevistador en cuestión.

Bien , pues ahora parece que hay una carrera entre munícipes y municipios por hacer grandes cosas, en el sentido físico y metafísico de la expresión. Es decir , por ejemplo, construir todo tipo de auditorios , puentes y aeropuertos de la mano de arquitectos de nombre impronunciable, o, por ejemplo, posicionar su ciudad a base de Qus de oro, a poder ser con un aluvión de eventos deportivos.

Será que ante la horizontalidad un tanto aburrida que nos invade – desde las monótonas por evanescentes redes sociales hasta el imperio severo de la bicicleta omnipotente- el personal necesita de vez en cuando algún que otro éxtasis vertical que le recuerde que está vivo y goleando, perdón, quería decir coleando.Vaya, algo que le coloque en el mundo de lo sublime que diría don Manuel Kant.

Pero yo, que siempre he sido más de lo simplemente bello, no puedo, lo siento, tirarme por estos grandiosos toboganes físicos ni metafísicos. Ya de pequeño, mi madre tuvo que parar más de una vez un artilugio primitivo que se llamaba «balansé»…