Lo impublicable

Si son parroquianos habituales de estas líneas, sabrán que Gregorio Morán es una de mis plumas de referencia, cursilería que él mismo me reprocharía haber puesto negro sobre blanco. Sería interminable la lista de motivos, pero creo poder resumirlos en uno: hay como doscientos asuntos, incluidos los candentes, en los que tenemos una opinión diametralmente opuesta, y aun así, cada sábado acudo devotamente a dejarme morder por su prosa inmisericorde. Les advierto que no es una experiencia para melindrosos. Tengo conocidos progresís que, después de haberse puesto pilongos ante el Morán que llama de todo a Juan Carlos de Borbón, lo tildan de puto facha porque no le ríe las gracias a Pablo Iglesias Bis o retrata a Jordi Évole como el mindundi que fue a entrevistar a Saviano sin haber leído su libro. A mi, sin embargo, me gusta hasta cuando me hace acordarme de su padre despreciando sin piedad algunas de las causas que defiendo.

Con estos antecedentes, comprenderán que esperase con ansiedad de yonki el último libro del indómito asturiano, sugerentemente titulado El cura y los mandarines. Estaba anunciado desde hace semanas, se podía reservar por anticipado, y para terminar de poner los dientes largos a los gregoriófilos irredentos, había aparecido la primera entrevista promocional. Setecientas páginas de vellón para dejar en su sitio a la panda de vividores de la intelectualidad oficial entre el tardofranquismo y el felipismo. ¡Ñam, ñam, y reñam! Pero nos vamos a quedar con las ganas. La editorial Planeta (sí, del mismo dueño que LaSexta) ha decidido que no está el horno para ese suculento bollo.

4 comentarios en «Lo impublicable»

  1. «El cura y los mandarines» saldrá finalmente en Akal para navidades e incluso algo antes.
    Akal (@AkalEditor) «Una gran noticia para los lectores y una nueva batalla ganada por la libertad de expresión.» 21 de octubre de 2014, 4: 36 p.m.
    Corroto, P. «El editor de Gregorio Morán: “Si Planeta hubiera dicho que el libro chocaba con sus intereses se hubiera entendido” » [en linea] El diario. Dirección URL [Consulta: 24-10-2014]

  2. Lo que (creo) que te te pasa, Vizcaino Jn con G. Moran es lo que ocurre con la admiración con matices, que es lo mismo que el amor con límites.
    Una puede admirar a alguien, su intelect, la gracia con la que lo expresa, hasta su simpatía natural, si fuera el caso.
    Pero es que al final todo va de «¿me gusta lo suficiente como para adoptarle como «intelestual» —recomillas—de cabecera sólo porque lo exponga con tanta gracia que hasta me crea lo que realmente diga?.
    Identificando «decir» con «pensar», es decir, que realmente piensa lo que dice, y no dice lo que queda muy mono y resultón en blanco sobre negro…
    Que conste que gracias, tanto a ti, Vizcaino Jn, como a la casualidad en la que hace unos meses fui a parar a una página en la que el inclito se explayaba a gusto contra algo o alguien, he vuelto a recuperar el gusto por la pluma (la mente) aguda e incisiva, pero espero no caer en la tentación fácil de dejarme envolver por el caramelo suculento del talento y la inteligencia de un señor y tragarme tb lo que a veces no pasa de ser mas que el gusto particular de alguien con mucha personalité.
    Es tan fácil dejarse seducir por alguien como el Sr Moran que conviene no perder de vista que es tan mortal compo el mas estólido -y bien cebado-de sus contrincantes en los media.

  3. No, Anlinber, no es nada fácil dejarse seducir por Morán. Ya lo digo en la columna: cuando atiza al rey, a los santones de la transición y demás, la peña progre se pone pilonga. Si le da a Évole o ser toma a chunga a Podemos o IU, entonces se cabrean. Y ya cuando entra a saco contra el soberanismo, si te cuento lo que se oye… Yo hace mucho descubrí el placer de no tener que compartir todas las opiniones. Y de alguna manera, es también lo que busco cuando escribo yo, que no necesariamente termine en una salva de aplausos…

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