Curriculum Oculto del Informe Pisa

Si en sus inicios le di algún pábulo al denominado “Informe Pisa”, fue más por perder de vista que los gobernantes criminales autóctonos y foráneos tienen puestos sus ojos golosos en nuestro sistema público de enseñanza, toda vez ya le han hincado el diente hasta devorarlo a la red sanitaria, por cuanto en nuestra ruina fundamentan sus fortunas como enemigos naturales que son de la ciudadanía, hoy es el día, en que despierto de mi negligente letargo para descubrir horrorizado que este supuesto Informe, cuyas credenciales empiezan a ser más que dudosas, no parece más fiable para nuestros intereses colectivos que las tristemente famosas estimaciones de las Agencias de Calificación de Riesgo, cuyas publicaciones respondían antes a oscuros propósitos particulares de la Banca que a la deseable transparencia continuamente demandada por las sociedades democráticas.

Acostumbrado como estaba a ser recibido cual libertador de la opinión pública amordazada por la impostura autocomplaciente de la propaganda institucional, el Informe Pisa, poco a la vez ha ido apretando más las tuercas de aquellos países donde es preciso dar un empujoncito ideológico para liberar el mercado de la enseñanza o en su defecto bajar la aportación estatal a la misma en sus presupuestos con el aplauso de una población despistada que cree todavía en que por elegir a un representante de modo democrático, este es demócrata y le representa a ellos en vez de otros intereses.
De esta suerte, en la confianza de su anterior buen recibimiento, de ponerse a valorar materias de estudio más o menos objetivables en sus resultados como son la historia o los conocimientos naturales, se ha atrevido a ponderar asuntos tan subjetivos como la capacidad de nuestros jóvenes para la resolución de problemas prácticos en su vida cotidiana, como por ejemplo saber usar un Mp3. Y ¡Saltó la liebre!

Que nuestros pequeños aprenden mal a leer, escribir y expresarse…¡Pase! Que los adolescentes tienen muy baja formación en ciencias y operaciones matemáticas….¡Vale! Que nuestra preparación en idiomas es muy mejorable ¡Aceptado! Que hay un alto índice de abandono escolar ¡quién lo niega! Pero…¿que nuestros jóvenes no se las saben apañar con la tecnología? ¡Eso no hay quien se lo crea.

Cualquiera que haya interactuado con renacuajos de preescolar, habrá observado lo fácil que les resulta hacerse con el ratón, pinchar en la pantalla o manejar el teléfono móvil; a los pequeños de primaria lo sencillo que se les hace manejarse con cualquier aparato provisto de lucecitas y botones; y a los adolescentes ponerse a usar de buenas a primeras ¡sin leer las instrucciones! la última novedad en tecnología punta o cualquiera de sus aplicaciones, destreza que nosotros en su día debimos adquirir vía cursillo, seminario e incluso Master. Tanto es así que antropólogos, psicólogos y Filósofos han empezado a elaborar distintas teorías para explicar tan enigmático fenómeno, entre las que cabe mencionar la hipótesis por todos barruntada de que las nuevas generaciones ¡Vienen aprendidas!

Ha sido la enorme discrepancia entre lo reflejado por este supuesto Informe y la impresión manifiesta de la realidad por mi contratada, lo que me ha hecho sospechar, si acaso el famoso Informe Pisa, no estará confeccionado con la misma maña con que fueran realizados los célebres estudios cobrados por Urdangarín.

Así, gracias a que se les ha ido la mano en transmitir lo que en educación denominamos “Curriculum Oculto”, ahora soy consciente que la función primordial de este mamotreto en su ámbito internacional, no es otro, que el mismo aplicado a escala más pequeña en cada escuela, colegio o instituto, a saber: bajar la autoestima del alumnado a fin de que en su fuero interno quede grabada a fuego la justificación mental que le haga más llevadero en su futura miserable existencia ocupar los peldaños más bajos del escalafón social, en nuestro caso como pueblo, país y sociedad.

Rebelión en las AMPAs

A los clásicos títulos recomendados en seminarios de pedagogía para asomarnos desde la barrera cinematográfica a las distintas problemáticas enfrentadas a diario por la institución docente, bien podría sumárseles en breve, el epígrafe que encabeza estas líneas, con el atractivo rótulo para los espectadores de estar basado en hechos reales.

Mientras el Ministro Wert anunció de cara a la galería, que con la LOMCE se fomentarían los sistemas de reutilización del material escolar, fuentes del Ministerio de Educación confirmaron este pasado Martes que habrá que cambiar los libros de texto ¡sí o sí! “como se hace cada vez que entra en vigor una nueva ley educativa” volviendo de un plumazo inútiles, todos los fondos de material locales recopilados con mucho esfuerzo por las Asociaciones de Madres y Padres (AMPAs) en cada centro escolar, Colegio e Instituto, al objeto de ayudar a las familias a soportar el ingente gasto educativo de sus hijos que supone cada año la adquisición de los libros de texto.
Este sospechoso despropósito innecesario del recurrente cambio de libros de textos contra el que clamamos, salvo las editoriales, todos los demás implicados en la institución de enseñanza, esta vez, parece haber colmado la paciencia de las AMPAs que verdaderamente son acreedoras al Premio “Santo Job”, porque, a los ríos de tinta volcados sobre tan absurdo proceder en un nivel básico de conocimiento cuya modificación en matemáticas, lengua, geografía, naturaleza…no justifica su renovación curso a curso, el bochorno se acrecienta cuando este mismo Gobierno ha retirado prácticamente todas las ayudas para la compra de libros, pues la partida presupuestaria destinada a tal objeto se ha visto reducida de 20 a 1,5 millones de euros para 2014 subvención que ya le fuera retirada durante el 2013 a más de 1.000.000 de niños según ha denunciado el Defensor del Pueblo, en un momento delicadísimo para las maltrechas economías familiares que, conforme a los distintos cálculos, habrán de desembolsar por la entrada en vigor de esta medida, no menos de 150 euros por escolar; entre 200 y 300 millones de euros en su conjunto.
Así, la rebelión de las AMPAs, no se ha hecho esperar: la Confederación Española de Asociaciones de Padres y Madres de Alumnos (CEAPA) que representa a más de ocho millones de alumnos de la Escuela Pública, desde siempre defensora de la entera gratuidad de los libros de texto para la enseñanza obligatoria, se está planteando muy seriamente la Insumisión ante tan magna imposición, así como practicar a nivel nacional el Boicot a la compra de libros de texto, porque como afirma su Presidente Jesús María Sánchez “El Ministerio dice no tener dinero; pero las familias tampoco”. Por su parte, la Confederación Católica Nacional de Padres de Familia y Padres de Alumnos (CONCAPA), que agrupa a tres millones de escolares, expresó también en esta ocasión su frontal rechazo a esta medida “siendo como son los libros de texto artículos de primera necesidad” en palabras de su presidente Luis Carbonel.
Las AMPAs, además de enfrentarse curso tras curso a nuestros enemigos naturales, cuáles son, los Gobernantes, denunciando estas prácticas abusivas, estas imposiciones desde arriba y desde fuera, estas interesadas medidas destinadas al saqueo y expolio del Pueblo, valiéndose de la confianza que los trabajadores han depositado en quienes han de velar por una mejor educación de sus hijos…han realizado infinidad de propuestas alternativas para adecuar los nuevos conocimientos al material ya existente sin que ello deba suponer de una parte un despilfarro material y de otro una ruina para las familias, entre las que caben citar los bancos de materiales en los colegios, los foros de intercambio en Internet, las Wikis compartidas de conocimiento construidas por el profesorado; la edición digitalizada de trabajos de acceso libre, etc.
Cuantos durante décadas hemos luchado para arrancar de las corruptas garras gubernamentales la gratuidad de los libros de texto en las etapas de la Enseñanza Obligatoria, hemos de aprovechar inteligentemente esta franca rebelión de las AMPAs para lograr dicho objetivo. ¡Ahora o nunca!

Las Reformas Educativas vistas desde el pupitre

Desde que salí del Instituto, me prometí no dejar de combatir en los medios de comunicación, todas aquellas cosas que desde el pupitre sentía injustas con los más jóvenes para quienes desde las instituciones se dice trabajar por su bien, al más puro estilo de la denominada Pedagogía Negra, cometido que culminé teóricamente con la presentación en 2010 de un Trabajo Fin de Master en docencia titulado “Propuesta Radical Educativa” calificada para mi sorpresa “Cum laude” que puede consultarse en mi blog “Inútil Manual”.

En esta línea, con ocasión de la reciente aprobación de la LOMCE, deseo arrogarme la representación de los más pequeños, en medio de la algarabía de la que participan todos los implicados en asunto tan importante para nuestra sociedad como es la educación de las futuras generaciones: el Ministerio, el Congreso, las AMPAs, los claustros de profesores…para que se escuche su voz, dado que, el Defensor de la Infancia, no parece hacerse eco de lo que se conoce ya como Explotación Académica Infantil que no acontece exclusivamente en Japón.

A los niños, nos traen sin cuidado las reformas educativas; nosotros sólo sabemos que estamos contra la tortura de empupitramiento a la que somos sometidos desde los cuatro años. Somos pequeños y lo que más necesitamos no es obedecer, estar quietos y en silencio, genuino objetivo del Curriculum Oculto del vigente sistema educacional, sino movernos con libertad y sobre todo ¡jugar! Queremos que nuestros maestros hayan llegado a la pizarra por vocación, no por rellenar un hueco laboral, menos todavía como sucede en Secundaria por haber fracasado en su área de conocimiento encontrando únicamente salida de rebote en la docencia que como el papel, todo lo soporta, pues trabajar con adolescentes, requiere como en Primaria, que el profesorado curse una carrera de Magisterio específica, todo sea que, al adolescente por educar, le instruya otro que adolece en ciencia pedagógica. Por descontado, estamos muy hartos de tener que traer y llevar los libros de clase a casa y viceversa con unas mochilas que ni los sherpas del Himalaya, cuya carga sobre nuestras espaldas sobrellevamos cual culpa del Pecado Original siendo la misma tanto más pesada, cuanto mayor es el arrepentimiento paterno por habernos traído al mundo, dado que de entre las mascotas, debemos ser las más caras y menos agradecidas, relación que observamos inversamente proporcional empero, en lo concerniente con los dichosos deberes, cuya cuantía aumenta conforme disminuye la calidad del enseñante que los manda para casa por no saber trabajar bien la materia en el aula; Porque los deberes, se asemejan más a una pena infantil de trabajos forzados, antes que a las horas extra retribuidas que se meten en la administración. Igualmente estamos por la limitación legal de un kilometraje y minutaje máximo de desplazamiento en transporte escolar para no vernos obligados a dedicar dos horas diarias entre ir y venir al colegio, máxime, cuando al lado de casa existen varios centros de enseñanza. Nos encantaría ver abolidas por decreto las clases particulares de las mismas materias que cursamos en la escuela que no tienen otra función que mantenernos fuera de la circulación hasta que nuestros padres les de tiempo de situarnos frente al televisor. Por otra parte, sería maravilloso que el Ministerio se preocupara de regular la normativa para dar por buenas las instalaciones de un colegio poniendo especial atención a la amplitud del patio, porque en la actualidad, estamos más hacinados que en la cárcel. Y ya puestos, les animaríamos a intervenir en los comedores cuya bazofia huele mal y sabe peor o en su defecto, enviarnos el mismo catering del congreso. Asimismo, nos parece indocente que el profesorado se empeñe en enseñarnos lo que ellos uno a uno no saben, pues les hemos examinado resultando que el de matemáticas no conoce la pasiva en inglés, la seño de inglés no sabe la capital de Kazajistán, el profe de geografía no consigue conjugar el Pretérito Pluscuamperfecto del Subjuntivo del verbo roer, la maestra de lengua no tiene ni idea de hacer una raíz cuadrada etc. Y a colación de esto último, contemplaríamos muy positivo que se nos examinara en las mismas condiciones con las que el profesorado imparte clase, es decir, provistos del libro de texto con solucionarios a mano; eso, o que se nos deje de examinar a cada momento con controles y notas que más falta les hace a políticos, padres y profesores que a nosotros, que no por ser pequeños, somos tontos.

Cuando una reforma educativa prohíba al profesorado mandar deberes para casa, la necesidad de llevar más de un kilo en material escolar en la mochila, las clases particulares de asignaturas regladas, limite los desplazamientos a no más de quince minutos en transporte escolar sin necesidad, y el empupitramiento del alumnado a no más de tres horas diarias, cuando fomente el acceso a la docencia a profesorado vocacional, introduzca la carrera de Magisterio para Secundaria, se vigile que al comedor escolar sólo vayan pobres desgraciados que no les quede otro remedio, etc, entonces y solo entonces, es posible que la escuela eduque más que la tele y deje de ser un almacén de niños, que es en lo que a día de hoy, se ha convertido con la aquiescencia de todos los implicados antedichos.

Reeducar la Educación

Educar” en su significado etimológico, imprimía la idea de encauzar la mente del futuro ciudadano desde unos principios básicos orientados a unos fines determinados, para en lo posible, ayudarle a conducirse en la vida, conforme a los cánones más o menos perennes de la comunidad donde hubiera nacido. Con el tiempo, el término adoptaría dos acepciones, a saber: la identificada con el buen comportamiento en función de valores morales más allá de los modales, comunicados en la autodisciplina, el espíritu de sacrificio, la independencia y cuantas cualidades son característica psicológica de la etapa adulta, tarea primordialmente reservada al ámbito familiar – de la que me ocuparé en un ulterior capítulo – y la enfocada hacia su correcta instrucción en lectura, escritura, cálculo y demás conocimientos necesarios para ser útil a la sociedad a la que de mayor se va a incorporar el sujeto educado, labor encomendada mayormente a la institución docente en los países desarrollados que por actualidad mediática, es de la que toca hablar. Es así, como podemos enunciar la paradoja de hallarnos ante elementos que habiendo recibido la mejor educación del mundo en los más prestigiosos colegios, sin embargo, son los mayores maleducados que nos podamos echar a la cara, verbigracia la panda de impostores que pasan por ser la flor y nata de nuestra clase político-empresarial, merecedores todos de ser objeto de una auténtica Revolución Cultural.

En cualquier caso, la tarea educativa comporta una enorme dosis de responsabilidad por parte del educador sea este padre o Maestro, quienes acaso por el “miedo a la libertad” denunciado por Erich Fromm en su obra homónima, bajo la excusa de no querer “influenciar” han delegado su deber en demasía en la otra parte, siendo hoy el día en que los jóvenes se ven obligados a conducirse por su cuenta y riesgo, tanto en su conducta personal como en su formación académica entre los amigos, Internet o la calle, toda vez, los progenitores los envían al colegio para que los eduque el maestro, los docentes los devuelven a casa para que los instruyan los padres en clases particulares, en un momento en que la educación, sea pública o privada, parece necesitada ella misma de ser reconducida, es decir, reeducada.

El retroceso colectivo apuntado por PISA y la deriva en la conducta individual, en nuestro caso, van de la mano, cuya causa, está más relacionada con la falta de la labor supervisora-correctora que con el esfuerzo o capacidad de transmisión. Cada cual desde su perspectiva, además de dejar mucho que desear con el propio ejemplo, ha puesto el acento en señalar lo que está bien y lo que está mal (Padres), en impartir la lección )Profesores), en no interferir en la tarea de los demás (Vecinos y Amigos), en ocuparnos sólo de nuestros asuntos (Resto de ciudadanos) olvidándonos de dos cosas fundamentales: que educar es tarea de todos y que tan importante es dar a conocer lo que está bien, como reprender y corregir lo que está mal. Sólo así se enseña. Sólo así se aprende.

Así, si hasta para el aparato represor del Estado dotado de leyes, policía y cárcel, es válido que entre la prohibición y el castigo debe mediar la prevención, cuánto más en el hogar o el barrio habremos de poner todo nuestro empeño en el corregimiento de las malos hábitos y comportamientos de los más pequeños antes de que sea necesario lo anterior, cuanto en las aulas el profesorado habrá de emplearse a fondo en que su alumnado haga bien la tarea encomendada antes de suspenderlo por sus fallos en la prueba de evaluación. Porque, si “Educar” es conducir, “Corregir” es “conducir derecho” cosa que ya requiere mayor atención de unos y de otros que ciertamente es la parte menos grata de la crianza de los hijos o la instrucción de los pupilos, no digamos incómoda para cuantos procrearon por inercia y para quienes ejercen la docencia sin otra vocación que la de procurarse una nómina..