MANU LEGUINECHE (revisited)

La Asociación Vasca de Periodistas y el Colegio Vasco de Periodistas han organizado recientemente un homenaje a Manu Leguineche, reportero trotero y escritor excelente, que significó un antes y un después en el periodismo contemporáneo.

Tomaron parte amigos y compañeros de profesión, entre ellos Diego Carcedo, pero más allá de los elogios merecidos y de las sabrosas anécdotas,fue sorprendente el dominio del lenguaje de que hicieron gala todos los invitados: palabras exactas, léxico nutrido y sintáxis redonda, cualidades que remiten a unos tiempos en los que el periodismo era también un género literario.

Y quizá sea este, el dominio del lenguaje, una de las grandes enseñanzas de la obra de Leguineche, junto, por supuesto, la erudición oportuna sobre los temas y la presencia inmediata, aun incómoda o incluso peligrosa, en los lugares de los acontecimientos.

Una gran enseñanza que se recrece al contemplar cómo tras la ambiciosa prosa periodística que se desarrolló en los primeros años de la Transición al rebufo de los grandes esfuerzos que hubo que realizar en el tardofranquismo, fue adelgazándose ,salvo excepciones, al calor de la abducción de los medios de comunicación por los intereses de los grandes grupos de presión ,como afirmaba el mismo periodista de Arrazua, avant-la-lêttre, en aquel famoso libro, diz que novela, titulado La Tribu.

Y es que «los hechos son sagrados , las opiniones libres, y Dios solo existe para quienes escriben editoriales»…pero , por favor, bien escritos…

ALCALDÍAS (¿horteras?)

«En más de una ocasión,me he escandalizado de que los alcaldes no estén controlados, y de que se les conceda poder para destrozar las ciudades y privarlas de su carácter asentado a lo largo de siglos. Lo consiguen mediante obras superfluas y desdichadas que a menudo las vulgarizan y afean. Lo que ya me parece insólito es que también tengan poder para redecorarlas a su hortera antojo, como si fueran sus dormitorios; a pintarrajearlas de arriba abajo como parvularios«.

Estas palabras no proceden de ningún urbanista crítico ni de ninguna asociación de vecinos preocupada por su barrio. Pertenecen a la última columna publicada por Javier Marías, escritor de quien admiro su obra narrativa, pero con quien suelo discrepar a la hora de sus artículos de opinión, bastante exaltados y terminantes.

Pero en este caso, creo que su opinión, referida explícitamente a Barcelona e implícitamente a Madrid, no hace sino apuntar a un fenómeno que se ha generalizado en muchas ciudades y que Marías describe con mucha precisión en varios de sus aspectos.

Así, en la cuestión referida al poder de las alcaldías y de sus correspondientes mayorías consistoriales para decidir in extremis sobre los planes de urbanización sin mayores consultas que las burocráticamente fidelizadas. Y en relación a lo anterior, a la incapacidad de tener la menor perspectiva histórica, permitiéndose hacer y deshacer o, peor, deshacer y volver a hacer, edificios y manzanas enteras al calor de la especulación inmobiliaria. Y, por supuesto, en la mención acerca del infantilismo decorativo que a algunos ( y a algunas, of course ) hasta les parece alegre y combativo.

De todo lo anterior no cabe deducir sino que, amparados en una democracia formal abducida por las direcciones de los partidos políticos, las dinámicas municipales parecen mayormente más propias del caciquismo decimonónico que del ya bien entrado el siglo XXI que nos informa, relegando a los representantes y movimientos de la sociedad civil al silencio administrativo , como en otros tiempos la Inquisición relajaba a los reos al brazo secular para no contaminarse…

Pero, otro sí, el caracter hortera de algunas intervenciones, ¿ no resulta un tanto inquietante?

El CINE-CLUB ( del COAVN)

Bajo el franquismo, y sobre todo a partir de los años setenta del siglo pasado, el cine-club fue un lugar particular de encuentro en el que se podían sortear hasta cierto punto dos de las condiciones más represivas del Régimen: la libertad de expresión y la libertad de reunión. Además fue la contrapartida del tele-club, el gran difusor informativo cultural de la dictadura.

Los tiempos han cambiado, los tele-clubs desaparecieron con la entrada de los receptores de televisión en los cuartos de estar y los cine-clubs se adaptaron y muchos pasaron a lo que antes se llamaba mejor vida.

Las innovaciones tecnológicas que por vía electrónica han llevado al «cine-en -casa» a través de una amplia red de plataformas, han experimentado una difusión insopechada como consecuencia de la pandemia del COVID-19, y curiosamente, y al calor de la remisión epidémica, la necesidad de expresarse sin cortapisas y en ocasiones tumultuosamente han devenido en los albores de la nueva normalidad.

El Colegio Oficial de de Arquitectos Vasco Navarro ( COAVN) ha iniciado en su sede de Bilbao un nuevo ciclo sobre Cine y Ciudad, deseando recuperar así aquel primigenio espíritu del cine- club ,según explicó su coordinador Eneko Lorente.

Hasta diciembre podrán verse varios films tomando como referencia la capital vizcaína. El primero ha sido Siete calles , rodada en 1981 bajo la dirección de Juan Ortuoste y Javier Rebollo, un thriller sencillo que se desarrolla sobre el fondo de una ciudad densa y gris, la de antes de la era Guggenheim, y en la que se puede ver a un Antonio Resines melenudo, al malogrado Quique Sanfrancisco en plena juventud y a Mariví Bilbao haciendo ya de Mariví Bilbao.

Una iniciativa sugerente para quienes todavía gusten de ver el cine en pantalla grande y disfruten luego charlando un rato sobre un film por lo general ajeno a las modas vigentes y a los reclamos comerciales de la temporada.

MAIXABEL ( y la función del 7°Arte)

Dice Juan Zapater en su excelente blog de crítica cinematográfica «Ghost in the Blog«, que el último film de Icíar Bollaín – Maixabel– presentado en el reciente Festival de Cine de San Sebastián, «ilustra algo necesario de ser mirado para recuperar la sensación de que, con pandemias o sin ellas, venimos de aquellos tiempos que, vistos ahora, se antojan lejanos como si hubieran pasado no diez años sino diez lustros.»

Y acaso así sea pues la película, bastante más equilibrada que la maniquea serie Patria, narra la pequeña epopeya que Maixabel Lasa protagonizó al sostener conversaciones con los terroristas directamente implicados en la muerte de su compañero Juan Mari Jáuregui quien  fuera en su momento miembro de ETA, luego del PC y posteriormente del PSE – EE, hasta llegar a ser gobernador civil de Gipuzkoa, en una trayectoria muy similar a la de muchas gentes de su generación.

Maixabel se suma así a los intentos (1) de dar cuenta de un pasado durísimo, pero ya pasado y , por otro lado, apunta a una clave para afrontar el futuro sin pretender resucitar permanente y demagógicamente lo muerto al apostar por comprender en un diálogo abierto, y por más crudo que sea, lo que ocurrió, siempre que a alguien , de verdad, le pueda interesar.

Y como bien dice Zapater,»estamos ante un documento necesario probablemente y necesariamente discutible » que «se verá de manera muy diferente en función del espacio y de la edad, dependerá de los recuerdos personales…»

Pero este último aspecto ¿no es quizás una de las funciones más significativas del arte, del 7° Arte en este caso?

(1) Cf. también ,por ejemplo y en otro registro : Emilio Lopez Adan «Beltza». 2021.Borroka armatua Euskadin(1967-2011) ( 3 b.) Baiona: Maiatz.

CRUCEROS ( y escarmentar en cabeza ajena)

Desfilan en las pasarelas mediáticas algunas de nuestras autoridades muy contentas, afirmando que uno de los indicios de «vuelta a la normalidad» es la llegada de algún gran crucero y sus correspondientes cruceristas.

Esta alegría contrasta con la preocupación de, por ejemplo, el alcalde de Lisboa, el socialista Fernando Medina, que por nada del mundo desea que cuando el turismo se recupere, se vuelva a la «anterior normalidad» en la que la ciudad quedaba colapsada, y para mayor inri, con una escalada sin límites de los alojamientos turísticos, ya totalmente controlados por multinacionales de servicios, que han desalojado del centro histórico a la población lisboeta, incrementando los precios de los alquileres un 110%.

Dice Medina que ha aprendido del escarmiento de Venecia y que limitará en la medida de sus fuerzas el tráfico masivo de mucha gente que deja «poco valor añadido en la ciudad»(sic).

Pero por estos lares, la pol´ítica de la derecha económica, en sus diferentes acepciones, no parece haberse enterado o no se quiere enterar de las consecuencias sociales de esas algarabías, y la análoga de la izquierda socialdemócrata, aun admitiendo la iniciativa privada, no se atreve, por lo visto, a controlarla.¿Será que ,como afirmaba Michel Foucault, los cambios en la superestructura política no son tan relevantes si se mantiene el mismo tipo de poder?

Teniendo en cuenta que más pronto o más tarde van a llegar esos fondos europeos que ya se ansían como ansiaban el maná los judíos siempre errantes, no estaría de más detenerse un momento y reflexionar sobre en qué se van a emplear para no engordar michelines desinflados o crear nuevas adiposidades ( cada vez hay más «VT» en nuestras calles.

Cuestión dif´ícil esta de la reflexión , pues todo indica que en la autosuficiente ola tecnocrática que nos invade, lo político , inter nos, no es sino , en términos marxistas, una superestructura muy lejana de la infraestructura, o que simplemente la incultura de nuestros mandamases ( y mandamasas, of course) ha llegado hasta el punto de no tener ni idea del refranero popular, y consecuentemente del significado de «escarmentar en cabeza ajena»…

ALEA( o la Asociación Literaria del Espíritu de la Alhóndiga )

Llegaba el otoño con su manto amarillento y la vida se recogía en las casas y en las cafeterías. El estudiantado volvía a las aulas con la algarabía matutina de amaneceres cada vez más lentos y los kioskos se iban llenando de los primeros cartones multicolores de las colecciones por fascículos. No había «comienzo del curso político», porque no había curso político aunque sí Una Política , diz que Grande y Libre.

Los tiempos han cambiado- ¿ están cambiando? que se preguntaría hoy Bob Dylan- pero no, por ahora, el ritmo acompasado de la Naturaleza. Y dentro de ella, los humanos ,miraculum in natura, vuelven a sus ritos estacionales, y grandes y pequeños retoman también aquellas actividades que ahora se llaman extra-escolares y que en un sentido amplio cubren muchos deseos y necesidades.

En los días oscuros en principio mencionados, surgió en Bilbao un grupo de activistas culturales que se acogió al nombre de ALEA (Asociación Libre de Ensayos Artísticos) entre los que se encontraba, entre otros, Blas de Otero quien , como es conocido, estuvo jugando al posibilismo político y poético durante muchos años, llegando a crear una notable obra.

En 2012 se apareció un nuevo ALEA ( Asociación Literaria del Espíritu de la Alhóndiga ) que desarrolla actividades ,preferentemente presenciales,   de formación, expresión, y divulgación de la creación literaria , contando con un profesorado en el que toman parte, inter alios, Txani Rodríguez, Berta Delgado o Mónica Crespo.

La oferta de la ALEA contemporánea es muy perfilada y ya ha dado sus primeros frutos en la publicación de algunos libros de sus participantes. Es de esperar que poco a poco contribuya a la creación de ese caldo de cultivo nutritivo tan necesario para la renovación cultural y generacional.

EL CONCEJAL

BORDE/ZKARIA: Tipo que se envía bien preparado a una reunión conflictiva ( BERRIA, 21/9/21)

Trajeado de azul y perfectamente encorbatado , mascarilla en ristre y sin papeles a la vista, El Concejal ha tomado la palabra para contestar a una pregunta formulada al efecto.

Durante unos minutos se ha dedicado a descalificar a la oposición por haber hecho tal pregunta por diversos cauces, argumentando que la respuesta que se exige supone un trabajo extra para los funcionarios del ayuntamiento y, lo que es peor , que no es sino un subterfugio más para atacar al equipo de gobierno por él representado.

A continuación ha indicado que se contestará por escrito a la mentada pregunta y a todas las siguientes, y ha dado por terminada su intervención.

Si algún estudiante de retórica no supiera qué ejemplo poner para resumir el gran Tratado de la argumentación , de Chaïm Perelman y Lucie Olbrechts-Tyteca, extraería ,sin duda , unos cuantos de la breve comparecencia de El Concejal, pero siempre en el sentido de aquel Gorgias que , para irritación de Platón, podía defender una causa y su contraria según mejor le pagaran.

No se sabe cuánto le pagarán – no cuánto le pagan- a El Concejal, ni si hace falta que le pagen , o hace lo que hace por convicción, que de todo habrá en el hábil despliegue elusivo que ha mostrado.

Pero si puede saberse que el tipo de respuesta, por más que codificada y analizada que ya está desde Aristóteles, obedece en su máxima expresión a la disputatio medieval, tan amiga de ver enemigos de La Verdad en todas las esquinas, a lo que acaso hayan podido añadirse unas gotas de cerrilismo vernáculo de tinte agropecuario y decimonónico.

Nada , en todo caso que se corresponda a la realidad pol´ítica del siglo XXI que, como comentaba colateral y recientemente el catedrático de derecho Juan José Álvarez, más bien precisa «articular nuevas fórmulas de colaboración con la participación de la sociedad civil en su diseño y control» y , al calor de los últimos años, concebir dicha participación como un gran bien para la democracia.

Pues eso, que diría un Umbral…

ALFONSO SASTRE ( y quizás una anécdota)

Alfonso Sastre, cúbico, barbado, reposado, cenaba parsimoniosamente junto a una pizpireta teniente de alcalde de HB que había organizado la representación de «Ahola no es de leil»

Frente a él, Julio Pérez Perucha , barbado también , le miraba en silencio junto a mí, invitado que era a un Curso que yo había organizado y al que había acudido como el excelente y reconocido historiador del cine que era.

De pronto, y sin mediar introducción alguna, Pérez Perucha reprochó a Sastre que él, siempre tan radical y alternativo , hubiera aceptado el Premio Nacional de Literatura, y no lo hubiera rechazado como otro famoso escritor de apellido confundible ( Jean-Paul Sartre) había rechazado el Premio Nobel.

El asunto se enzarzó hiperbólicamente y animado por el eskilarapekoa que habíamos estado bebiendo, llegó a mayores remontándose hasta la disputa entre Sastre y Buero Vallejo, en la que aquel le reprochaba a este sus sutilezas dramatúrgicas frente al franquismo rampante.

Pero, O fortuna, velut luna, semper variabilis!, don Julio prefirió súbitamente redirigir su mirada hacia la atractiva teniente de alcalde, dejando en paz a don Alfonso, y la redirigidió con tal intensidad que, según luego me contaron fuentes fidedignas, perdió al cabo el tren que debía devolverle a Madrid y a la revista Contracampo ( de la que por mor de la amistad con gentes como Paco Avizanda y Francesc Llinás – y del interés, of course – era yo también suscriptor).

A Pérez-Perucha le volví a ver al cabo de unos años en una de sus poliédricas conferencias sobre el cine español. Fui a saludarle, pero no me reconoció – «Soy muy mal fisonomista «, me dijo educadamente.

A Alfonso Sastre me lo encontré varias veces en Fuenterrabia /Hondarribia y , según recuerdo, llegué a tomar algún que otro café en una terraza de la polícroma calle San Pedro. Siempre me recordaba la anécdota de aquella cena, pero sin ningún reproche, más bien con aquella sonrisa de pillo pillado que contrastaba tanto con la tristeza profunda que emanaba de su mirada… Ahora ha muerto casi centenario en la tierra en la que, según confesión propia , creía que todavía anidaba el impulso revolucionario de los años sesenta del siglo pasado.

Y como siempre, y como se suele decir, verdad verdadosa y consuelo de supervivientes, quedará su obra, extensa, diversa, y que, más allá de lo teatral, de lo narrativo o de lo poético, tenía a veces la finura ensayística de, por ejemplo, los tres tomos de Las dialécticas de lo imaginario

VER,MIRAR,OBSERVAR (una exposición de Sol Aguirre)

“Ver, Mirar, Observar” es el título de la exposición que presentó ayer Sol Aguirre.En ella se reune una serie de posters fotográficos de diversa temática, predominando una amplia muestra de imágenes de puertas de diversas partes del mundo.

Según comentó Aguirre en unas breves palabras introductorias, todo comenzó al intentar decorar varios pisos de acogida, pero, como suele ocurrir en el caso de personalidades sensibles, este primer objetivo tomó una deriva propia hasta acumular cientos de reproducciones.

Como se indica en la presentación que acompaña a la muestra ,» la exposición es un homenaje a los anónimos artesanos y diseñadores que hicieron y hacen que merezca la pena observar lo que vemos cada día en el deambular por pueblos y ciudades», pero ante algunas fotografías – por ejemplo, ante los excelentes repertorios de puertas de Lekeitio y Plentzia – es muy posible que quienes tengan tendencias reflexivas recuerden aquel magnífico ensayo de Georg Simmel titulado «Puente y puerta». Y asimismo, que quienes hagan del paseo un arte, el arte de la flânerie, subrayen una vez más la importancia del ver más allá del mirar.

La colección presentada merece, sin duda, una buena edición en la que junto a cada fotografía escogida , y hay mucho de donde escoger, se adjunte una breve nota histórica, geográfica, estética o , en su caso, etnográfica.

La exposición estará presente en diversos centros de distrito del Ayuntamiento de Bilbao: del 16 al 30 de septiembre en Abando, del 4 al 15 de octubre en Begoña, del 19 de octubre al 18 de noviembre en Castaños y del 22 de noviembre al 10 de diciembre en San Inazio- Ibarrekolanda.Y bien merece una visita.

PALERMO ( Una visita fugaz)

Museo Internazionale delle Marionette Antonio Pasqualino (Palermo, Sicilia)

«Apuro mi macchiato mientras contemplo detenidamente los ficus gigantes del Giardino Garibaldi. La leve algarabía que llega con una brisa entreverada me evoca otros tiempos en los que la gente se arrebujaba aquí mismo, en torno a las hogueras de la Inquisición, frente al Palazzo Chiaramonte. Siento un breve escalofrío no sé sí físico o moral.

Ya no me gusta viajar solo aun cuando antes fuera una condición «si ne qua non» para dejarme llevar (eso pensaba) por la incertidumbre gozosa de la aventura. Serán cosas de la edad. Y eso, a pesar de que la invitación para venir a Palermo era muy seductora: se trataba de reflexionar sobre la influencia crepuscular de «Il Gattopardo». He disfrutado mucho del encuentro pues ha sido también ocasión para ver a viejos amigos y, una vez más, la cita ha finalizado con el deseo frustrado y anti-histórico de haber sido otro hijo adoptivo de Lampedusa, aunque solo hubiera sido para poder asistir a sus clases privadas de literatura comparada. Luego, tras despedirme con esas frases tópicas pero muy sentidas, he combatido el vacío repentino que suelen dejar todos los congresos bajando lentamente por la vía Vittorio Emanuele y visitando algunas librerías recomendadas. No he encontrado nada de Longanesi o de Marrone que es lo que andaba buscando (recomendaciones de Leonardo Sciascia) y es que, a lo peor, ya soy también de otro siglo.

El callejeo, sin embargo, ha tenido su premio, porque sin saber muy bien cómo, me he topado con el Museo Internazionale delle Marionette Antonio Pascualino (5, Traversa Via Butera) y me he dedicado a recorrerlo durante casi toda la tarde. Como es sabido, la tradición de las marionetas es en Sicilia el equivalente a la afición por los «nacimientos» en Nápoles, y este museo, un poco atropellado por la cantidad de material que ha conseguido reunir, es una delicia más allá de ser un pequeño paseo por la Historia Universal. Así, he podido recuperar durante unas horas la mirada de niño pero también he echado en falta la mirada de mi hija, y es que, como he dicho, últimamente no me gusta viajar solo.

En fin, me quedan ya pocas horas en la capital siciliana. Supongo que cenaré una buena caponata en La Pergamene que está aquí al lado y luego me iré derechito al hotel. Mañana, a primera hora, me recogerá un taxi para llevarme al aeropuerto de Punta Raisi y me embarcaré rumbo al continente huyendo sin querer huir, como Livia, la novia eterna de Salvo Montalbano…»

( Escribí estas líneas hace ya algún tiempo, con ocasión de un congreso en el que pude disfrutar por última vez de la amistad de Luigi B. recientemente fallecido. Las reproduzco en su memoria)