Las (no) condenas del PP

“¡Ya está bien de exigir al PP la condena del franquismo y de la dictadura en todo momento y en toda situación!”, protestó anteayer la secretaria general de la sucursal vasca de la formación gaviotil, Nerea Llanos. Era su curiosa forma de echar un capote a su conmilitón y concejal en Durango, Juanjo Gastañazatorre, notable zascandil que después de fotografiarse de nazi sonriente en el carnaval de Tenerife—dando muy bien el tipo, todo hay que decirlo—, tuvo los santos bemoles de negarse a suscribir una declaración de condena contra el bombardeo fascista de su pueblo en 1937.

Pocas bromas con eso. Estamos hablando de 336 personas muertas y de la reducción a escombros de buena parte de la villa en lo que fue una de las primeras acciones de castigo contra poblaciones civiles, amén de precedente inmediato de la masacre de Gernika. Abstenerse en la reprobación de tal barbarie 78 años años después de que se produjera delata demasiadas cosas y me temo que ninguna buena. Es un retrato de similar catadura al que se hizo con la gorra de plato, la cruz gamada y las dos eses con forma de rayo, solo que en esta ocasión no cabe el beneficio de la duda por la transgresión carnavalera.

Da entre rabia y asco, además, que una vez que se monta el necesario escándalo por su mezquina actitud el tipo salga con el pretexto ramplón de que no tenía muy claro uno de los puntos de la declaración y por eso prefirió no meter la pata. Pues la metió hasta el fondo. Y como remate y redondeo del círculo —o sea, del circo—, su superiora jerárquica se hace la ofendida porque le pedimos al PP que condene el franquismo. Anda ya.

5 comentarios en «Las (no) condenas del PP»

  1. No condenan el franquismo, las gentes del PP, por sobrevivir, ideologicamente hablando.
    Como, en las novelas de ciencia- ficción, que al nombrar su origen al «padre» ellos desaparecieran, al instante, fulminados por el castigo, al revelar un secreto oculto, una palabra mágica.
    Y condenan hasta la saciedad , los campos de concentración, el nazismo….pura hipocresía.

  2. Siempre estamos con lo mismo. La gente no se arrepiente de lo que hace y sigue siendo quien es, sigue «coexistiendo» con el resto de gente y punto. Este tío es un fascista al igual que De Juana es un etarra y ninguno se va a arrepentir, a no ser que se les amenace con algo. El PP ha estado presidido por un franquista, Fraga, ha tenido un ministro del interior que decía que con Franco se vivía plácidamente etc, siempre están en contra de la memoria histórica etc. Pero si ya sabemos de dónde vienen, que no se hagan los dignos y sobre todo, a la hora de pedir condenas contra ETA, que tengan en cuenta su falta de condena a otras cosas. ¡Qué pena de país, cúanto lo quiero y aquí no va a quedar más que cuatro jubilados, cuatro políticos dando la vara y algún mantenido del régimen!. Al final crearemos Euskal Herria berria en otra parte.

  3. Estoy con BBB. El PP representa a un sector social que piensa como Mayor. Y ellos lo saben. Saben que ese sector social vio bien el franquismo porque éste tuvo la habilidad de crear una masa no politizada, y por tanto con orientaciones neoliberales (haced como yo: no os metáis en política – Franco a sus ministros). Es esa misma masa, la que ovacionaba al dictador en la Plaza de Oriente en setiembre de 2005, la que votaba sí a la Ley de Reforma Política en el 76 , a UCD (antiguos franquistas con liberales y católicos demócratas) en el 77, y la Constitución en el 78. Su transición gatopardiana quedó hecha en 3 años (como la guerra). ¿Cómo van a condenar un régimen al que pertenecen ellos, sus padres y sus abuelos?. Si ganaron una guerra fue para esto.
    Esto es un erial: Los demócratas de buena fe, incluidos en el juego y las fuerzas de izquierda sometidas. «Vencido y desarmado el ejercito rojo…» se refería a esto.

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