Pesoismo, Pesismo y Pesoidad

Mañana Domingo, la militancia del PSOE irá a votar con la misma emoción que acude al futbol a apoyar a los suyos, con la salvedad, que de entre los elegibles, ninguno es de los suyos, si por “los suyos” entendemos de “los nuestros”, porque todos son de ellos, es decir, de los malos, habiendo así de escoger lo que se ha dado en llamar “el mal menor” que no es poca cosa en un sistema como el democrático conocido como el menos malo.

Se nos antoja, entonces, triste y somnoliento en una jornada fin de liga como la presente, prestar atención al gol mediático narrado con la misma tensión que un partido entre el Real Madrid contra el Celta se aprecia en las casas de apuestas cuando se pone en bajo el transistor, porque el resultado está más cantado que el juego del trilero, acaso del casino donde la banca siempre gana, nunca mejor dicho.

Con todo, verdadero sin falsedad cierto y muy verdadero, es que en la medida que se ofrecen tres candidatos a pastorear al rebaño del PSOE, caben distinguir tres modos de de conducir su obediencia y que podríamos denominar como Pesoismo encarnado por Pedro Sánchez; Pesismo, representado por Patxi López; y Pesoidad expresada por Susana Diez, aunque los medios de manipulación en pos de una mayor diversidad aparente hayan preferido referirse a tales como sanchismo, pachismo, y susanismo. En cualquier caso, a fin de contribuir a la ciencia política, no está de más exponer desde esta Tribuna en qué consisten estas tendencias en como el PSOE puede aparecer ante su militancia y por ende ante sus simpatizantes y público general.

El Pesoismo, rebautizado como Sanchismo, antiguo Guerrismo, representa la esencia del PSOE histórico; es su forma original de proceder; es su auténtica alma; es su tendencia natural…consiste en esgrimir un discurso a favor de los derechos de la clase trabajadora mientras está en la Oposición hasta el punto de presentarse como socialistas puño en alto y cantando la Internacional, para de inmediato, hacer políticas de derechas contra la población al extremo de aparecer ante la ciudadanía como sociópatas. Los candidatos de esta corriente suelen ser personas muy capaces de todo, por lo que bien se les puede tener por criminales en potencia. La militancia que elige sus líderes de entre esta corriente, gustan de sufrir desengaño tras desengaño porque así tienen a quien echar la culpa de sus propias equivocaciones. Suelen ser gente que siempre está contra el aparato, pero a muerte con el Partido.

El Pesismo, ahora renombrado como Pachismo, antiguo Zetapismo, es la corriente que ha asumido la irremediable mutación que padece al pasar de la Oposición al Gobierno y del Gobierno a la Oposición, y en consecuencia, opta por rebajar el tono, tanto en el discurso como en el curso. Su meta, no es dirigir el Partido, ni alcanzar la Presidencia del gobierno. Todo su afán es mantenerse como sea y estar allí donde hay, motivo por el cual suele adoptar formas acomodaticas, flexibles, modulables, pactistas, reformistas, conciliadoras…que posibiliten hacer cosas que no molesten demasiado al capital como por ejemplo conseguir la igualdad de perros y gatos en los parques públicos. Sin embargo, el candidato pesista también es muy capaz de cometer los mayores delitos contra la sociedad, pues ante el miedo de perder su cargo, puesto, función o lo que quienes mandan a los que gobiernan hubieran tenido a bien ofrecer, por propia iniciativa acaban haciendo más daño a la ciudadanía de lo que sus jefes esperaban de él. Los militantes que eligen a esta clase de capataces, suelen ser personas bastante pragmáticas, prácticas, razonables, comprensivas, ambiguas, desidiologizadas, y por consiguiente, perdonan con facilidad y olvidan rápidamente todo, sea una promesa electoral, sea una traición a sus votantes, porque en verdad, sienten cierto placer en ofrecer su personal compromiso de complicidad compartiendo como buenas todas las decisiones del líder diga lo que diga o se desdiga. Por eso son reconocidos como gente de Partido.

Y finalmente, tenemos la Pesoidad, recientemente denominada Susanismo, internacionalmente más conocida como Tercera via o Blairismo. Es el estadio más evolucionado del espectro político de la Socialdemocracia, cuyo mayor exponente en España sería José Bono, una especie de Joseantonismo del siglo XXI. Esta es la corriente del PSOE que ha asumido plenamente que su discurso de oposición debe ser liberal para no friccionar demasiado con su comportamiento neoliberal cuando acometa tareas de gobierno. Con mucho, es la corriente más coherente y sincera del PSOE y por ello mismo, la más odiada dentro y fuera del Partido: dentro, porque deja sin coartada a quienes desean hacer el mal a su prójimo sin tener que sentirse mal por ello y fuera, porque obliga a otras formaciones de derechas a radicalizarse para distinguirse si es que desean optar a gestionar nuestros impuestos. Ahora bien, su coherencia y sinceridad para la sociedad, es la misma que la del verdugo en el corredor de la muerte, pues todos sus líderes antes de participar de la Pesoidad, pasaron en su juventud por el Pesoismo y aún por el Pesismo a nada que hayan tocado poder. Sus líderes suelen ser bastante cínicos, gustan de medir los tiempos con frialdad sobre todo cuando van a tomar decisiones contra los jubilados y la infancia, suelen disfrutar haciendo mal a cámara lenta por haberse formado durante muchos años en cargos y puestos del Partido. Son gente de aparato y estructura que actúan como las termitas. La militancia que se decanta por esta clase de dirigente, suelen estar sujetas a su mando; los repudian en su fuero interno pero les votan disciplinadamente por la cuenta que los traen. Ellos mejor que nadie saben de lo que son capaces de llevárseles la contraria y por eso mismo, nunca abandonan al Partido.

El acordado desacuerdo del PPSOE

Cuando lo que está en juego son miles de millones de euros, pero no del próximo Presupuesto General del Estado, sino de esta y la siguiente generación, las Elittes Extractoras desconfian de sus testaferros al extremo de exigirles quitarse la careta democrática y asumir su papel sin contemplaciones por considerar que en ciertas circunstancias actuar a pecho descubierto sale más rentable que andarse con el disimulo acostumbrado, por cuanto publicitada su impostura no hay por qué guardar las formas y las decisiones drásticas a tomar contra la población civil se aplican con mayor rapidez, energía y eficacia, asunto agradecido incluso por quienes las padecen que entonces entienden lo que sucede.

La empresa corrupta, la delincuencia habitual y el crimen organizado conforme se iban conociendo las encuestas de opinión que aventuraban el fin del PPSOE y más aún, después de conocerse los resultados de la urnas que anunciaban sin paliativos el fin de la tendencia, hicieron llegar a sus fieles representates su desasosiego porque en España llegaran al Parlamento fuerzas políticas dispuestas a cambiar el sistema que tanto favorece la explotación del trabajador, la estafa al consumidor, el expolio de las arcas públicas, el saqueo de las instituciones…animándoles a explicitar que, en lo esencial, están de acuerdo en todo, conformando eso que han dado en llamar “La Gran Coalición” y que los entendidos denominamos PPSOE.

Ante esta sugerencia de los jefes, los politicastos que saben que su particular supervivencia depende ante la grada de mantener diferencias formales como distintas sedes, logos y siglas, cuanto los equipos de fútbol precisan de distintos campos, camisetas e himnos, han mostrado recelo a tan extrema medida de contención argumentando, que la misma sería poco más que, pan para hoy y hambre para mañana. Tanta ha sido su resistencia a conformar la Gran Coalición, tanta ha sido su convicción en que dicha opción depararía en desastre, que las Elites Extractoras, aun partidarias de actuar a cara descubierta contra la ciudadanía, finalmente han aceptado, por esta vez, dejarles hacer a su conveniencia, por si funciona su plan de marear la perdiz lo suficiente como para que la gente se olvide de lo sucedido, amaine su enfando, se agote su capacidad de lucha y todo vuelva a la normalidad, entiendase, que los españoles se consideren los más felices del mundo, con la mejor calidad de vida y festejando a diario los éxitos deportivos.

Así, el PPSOE ha ganado tiempo para evitar lo inevitable, a saber: que tanto el PP como el PSOE, deben afrontar su defunción como Partidos Políticos si es que alguna vez fueron otra cosa que Plataformas Para el Saqueo Organizado de España, antes de que los Jueces fuercen por Ley su disolución dados los reiterados delitos y criminales a los que sus organizaciones dan cobijo hasta el punto de percibírseles socialmente como Bandas de Malhechores, aplazamiento logrado no sin una escandalosa sobreactuación por todas partes destinada a escenificar un desacuerdo inexistente entre el PP y el PSOE, asunto para el que no han precisado conversación previa de sus dirigentes ni seguir protocolo alguno de actuación, pues es tácito de siempre entre ellos, el acuerdo de mostrarse en desacuerdo.

Porque una cosa es que los sinvergüenzas no se pongan de acuerdo y otra que no estén de acuerdo. Me explico: supongamos que en un barrio hay dos sinvergüenzas que están de acuerdo en hacer de continuo fechorias contra el pequeño comercio, contra las familias de trabajadores, contra los ancianos y niños del lugar…sin embargo, no se ponen de acuerdo en cómo cometer sus maldades, porque cada uno desea actuar por su cuenta y mientras uno prefiere robar la pensión al jubilado cuando este sale de la caja de ahorros, el otro se decanta por trincar la cesta de la compra en el supermercado o vaciar la cartera del conductor en la gasolinera. Algo parecido sucede con el PP y el PSOE; ambos están de acuerdo en mantener la monarquía, la duplicidad institucional, el insatisfactorio sistema de representación electoral, el despilfarro de las subvenciones, el desempleo alto, la vivienda por las nubes…aunque ambas formaciones prefieren actuar por turnos en vez de en pareja.

Victoria del PPSOE

Que no nos vengan con milongas. Si atendemos a los números, los españoles hemos vuelto a decantarnos por el PPSOE al que se le ha revalidado nuevamente de largo la Mayoría Absoluta, exactamente 213 escaños. Con todo, algo ha cambiado ciertamente y es que, tras años de representar la farsa de Pimpinela, en esta ocasión, PP y PSOE, habrán de evidenciar su pinza contra la ciudadanía a la hora de aprobar leyes criminales y cometer sus fechorias contra la población, lo cual, es un avance respecto a la concienciación de la gente.
Indecente y Miserable, por supuesto, tienen previsto hacer el paripé de negociar unos con otros, buscar apoyos aquí y allá, reunirse con el reptiliano, amagar con gobernar en minoría, como si hasta la fecha no hubieran hecho otra cosa que gobernar para una reducida minoría dueña de las finanzas, la tierra y los medios de producción en detrimento de la imensa mayoría de la población trabajadora y resto de parafernalia institucional, cuyo propósito no es otro que camuflar el íntimo entendimiento de sus líderes en obedecer y colaborar en cuanto sea menester para obtener el favor de quienes mandan a los que mandan.
Porque, hay que decirlo bien claro: Tanto La UE, como la OTAN, el FMI, la OCDE y la CEOE, prefieren que se sepa la verdad del asunto, a que el asunto se venga abajo y en buena lógica, han dado órdenes para que Indecente y Miserable terminen dándose la mano en una gran Coalición.
Los medios de comunicación domesticados a base de publicidad de las grandes empresas y Multinacionales, tiene facil ofrecer la cobertura ideológica a un discurso que procpicie la fraternal reconciliación de las masas ignorantes con simplemente invertir el sentido de los mismos mensajes con los que les han enfrentado durante años. Así, oirenmos hablar de lo bien que les va en Alemania una gran coalición entre socialdemócratas y conservadores; cómo es mejor remar todos en una misma dirección; cómo Pesoistas y Populares tienen un objetivo en común; cómo las fuerzas centradas y responsables han de mantenerse unidas para evitar que populismos y frivolidades den al traste con la credibilidad de España en tan delicado momento en el que nos jugamos la recuperación y salir de la crisis, bla, bla, bla.

Por su parte, las distintas organizaciones criminales del Estado, en conformidad con los gangters y los delincuentes habituales, apoyarán con decisión un pacto explícito, con luz y taquígrafos entre el PP y el PSOE, por cuanto en el mismo hallarán la mejor garantía de sus potenciales beneficios, gracias a las facilidades legales que hay en nuestro país para la comisión de fraudes globales y estafas generalizadas contra la indefensa población por parte de empresas relacionadas con el petróleo, la industria automovilística, las energéticas, las constructoras, la telefonía…cuyas denuncias, una tras otra, recorren los recobecos jurídicos de victoria en victoria por la Oficina del Consumidor, al Defensor del Pueblo, hasta su derrota final, y la facilidad con que se puede eludir impuestos legalmente y lo poco que se persigue el fraude fiscal en todo el territorio nacional.
Y evidentemente, la gran Banca, no se va a quedar corta a la hora de conceder créditos multimillonarios a quienes tan bien le han servido en todos estos años, a fin de que en este último ejercicio acaben por rematar la faena y dejen una deuda pública, lo suficientemente alta como para que los españoles, por generaciones, empecemos a comprender qué es y en qué consiste eso que se llamaba la Deuda Externa.
Pero, Indecente y Miserable, no tienen tiempo que perder para anunciar una decisión que ya está tomada, porque hay mucho por hacer en la siguiente legislatura: elevar el IVA a los productos básicos, flexibilizar el mercado laboral, reducir los salarios, vender los inmubles del Estado, privatizar las playas, reducir las plazas en la Universidad, introducir el repago universal farmacéutico…

El falso debate

Hoy Lunes, el PPSOE, va a desdoblarse a lo Pimpinela para perpetuar en lo posible la alternancia del bipartidismo, si por alternancia entendemos las dos caras de una misma moneda. Sólo así cabe afirmar que asistiremos a un “cara a cara” entre PP y PSOE, cuya discusión paso a imaginar:

El moderador arranca el debate con temas institucionales como Constitución, Monarquía o Unidad de España: Bueno, yo creo que en esto, el señor Sánchez y yo estaremos de acuerdo en todo, porque ambos representamos a formaciones serias con opciones de gobierno. Pero por responderle le diré que, el PP es un Partido monárquico, Español poco partidarios de cambiar nada en la Constitución salvo que nazca un varón en la Familia Real o que Europa nos de 48 horas para rescatar al sistema bancario. España está bien como está y mientras nosotros gobernemos no vamos a consentir un referéndum para su desmembramiento. Turno de Sánchez: Efectivamente, como ha manifestado mi oponente, el PSOE está totalmente de acuerdo en este asunto con el PP, a saber: somos monárquicos, estamos en contra de reformar la Constitución y nos oponemos a cualquier clase de consulta a los ciudadanos a excepción de las encuestas. Con todo, quisiera remarcar que nosotros llevamos la E de España en nuestras siglas.

A continuación el moderador plantea asuntos relacionados con la economía, el trabajo o el paro. (Sánchez): bueno, los socialistas hemos demostrado siempre estar a favor del empleo y luchar contra el paro; apostamos por fortalecer el crecimiento del empleo y garantizar el pago de las pensiones. Por otra parte, nos comprometemos a privatizar todas las empresas públicas rentables, a garantizar los beneficios de la Patronal, a congelar los salarios para evitar la inflación, flexibilizar el mercado laboral, recortar los derechos laborales, y hacer todo cuanto ayude al capital a quedarse en España, entiendase, otrogarle subvenciones a fondo perdido, no invertir en inspección fiscal, mantener altos los impuestos indirectos a todos los trabajadores, porque el PSOE siempre seguirá lo que dicten los mercados. (Rajoy): Me ha quitado las palabras de la boca. Así que no sé qué más puedo decir salvo reconocer la coincidencia de parecer.

Acto seguido el moderador daría paso al capítulo de Defensa. (Rajoy): Creo que aquí también Populares y Socialistas estamos de acuerdo en que hay que defender los intereses empresariales allí donde nos diga la OTAN. En lo concerniente a la lucha antiterrorista creo que ninguno de los dos somos sospechosos de apoyar el terrorismo. ¿No es así amigo Sánchez? (Sánchez) ¡Sí! Nosotros los socialistas estamos comprometidos con la industria armamentista y en aumentar la partida presupestaria de Defensa. Y le aseguro a usted que estamos contra el terrorismo como el que más. En esto, el PP y el PSOE hacemos piña.

Ante la marcha del debate, el moderador se sale del guión y reflexiona en alto: no sé si los telespectadores lo estarán apreciando, pero en lo fundamental para el país como son los temas institucionales, la econocmía y la defensa, PP y PSOE no se diferencian en prácticamente nada. Ante esta alocución, Sánchez reacciona enojado: Eso es, porque usted no nos pregunta por el aborto, la marihuana, la prostitución, los toros…¿No te parece compañero Mariano? (Mariano) Sí, sí, sí, sí…pregúntenos sobre el Barca – Real Madrid.

Bueno, pues si es de esto sobre lo que ambos candidatos desean debatir, se lo pregunto primero a usted Sr. Rajoy: bueno, nosotros en estos asuntos tan serios pensamos que deben ser tratados con responsabilidad y no pronunciarse a la ligera; pero estoy convencido que pensamos lo mismo que la mayor parte de la gente que nos está viendo. (Sánchez) ¡Nos han plagiado el progarama! (Rajoy) ¡Falso! Sois los socialistas quienes habeis copiado el programa popular.
En este moneto, el moderador despide el programa: Bueno, es una lástima que ahora que empezábamos a descubrir las diferencias entre el PP y el PSOE tengamos que despedir este debate.