Lo llaman ‘escrache’

Vale, ya lo pillo: el tal escrache viene a ser lo del cobrador del frac pero en versión colectiva. Se fija un objetivo humano y se le sigue a su curro o, más divertido, a su casa. ¿Y dicen que es nuevo por estos pagos? Pues, para serlo, juraría haberlo visto antes. Muchas veces, además, y con diferentes excusas y participantes. También es distinto lo que te parece en función del papel que te toque en la representación. Si eres visitador, te hace una gracia loca. No solo eso: crees también estar llevando a cabo una acción de higiene social del carajo de la vela que, de propina, podrás tuitear en vivo o contar como batallita hoy a los colegas y pasado mañana a los nietos. Por descontado, sabes que la razón está de tu lado y que cualquiera que te afee la conducta es un cortarrollos, amén de un cómplice de aquel a quien hayas ido a darle la serenata. La cosa cambia cuando te cae ser visitado. Entonces, no te hace ni puñetero chiste y tienes la sensación de que se están vulnerando tus derechos, incluso siendo tú mismo un contumaz vulnerador de derechos.

Sospecho que los protagonistas activos y pasivos de las rondallas domiciliarias que vemos estos días, sobre todo los primeros, no tienen claro que el fenómeno es reversible. Donde las toman pueden darlas… y viceversa. Estaría bien que unos y otros le dieran un par de vueltas a tal cuestión antes de lanzarse a defender o atacar esta moda recuperada —en realidad, nunca abandonada— de echarle el aliento en la nuca al de enfrente. Estoy viendo flagrantes contradicciones.

En cualquier caso, no andaría yo jugando mucho con estas cosas. No me quita mayormente el sueño que algún su-señoría pase un mal rato. Pero puede ocurrir que cuando se piensa que se está haciendo justicia poética, en realidad se esté a diez centímetros de cometer una tropelía mayor que la que se denuncia. Nunca sabe uno dónde termina el escrache y dónde empieza el linchamiento.

14 comentarios en «Lo llaman ‘escrache’»

  1. Pues no Javier, demasiado flojo, por no decir exageradamente flojo.

    Nos recortan los derechos, nos roban, nos dejan sin futuro, nos llaman terroristas, nos agreden con sus policias, y encima nos vamos a estar calladitos no vaya ser que un grito despierte a sus dulces vástagos. Anda, no me fastidies.

  2. Javier, es que resulta que los cachorritos de NNGG (osea los aprendices que luego mandarán) también hicieron escraches en los tiempos de Zapatero y a los políticos de Zapatero. Ya sabes quién los alentaba: Don Federico y el Jamón con Anteojos (Don Cesar Vidal).
    Pasado el tiempo, resulta, como bien dices, que es pura justicia poética… Y LO QUE ME ALEGRO!!!

  3. Egun On
    Leído el artículo, sigo en mis trece: hay determinados temas que determinados articulistas en determinados medios JAMÁS deberían tratar, por cuanto de la pugna entre «forma de ser/ideología del autor», «necesidad de ingresos regulares del autor», «características del dueño del medio en el que el autor escribe», «características de la parroquia lectora del autor», «características del propio tema tratado», de la pugna entre todas estas cosas, decía, sólo surgen productos que tienen dos características: 1)no contentan a casi nadie, y 2) desilusionan.

  4. Leo tu columna a diario, y normalmente estoy de acuerdo con lo que dices. Hoy no. Después de todo el recorte social, de todas las leyes fascistas abusivas, de todas esas comparecencias de prensa insultantes mandándonos callar, manipulando la información, menospreciando a los manifestantes, ¿qué se puede hacer? Si la gente se está muriendo, está en la calle, no puede estudiar, no puede pagarse la comida…
    Si además se cachondean de todo, robando de allí de donde pueden, como el escándalo de los ipads. Si pones a la gente en una situación límite, eso traerá la vuelta. Peor no se puede estar, asique hay que hacer algo más allá de manifestarse, y no me refiero a acciones violentas.

  5. Estoy contigo. Y es más, nunca la violencia ha contribuído a solucionar de forma justa ningún problema, conflicto u otra injusticia. La forma de actuar violenta no está justificada Y efectivamente, a mí también me da mucho miedo LA MASA. (Nota mental, releer «Masa y poder» de Elías Canetti)

  6. Egun on de nuevo
    Es inevitable que al tratar de este tipo de temas menudeen posiciones “anti violencia”, o posiciones que propugnan “diálogos sinceros y civilizados”. (Y qué bueno sería si estas posiciones las suscribieran –mejor, las siguieran a rajatabla- además de los habituales receptores de leña, los repartidores.)
    Y pensando en este temilla concreto me ha venido a la sesera la historia del legendario Iván Ivanovitch.
    Iván era un chico ruso, que allá por 1940 tenía cerca de 25 tacos. Era un chico ruso, y además un chico guay. (Para que os hagáis la idea, era como los que ayudaban a portar todo seriecitos, la pancarta que decía “No estamos todos, falta Josemari”, o los que sueltan globos en dirección a la Madre Luna con mensajitos de “amor y fraternidad universales”, o los que hacen en la calle “Talleres de Risa” para protestar frente a la crisis… Un chico de Suplemento Dominical del País, para que se me entienda.)
    Pues bien, el tal Iván, consciente de que los alemanes invadirían en breve Rusia, tuvo una idea genial.
    La ida consistía en esto: dado que los teutones forman un pueblo culto y disciplinado -y son, por ende, estrictos observantes de leyes, disposiciones, y reglamentos- si se colocaban semáforos, que estuvieran siempre en rojo, en carreteras y vías, y una maraña de cintas delimitadoras de plástico en zonas boscosas y campiñas, no se atreverían a adentrar en territorio ruso. (¡Qué ingenioso!)
    Y con la idea bajo el brazo, Iván se dirigió al Alto Mando del Ejército Rojo.
    Y cuando el mariscal Turchenoff, baranda máximo del Alto Mando, oyó la idea de labios de nuestro campeón, ordenó aumentar en un 50% la producción de tanques, aviones, bombas y cañones, en previsión de que dentro de la ciudadanía rusa el porcentaje de manzanillos semejantes a Ivanovitch no fuese desdeñable.
    Y tal y como me lo contaron lo he procurado transcribir.

  7. No creo que la agresividad o la violencia, nazcan de la nada.
    !!bastante poco hacen muchas personas con las situaciones que están viviendo!!.
    Lo que está claro, es que si no se hacen las protestas que se hacen, se cerrarían ambulatorios, servicios de urgencia en pueblos, y no cambiarian leyes.
    Una cosa es legitimar la violencia(eso ya lo hace el ministerio de defensa e interior a diario) pero otra es comprender que depende de la linea límite de cada uno.

  8. Pues mientras los señores diputados no se dignen tener una oficina de atención al público en la que los representados podamos decirles a nuestros representantes que es lo que queremos que digan en el congreso,habrá que seguir buscándolos en donde se esconden,es decir en el congreso y en sus casa.
    Que en la constitución dice que los diputados son representantes de la ciudadanía,no de los partidos políticos.El que los diputados representen a partidos políticos,¿no será fraude de ley?

  9. Cuidado Javier, no te líes demasiado con el tema. Soy testigo, porque con estos ojicos lo he visto, de que al extenderse demasiado en una disertación sobre los escraches y otras formas alegales e ilegales de lucha, a una persona de pensamiento social-liberal -es decir, con sensibilidad social aunque mayormente partidaria de que haya orden-, le puede explotar la cabeza ante la paradoja, el eterno dilema, la ecuación irresoluble que contiene el conflicto entre legalidad y legitimidad.
    Es muy peligroso. Una persona de tu sensibilidad política se puede hacer pupa dándole tantas vueltas al cráneo con este tema, y no sabes el ascazo que da luego andar fregando sesos.

  10. Liz: No me hago ninguna pupa. Son muchos años… y bastante de asfalto pisado, pancartas, pegatas y demás. Solo digo que hay que tener mucho ojito. Un incontrolado de fabricación propia o enviado a tal fin la puede líar. ¿Qué te parecen los escraches de los antiabortistas en USA?
    Tendría bastante que matizar a varios de los comentarios. Os agradezco el buen tono y, desde luego, las aportaciones. Si tengo un rato, haré una ampliación de este asunto en mi blog personal, porque temo que en algo no he acabado de explicarme bien.
    A vuestros pies, como siempre… 😉

  11. ¡¡¡¡saguflaútico,leñe!!!!! Un beso pitxin, que hoy te han dado hasta en el carnet de identidad….juas,juas,juas, ya estamos muchos muy necesitados de tu amigo Querejeta.

  12. Gracias por tu respuesta, y por haber publicado mi comentario, aunque haya sido duro. Ahora voy a romper con la pana, pero intentando no ser tan borde como antes.

    Evidentemente, ya lo he pillado, como tú mismo lo has pillado desde el principio. «Por descontado, sabes que la razón está de tu lado y que cualquiera que te afee la conducta es un cortarrollos, amén de un cómplice de aquel a quien hayas ido a darle la serenata».

    Partimos pues, de que un acto de coerción verbal es rechazable venga de donde venga, sea cual sea su objetivo, sea cual sea el que sufra la coerción, la vecina coja bigotuda del tercero B, el jefe de la patronal española o el nuevo papa de Roma.

    Sobre la posibilidad de que finalmente «se lie». Una reflexión:

    1. Pedir mediante cauces convencionales a las administraciones públicas que hagan lo posible para evitar los desahucios.

    2. Ante la indiferencia de las administraciones, uno ve gente entre 14 y 99 años parando desahucios mediante actos de desobediencia civil pacífica.

    3. Manifestaciones, que a veces terminan en altercados con la policía. Se inicia la campaña de demonización.

    3. Reúnen millones de firmas para que una iniciativa legislativa popular llegue al congreso superando absurdos obstáculos burocráticos.

    4. Ante la negativa rotunda del partido en el gobierno a dicha iniciativa y la actitud pusilánime del principal partido opositor, un movimiento impulsa una campaña de coerción VERBAL dirigida a los representantes que deben votarla.

    5. Hasta aquí. Hasta dónde deberá llegar el mercurio en el termómetro social no depende tanto de la Plataformas X o Y, aunque también, sino sobre todo de los estamentos con capacidad de tomar decisiones de calado,… y también quizás, un poco, también puede depender de los exquisitos profesionales de la información con proyección pública que se quedan mirando al dedo mientras arriba luce un plenilunio que se caga la perra.

    ¿Que que me parecen los escraches de los antiabortistas en USA?

    ¿Que te parecen a ti las columnas de Cesar Vidal, un señor que tiene toda la pinta de no haber dañado físicamente a nadie en toda su vida y solo es un profesional del periodismo, como tú?

    Cesar Vidal ejerce un derecho constitucional, igual que tú, igual que un antiabortista usamericano frente a una clínica antiabortista, siempre que dicho militante «provida» comunique su manifestación a la policía, se quede en su lado de la acera con su pancarta individual y no incumpla las leyes de su estado. En caso de que se proponga ir más allá en sus acciones, deberá asumir las consecuencias de sus actos, como debe hacer cualquier activista comprometido.

    Ongi izan, Iván Ivanovich.

  13. Habitualmente coincido con tus reflexiones, Javier. Hoy no. Demasiados muertos y heridos por causa de quien se queja de un «acoso» supuesto. Demasiada desproporción entre agravio y respuesta (legal y respetuosa, aunque incómoda, por cierto). Hoy creo que defiendes la parte más ruin de la pelea, la más canalla, esa que mientras te dispara y te bombardea se queja porque están ensuciando sus tacones con el barro que se forma con la sangre de sus víctimas.

  14. Pero es que la vecina coja y bigotuda, elpapa, o el jefe de la patronal,(las mujeres en estis ejemplos siempre salen las mejores….) .
    Hasta no hay niños iguales a otros niños, ahora en españa hay POBREZA INFANTIL.
    Sí, hubiera igualdad, democrácia, y el poder judicial fuera independiente, sería otro cantar.

    «DE buenas maneras, está el infierno lleno»
    Paz , amor y cordero pascual para todos.

    PS:
    Este no es un concurso de quién quiere más a JV, aver si va a haber tortazos;-)

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